Proponemos la lectura de un poema Ted Hughes (1930-1998) en la traducción de Eva Cruz Yáñez. Ted Hughes es uno de los poetas británicos más influyentes del siglo XX. En 1974 recibió la Medalla de Oro de la Reina a la Poesía. Desde 1984 hasta 1998, el año de su muerte, fue el poeta laureado del Reino Unido. El poema “Canción de amor” pertenece al poemario Crow (1970, 1972), y fue escrito entre 1966 y 1969, después de las muertes de Sylvia Plath (1963), de Assia Wevill y de su hija Shura (1969). Según el propio Hughes, Crow es su mejor libro de poemas.
Canción de amor
Él la amó y ella lo amó
Sus besos absorbieron todo el pasado y el futuro de ella, o lo intentaron
No tenía ningún otro apetito
Ella lo mordía lo roía lo chupaba
Lo quería completo dentro de ella
a salvo y seguro por siempre
Los chillidos de ambos aleteaban hasta las cortinas
Los ojos de ella no querían que nada se escapara
Sus miradas le clavaron las manos las muñecas los codos
Él la apretó con fuerza para que la vida
no la arrancara de ese momento
Él quería que todo el futuro cesara
Quería volcarse rodeándola con los brazos
desde el borde de ese momento hacia la nada
o la eternidad o lo que hubiera
El abrazo de ella era una enorme prensa
que lo imprimía en sus huesos
Las sonrisas de él eran los desvanes de un palacio de ensueño
a donde el mundo real nunca llegaría
Las sonrisas de ella eran picadura de araña
que lo inmovilizaban hasta que sentía hambre
Las palabras de él eran ejércitos de ocupación
Las risas de ella eran intentos de asesinato
Las miradas de él eran balas dagas de venganza
Las de ella eran fantasmas en el rincón con horribles secretos
Los susurros de él eran látigos y botas militares
Los besos de ella eran abogados que escribían diligentes
Las caricias de él eran los últimos anzuelos de un náufrago
los ardides amorosos de ella eran rechinar de cerrojos
y los hondos gritos de ambos se arrastraban por el piso
como animal que arrastra enorme trampa
Las promesas de él eran la máscara del cirujano
Las promesas de ella le quitaron la tapa del cráneo
para hacerse un prendedor
Los votos de él le arrancaron todos los tendones
Le mostró cómo hacer un lazo de amor
Los votos de ella guardaron sus ojos en formol
hasta el fondo de su cajón secreto
Los aullidos de ambos se clavaban en la pared
Sus cabezas se apartaron en el sueño como las dos mitades
de un melón partido, pero es difícil detener al amor
En su sueño entrelazado intercambiaron brazos y piernas
En sus sueños el cerebro de uno tomó al otro de rehén
En la mañana cada uno llevaba el rostro del otro
Lovesong
He loved her and she loved him.
His kisses sucked out her whole past and future or tried to
He had no other appetite
She bit him she gnawed him she sucked
She wanted him complete inside her
Safe and sure forever and ever
Their little cries fluttered into the curtains
Her eyes wanted nothing to get away
Her looks nailed down his hands his wrists his elbows
He gripped her hard so that life
Should not drag her from that moment
He wanted all future to cease
He wanted to topple with his arms round her
Off that moment’s brink and into nothing
Or everlasting or whatever there was
Her embrace was an immense press
To print him into her bones
His smiles were the garrets of a fairy palace
Where the real world would never come
Her smiles were spider bites
So he would lie still till she felt hungry
His words were occupying armies
Her laughs were an assassin’s attempts
His looks were bullets daggers of revenge
His glances were ghosts in the corner with horrible secrets
His whispers were whips and jackboots
Her kisses were lawyers steadily writing
His caresses were the last hooks of a castaway
Her love-tricks were the grinding of locks
And their deep cries crawled over the floors
Like an animal dragging a great trap
His promises were the surgeon’s gag
Her promises took the top off his skull
She would get a brooch made of it
His vows pulled out all her sinews
He showed her how to make a love-knot
Her vows put his eyes in formalin
At the back of her secret drawer
Their screams stuck in the wall
Their heads fell apart into sleep like the two halves
Of a lopped melon, but love is hard to stop
In their entwined sleep they exchanged arms and legs
In their dreams their brains took each other hostage
In the morning they wore each other’s face