En 1983, en Los libros del Fakir de la editorial Oasis, se publicó Luxumei o El traspié de la Doctrina de la poeta chilena Cecilia Vicuña (Santiago, 1948). Proponemos la relectura de dos poemas del periodo 1966-1972.
Carlorubindo antes de los diez años
Ésta era una pequeña alemana bizca
luego de masturbarte una semana
saltas la reja de fierro
y la haces acostarse
no hay nadie en la casa
primero se sube el vestidito
y luego se baja los calzoncitos
y la alemancita quietamente
se deja acariciar las nalgas.
“Bajemos la persiana verde,
no le digamos a nadie,
volvamos por Guillermo Franke.”
Después de todo, en el futuro
uno cumple 10 años y le dice a la alemana:
“Tiéndete de boca” una alemancita bizca
de pelo gris, sin mucho ni poco,
una carne blanca y después la confesión
para poder hacer la primera comunión.
LUXUMEI
Necesito decir
que mi atavío natural
son las flores
aunque me vestiré
de un modo increíble
con plumas
dientes de loco
y manojos de cabellera
de Taiwan y Luxumei.
Cada vez que estornudo
se llena el cielo de chispas
hago acrobacias
y piruetas endemoniadas
cada noche
me sale una espalda adyacente.
Soy de cuatro patas
preferentemente,
las ramas
me saldrán por la piel,
estoy obligada a ser
un ángel con la pelvis
en llamas.