Un poema de Mark Stand para la cuarentena

Gustavo Osorio de Ita traduce un poema de Mark Strand (1934-2014). Entre sus numerosos trabajos destacan Sleeping with One Eye Open (1964), Reasons for Moving (1968), The Continuous Life (1990), Blizzard of One (1999) y Man and Camel (2006). Sus poemas, dotados de un lirismo inconfundible, se caracterizan por su estilo directo; apelan a lo concreto, lo cotidiano y anecdótico, pero también son escenario para la reflexión sobre el oficio poético y el lenguaje: la inacabable lucha por decir lo indecible. Fue declarado Poeta Laureado en 1990 y ganador del Pulitzer en 1999.

 

 

 

 

Cuando terminen definitivamente las vacaciones

 

 

Será extraño
Saber al fin que no podría durar por siempre,
La voz certera diciéndonos una y otra vez
Que nada iba a cambiar,

Y recordar también,
Pues para entonces todo habrá acabado, en la forma
En que las cosas acababan, cómo desperdiciamos el tiempo como si no hubiese
Nada por hacer,

Cuando, en un destello,
Cambió el clima y el aire sublime se volvió
Insoportablemente pesado, el viento sorprendentemente torpe
Y nuestras ciudades ceniza,

Y también sabiendo,
Aquello que nunca llegamos a sospechar, que esto era algo como el más majestuoso
Verano, excepto que las noches eran más cálidas
Y las nubes parecían resplandecer,

E incluso entonces,
Ya que no habremos cambiado mucho, nos preguntaremos qué
Será de las cosas y quién nos quedará para hacerlo
Todo de nuevo,

Y de alguna forma intentaremos,
Pero aun incapaces, saber exactamente qué fue
Aquello que salió tan enteramente mal o por qué
Estamos muriendo.

 

 

 

 

 

 

When the Vacation is Over for Good

 

It will be strange
Knowing at last it couldn’t go on forever,
The certain voice telling us over and over
That nothing would change,

And remembering too,
Because by then it will all be done with, the way
Things were, and how we had wasted time as though
There was nothing to do,

When, in a flash
The weather turned, and the lofty air became
Unbearably heavy, the wind strikingly dumb
And our cities like ash,

And knowing also,
What we never suspected, that it was something like summer
At its most august except that the nights were warmer
And the clouds seemed to glow,

And even then,
Because we will not have changed much, wondering what
Will become of things, and who will be left to do it
All over again,

And somehow trying,
But still unable, to know just what it was
That went so completely wrong, or why it is
We are dying.

 

 

 

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