Presentamos, en versión de Manuel González Rincón, algunos textos del poeta y activista griego Tasos Livaditis (1922-1988) pertenecientes al poemario Descubrimiento, publicado en 1977. Fue miembro de la resistencia durante la segunda guerra mundial.
Regreso de la farmacia
Sucedió sin que nunca supiera cómo – mi madre tenía
dolor de cabeza, recuerdo, y me mandaron a la farmacia;
a la vuelta, es verdad, me entretuve un poco, me burlé
de un viejo, espanté dos pájaros de una pedrada,
y en lo que viraba de nuevo la calle
ni casa ni juventud tenía ya.
Tiempo imprevisible
Cuando comienza la negra nostalgia y el ahogado recuerda su casa,
mientras en el dormitorio en penumbra los amantes se ponen de nuevo la máscara mortuoria que dejaron caer
y bajan las escaleras en total soledad – ahora
y hace mil años.
Procedimientos fraudulentos
No hay otra manera posible. Al final, cada cual debe creer en sí mismo.
Cuántos falsos testimonios no han salvado alguna vida.
Aventura
La habitación del hotel era miserable, “tus labios
están brillantes”, le digo, “sí”, me dice, “es por el
pintalabios, “claro”, le digo, “el pintalabios es siempre
imprescindible” –
y pensé en las madres que creen que han parido,
mientras no se oye sino el llanto de la eterna aflicción
entre los pañales…
Éxitos personales
A menudo, mientras caminas por la noche en completa soledad,
algo te toca en el hombro,
te vuelves entonces – y sientes de golpe lo vano
de la existencia. Pero no te afliges
como si fueras el primero en descubrirlo.
Habitaciones vecinas
Miserables escenas nocturnas, palabras anodinas, el olor
del niño sin bañar,
el viejo que se adormece en su silla, pequeños adulterios
durante el sueño, las estaciones, (¿qué estaciones?) –
mientras en la habitación del vecino se oía una música,
como si alguien se curase de la temporalidad.