Poesía peruana: Julio César Barco Ávalos

Leemos nueva poesía peruana. Leemos a Julio César Barco Avalos (Lima, 1991). Es Autor de los libros Me da pena que la gente crezca (Arteidea Editores, 2012), Respirar (La Chimba Editores-2018-Premio Gremio de Escritores), Arquitectura Vastísima (Editora Huachumera-2019-Premio Huauco de Oro), Arder (gramática de los dientes de león) (Editorial Higuerilla-2019), La música de mi cabeza-volumen 7 (Lenguaje Perú -Editores) En novela, este 2019, presentó Semen (música para jóvenes enamorados) (Lenguaje Perú- Editores) Ese mismo año, fundó la web lenguajeperu.pe Fue fundador y director del grupo TAJO. Este 2020 sorprendió al público lector al editar cuatro libros en tiempos de Covid 19: Des(c)ierto (Metaliteratura, Argentina 2020), la re-edición de Semen (Metaliteratura, 2020) y dos volúmenes en Colombia: Sistema Operativo (SO, 2020) y Copiar, cortar, pegar, cargar (Obra Abierta, Colombia, 2020). Actualmente es redactor de Literalgia y Lima Gris y gestor del proyecto cultural Poético Río Hablador, que desarrolla proyectos de poesía en El Agustino y dirige la web Lenguajeperu.pe, que es una nueva bitácora nacional de poesía y arte peruano y latinoamericano. Obtuvo una mención honrosa en el XI concurso Poeta Joven del Perú (2020) con el poemario Semilla Cósmica.

 

 

 

 

1.ABRIENDO UN VIEJO CUADERNO DE FAYAD JAMÍS VIERNES POR LA TARDE

 

En el invierno del verano describo mis ojos, yo
el animal laberíntico que aún sueña
        abriendo los cuadernos
entre las salas partidas la partitura de la vida.

Los viejos amantes compran
         pan seco en las bodegas.

Este poema empieza aquí.
Insensata manera de repetir el cuerpo;

Esto es el poema
Nada más que una línea temblorosa que es
verso soñado.

Mientras la ciudad se hunde en la depresión
Mientras yo separo signos y pétalos.

Yo soy el que vigila tu nombre.
Soy el que observa
                      desde su ventana el vecindario
apenas ilumina por los postes de atardecer.
Los más hermosos jóvenes se lanzan
                     de las Torres Eléctricas.

¿Los más hermosos jóvenes
                     se lanzan de las Torres Eléctricas?

Mi pelo largo ahora es una jodida forma de
                     caminar a contra viento.

Marinero de pampa, tierra, asfalto, pollería.
Se suicidan las muchachas en sus cuartos
Ayer estuvo excesivamente triste todo
Todo se volverá a repetir o bifurcar igual
Da lo mismo: empecé otro poema y regresé
Al mismo:

  1. Objeto inerte temblorosamente dispuesto
    Sobre la mesa.
  2. Calle cerrada como destrucción y deseo.
  3. Movimiento de máquinas & cuerpos.
  4. Este poema empezará cuando todo estalle.
  5. Nuestros cuerpos se derruyen.
  6. Organizamos un concierto en un cuerpo predispuesto al gozo
    A corregir este. Bien.

                                  Volveremos a caminar.
Yo soy el mismo que dibujó
                                  hace siglos en tu vientre
                                                        Un fúlgido laberinto de mil Girasoles.
Nos repetimos en las constelaciones.
                                                         Mi sabor de fruto embriagaba tu pelo.

 

 

***

 

