Cartografiar en femenino: Ángeles Mora

En el marco del dossier “Cartografiar en femenino el presente de la lírica española”, preparado por Carmen Medina Puerta, presentamos algunos textos de la poeta Ángeles Mora (1952). En 2016 mereció el Premio Nacional de la Crítica en poesía y el Premio Nacional de Poesía. Su poemario más reciente es Ficciones para una autobiografía (Bartleby, 2015).

 

 

 

 

 

A destiempo

 

Nací una noche vieja

del frío de diciembre.

Nervios, carreras en la casa,

vapor de agua caliente,

prisas, lágrimas, gritos,

susurros y pañales.

Las luces de aquel cuarto

se fueron apagando con mi llanto

mientras crecía

el bullir de la gente por las calles.

Calma adentro y afuera algarabía,

recordaba mi madre como un sueño.

 

En aquel desajuste

‒todo un presagio‒

he vivido por siempre.

Fuera del mundo yo,

aquella habitación, aquellos brazos,

aquella cuna.

 

Llegué muy tarde al año que se iba

y el que venía me encontró dormida.

 

 

 

 

 

Noche y día

 

Se apaga el día mientras llega

la noche lenta

de la que no quiero salir…

Prolongarla

hasta que me cierre los ojos

es un encargo irresistible

de mi temperamento sosegado.

Quizás me niego a que la vida pase

o llegue la mañana y sus mandatos.

 

La casa es un desorden rendido,

en la cocina duermen

los platos, cacerolas desmadejadas.

En cambio libros por leer me llaman,

vivos, desde la mesa,

folios en blanco.

Quiero tan sólo que el reloj se olvide.

Recuerdo las cuartillas

donde mi padre escribía cartas

por las noches, mi madre

las firmaba también, dejando

un instante botones y zurcidos

o el ganchillo de las veladas mustias.

 

Nunca quise hacer ganchillo,

prefería leer el periódico

o escribir garabatos a la luz de la lámpara.

Aprendí a amar lo quieto, ser dueña de mis noches.

 

Los hombres no barrían la casa,

mi hermano entraba poco en la cocina,

yo hacía la mayonesa

o limpiaba el polvo para ayudar:

de día.

 

 

 

 

 

Sola no estás

 

No es cuestión de palabras,

es un rumor de fondo

queriendo aparecer.

Se entrecruzan las voces

como peces revueltos

dentro del pecho. Duelen,

hacen daño.

 

Fuera cantan los pájaros

y tú cierras los ojos.

Engaña la quietud del momento.

Pero a ti no te ciega

esta postal de vida retirada.

Sola no estás, el pensamiento

no deja de latir, da golpes, bulle,

igual que si la tierra se moviera.

 

Tú eres la tierra que se mueve,

que tiembla con el fuego de otra música.

No estás sola.

El río de la historia sobreviene.

Un murmullo se acerca.

 

Has de saber qué dicen esas voces

que ya no se conforman,

mujeres que callaron tanto tiempo,

razones que traen luz:

para nunca estar solas.

 

 

 

 

 

Emboscadas

 

Cuando llegó el príncipe azul

era tan azul, tan azul

que caía sobre mi rojo

apagándolo.

 

Qué peligrosa tinta

me trajo en sus pupilas.

 

No conviene mezclar en la colada

ropas que puedan desteñir, me dije.

 

Antes de despedirlo

tuvimos que lavarnos

por separado.

 

 

 

 

 

Datos vitales

Ángeles Mora,  Rute (Córdoba). Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Granada (1986). Ha obtenido con su libro Ficciones para una autobiografía (Bartleby, 2015), el Premio Nacional de la Crítica y el Premio Nacional de Poesía 2016. Recientemente ha publicado La sal sobre la nieve. Antología  (Renacimiento, 2017, ed. de Ioana Gruia), la Antología Érase un chico que no tuvo un gato (Ayuntamiento de Lucena, 2018, introducción de Mónica Doña) y Canciones inaudibles (Allanamiento de mirada, 2018, “Librisco”, con dos CDs, prólogo de Olalla Castro). Entre sus libros más importantes podemos citar también: La canción del olvido (1985), La Guerra de los treinta años (1990 y 2005), Premio Rafael Alberti de poesía), La dama errante (1990), Caligrafía de ayer (2000), Contradicciones, pájaros (Visor, 2001), Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla y Bajo la alfombra (Visor, 2008), Accésit del Premio de poesía Jaime Gil de Biedma. Reunió también su poesía en: Antología poética (1995) y en: ¿Las mujeres son mágicas? (2000). Parte de su obra ha sido traducida al italiano, portugués, francés, chino, inglés y catalán. Ha recibido varios reconocimientos públicos: “Bandera de Andalucía” (Delegación del Gobierno Andaluz en Granada); “Premio Mariana Pineda” a la Igualdad entre mujeres y hombres” (Ayuntamiento de Granada); Premio “García Caparrós” (Fundación Memoria y Cultura). A su vez el Ayuntamiento de Rute (Córdoba) la ha nombrado “Hija Predilecta”.

 

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