“La noche amarilla. 33 + 1 voces de la poesía uruguaya actual” es un dossier que ha preparado Marisa Martínez Pérsico para los lectores de Círculo de Poesía. Su objetivo es visibilizar y difundir un repertorio de voces que se inscriben en distintas tradiciones líricas, es decir, mostrar una parte de lo que acontece en la poesía oriental a partir de cuatro criterios: diversidad discursiva y/o estética, integración equitativa de poetas mujeres y hombres, integración generacional (de por lo menos cuatro promociones etarias) e inclusión de poetas que escriben fuera del país (en Argentina, Brasil, México, España y Suecia). [Lee la introducción a esta muestra aquí] .
Leemos «Velo por mí» y otros poemas de Tatiana Oroño (San José, 1947). Es poeta, ensayista, crítica, curadora. Profesora de Literatura egresada del IPA (1973). Destituida durante la dictadura cívico-militar. Profesora de Lengua y Literatura Españolas (Diploma AECI – ICI, Madrid, 1992). Completó y aprobó cursos de Maestría en Literatura Latinoamericana (FHCE, UDELAR. 2001-2003). Investigadora Asociada a la Academia Nacional de Letras (ANL). Su obra ha sido incluida en el Programa Oficial de Literatura, 1º Bachillerato (2006). Jurado en concursos oficiales de Poesía, Artes Visuales, Proyectos editoriales (MEC; IMM). Representó a Uruguay en festivales y ferias internacionales. Co-traductora de Reflexiones sobre la poesía, de Armindo Trevisan (Montevideo, Monteverde, 1998; México, Plaza y Valdés, 2004). Cofundadora de la Casa del Autor Nacional (1983). Cofundadora de la Casa de los Escritores del Uruguay (2003). Coorganizadora del Primer Encuentro de Literatura Uruguaya de Mujeres(Montevideo, 2003). Coeditora de La palabra entre nosotras (actas del Primer Encuentro de Literatura Uruguaya de Mujeres, E.B.O., Montevideo, 2005). Convocante, coorganizadora y participante de la exposición interactiva de género Joya x Joya (Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo, 2008-2009). En poesía publicó El alfabeto verde (Ed. de la Balanza, Montevideo,1979); Poemas (Premios Concurso “12 de Octubre” diario El Día– Embajada de España, Ed. Arca, Montevideo, 1982); Cuenta abierta (Ed. Arca, Montevideo, 1986); Tajos (Ed. Arca, Montevideo, 1990); Bajamar (Menciones Concurso Feria Nacional de Libros y Grabados, Montevideo, 1996); Tout fut ce qui ne fut pas, ed. bilingüe (Autre Sud – Les Écrits des Forges, Marseille, 2002); Morada móvil (Ed. Artefato, Montevideo, 2004); La piedra nada sabe (Casa editorial HUM – Estuario, Montevideo, 2008); Ce qu’il faut dire a des fissures, ed. bilingüe (L’Oreille du Loup, Paris, 2012), Estuario (Casa editorial HUM – Estuario, Montevideo, 2014) y Libro de horas (Autobiografía poética. Casa editorial HUM – Estuario, Montevideo, 2017). Premios Bartolomé Hidalgo (2009) y Juan José Morosoli (2009). Mención Poesía Premios Nacionales de Literatura (2016). Finalista Premio Bartolomé Hidalgo (2017). Editorial Lisboa (Buenos Aires, 2019) acaba de lanzar reedición de El alfabeto verde [Ediciones de la Balanza, Montevideo, 1979]. White Pine Press (U.S.A.) anuncia publicación de la antología Sitll Life with Defeats / Naturaleza muerta con derrotas con traducción de Jesse Lee Kercheval.
VELO POR MÍ
me concedo
cuidados. Acontece
que hago
por mi vida.
Segrego mi capullo como un ajuar
trenzo mi última edad me envuelvo
en mis edades. No he
de entrarme
en años
sin tomar providencias. He de hilar
la crisálida. Perlada
de roturas. Suturada de nudos.
Ensaliva su seda la devana
el abdomen
con tacto secretor con oficio
envolvente. La boca
desdentada no deja de lamer recubrirse. En esta larva ungida
de babas cuidadosas
cicatrizan suntuosas cabelleras o medran algas
de doble densidad
y canutillo
acuáticos caireles y pinzas de cangrejo. El desgaste
emparenta lo dispar muele la cáscara tritura los relámpagos
en cada caso. El capullo es un nido
que se autodestina. El capullo
de añarse de añejarse. Lo he cosido
con agujas y dientes con las muelas más fuertes
con pechos y caderas. Es labor de mis días. Muselina
envolvida
en derredor. Membrana
que me enjoya.
MI MADRE
acreería creerá me cree.
Voy hacia ese acrecer ese creer.
Caer en ese cántaro. Decaer en el pie de esa fe.
De ese mirar.
Mi madre mira. Abre camino.
Camino hasta el mirar. Voy hacia él. Le creo
lo que brilla
en el ojo.
Tras él. Tras él le creo.
Lo que no se le ve.
El vino de tu copa
no es dorado
es un alto color estremecido
un óvalo de polen
un alto amor amargo
Es una lava muda y sobornada
por el iris mojado que recojo
en la piel transitiva de la lengua
es una voz sin carne
y desunida
que me quema.
Como la flor de la tuna
cuello de cisne
o dama de la noche
abre en lo oscuro
el sol
de su garganta
que la corola numinosa alumbra grávida
y sus estambres tiemblan
y sus pétalos ceden
a la ley de expansión y a la blancura
así cede la tierra
a la verdad
del hueso:
como a una flor nocturna
lo revela
este esqueleto: un haz de pétalos.
(Memoria del maestro Julio Castro)
CONSTRUIR
en el polvo
cimentar en la lava
excavar en el aire
apuntalar en punto imaginario
sostener la mirada
contener el aliento
levantar el andamio.