Una pieza de jazz siseando en tu cuerpo.
Todo cambia y brota y se multiplica.
Los poemas que repetimos ahora son vacuidad
La nada una flor lila.
¿Algo místicamente reconocible
cuando somos ausencia
mirando detrás de las ventanas?
Los beatniks han muerto
Y Gary Snyder recorre
Las montañas solitarias.
Yo recorro la noche.
Tú mandas tus poemas a otros países.
La lectura del poema
Lleva a la comprensión de su naturaleza.
Nada personal.
Mi voz poética mutaba en los vecindarios
donde preparábamos lentejas
Y hervíamos nuestras tristezas
Mi yo poético nace
Lila azul triste repleto de nubes
Que no menguaban el hervor de los apios
Y así nos amamos
Ambulancias recorren la ciudad
Entre Oscilaciones y Semblanza Digital
En el fornicio
De los cuerpos silenciados
en el único Concierto que damos
A la época
en el único movimiento posible.
El Concierto de nuestros ojos claros verdes abiertos
Al absoluto misterio
A las fábricas incendiadas y a los terrales
¿Se arrojaron hoy los jóvenes de la Torre Eléctrica?
Y somos Y corremos
Y hace frío en esta maldita ciudad
Eso es mi arte poético: nuestro salvaje
Hambre,
el viento sacudiendo tu rostro.
Vago. Camino.
Escucho. Observo.
Yo soy toda esta loca película donde
Verbo es belleza y lucidez un cuerpo
Buscando a otro.
Yo te busco.
Este modo mío de huir es pronunciar tu
Nombre.
La limpidez de una cena
bien preparada.
A veces, habitaciones o versos
A veces, Stefan Joyce o Li Po
Mientras cortábamos un tomate
Fresco como la diagonal que
Recorre mi cuerpo cuando toco el tuyo.
Cuando en el tuyo vuelvo al mío
Me reconozco vacío entre la multiplicación y el barro.
Cuando siseo tu nombre
En la bruma de los corazones.
Esta e(s)ra mi época.
Oh calles, lamento tanto volver
A vivir todo nuevamente
El poema será una habitación helada
El poema serán dos cuerpos
El poema serán algunas imágenes oscuras que yo
Suelto suavemente entre
Los axiales de Terror y la Gloria.
El poema será un camino entre el fuego.
El poema será un astro.
El poema será una forma de sentirse abstraído: un estado entre la multitud.
El poema será la imagen de un hombre contemplando los vidrios desde una ventana.
El poema será mi mano buscando la tuya.
El poema es un ángel sobre mi soledad.
El poema es un zapato perdido.
El poema es tu cuerpo
El poema es tu boca.
El poema es mi destino
Partido en el desasosiego.
Sábado sin ti.
Desaparecimos en el alba  desasosegada
Que aplastaste en una lata
 de cerveza.
El cuerpo del poema silenciosamente añorado
cuando éramos dos locos adolescentes
Buscando saciar nuestros abismos
Oh Lima llévame lejos de Légamo Menor
De los astros multiplicados en mi Falo
Conversación sentimental relativamente común
Frente a los Siglos
Repitiendo el laberinto del cuerpo
Laberinto que silenciosamente observé dentro de mí
Dentro de otros,
Dentro del Otro total que es la Orbe
Y mi mente abriéndose entre los resquicios
De los días / Humo de las calles negra oración de la tuna
Siempre añoraremos el mismo poema
Que perfectamente nos conduzca a nosotros mismos
Laberinto dentro de Nuestra Música
Música que croaba dentro de nuestra circunferencia
Y he reescrito nuestra vida:
Paisaje de sábado o viernes por la noche
Buscando amor en las calles largas duras y
Todo el asfalto era la grieta perdida de tu rostro
Nos amanecimos buscando un cebiche en Puente Piedra
Aún te hago el amor mientras el año se cierra con
Un poco de ron en el cuarto
10 lucas es todo lo que tengo en mi cuenta bancaria
Y ando solo &
El poema
               es un juego de mentes dentro de nuestra intensidad
El poema
               es el salvoconducto a nuestra temporalidad
El poema
                  es el concierto de nuestra honestidad
El poema
                  es el concierto de nuestra década
El poema
                  es tú cuerpo, Antonio, Mara, calles, Miguel,
Ovidio, Málaga, Omar, Agamenón
El poema
                entre rosas y copas ropas y la transpiración
Del incendio de los colores cayendo sobre
Tu vientre: fuego fatuo, belleza, paisaje, poema, teorema
De caos, incendio, cuerpos que yo deliciosamente
Convertí en mi alquimia. Párpados
De la loca ciudad donde bailo o juego soñando
Este ramillete de rosas húmedas que terminó
Siendo mi voz y mi cuerpo, pasión que es caos
En mente despierta por donde me deslizo
Para conocer tus ojos: ¿qué es
La Obra Literaria? ¿Cuáles sus métodos
En la garúa de rostros y símbolos
En el semen de infinitos que es la realidad?  Ah, maldito verano, ramplón
En el tedio de las jovencitas amargas
Y la decidía bordó sobre mi cabellera una larga
Mueca, un largo ritmo de flores amargas. 
La velocidad de mi ritmo. Y aquí empezamos
Este nuevo cuaderno para proteger a mis ojos
De la necedad de un mundo cada día más deplorable.
Y atrás, quedaron los cuerpos que silenciosamente amé
Y atrás, mi casa y la luz de las ventanas, y el
Cariño terrible que nadie supo dar. Y aquí,
En la vitrina de la soledad, entre los jardines de tedio,
Repito virulentamente tu cuerpo, añoro
increpo beso embisto sueño relampagueo tu voz
Intensamente la voracidad de nuestros cuerpos.
Y desesperación me dio este mundo que yo
Encendí con la claridad de mi mente.  Y ahora no me baño y ando solo,
Perturbado entre calles y ermitañas sonrisas.
Y la poesía era algo que incansablemente repetíamos:
Calles, cuerpos, piezas de una balada que coloqué en tus ojos,
Insomnio, versos de Borges o Gelman, una balada
De Manzanero mientras buscaba el epígrafe idóneo
Para sencillamente mostrar mi intensidad.
Perseguir la escritura era el verso mismo.
El verso mismo mutar en la pluralidad de yoes.
No me basta la perfección, no deseo el absoluto.
Pensamiento abstracto como un aforismo traducido de inglés
Al francés, al español
Que sencillamente nos revela el caos de una mente pulida
Como pensamiento de Kavafis
Mientras tocaba tu puerta y abrías una tranquila página
De M. Proust. Creo que nada más nos queda.
Salvo comprar ediciones antiguas de Verástegui
Buscar un tomo de Eminescu para usar sus versos
A modo de epígrafe
Andar, Caminar, Respirar, Arder
Vivirlo, habitarlo como un extraño fuego que atosiga.
Cantarlo, llorarlo, habitábamos el verso como un verano
Abierto con short y miedo a salir a las calles
Eso fue el mes más triste.
No deseo sino mi cuartito donde sueño versos
O calles o paisajes que son necesariamente otro asunto.
Otro asunto que describir el curso de tu mente
Dentro de ordenadores silenciosamente tristes.
Y mi tristeza son kilómetros de versos
Que algún día soñaré para ti mientras
Te extraño entre las azoteas y soledad, soledad
Y gatos abriendo bolsas negras de basura,
Lágrimas negras de mi soledad todavía rabiosa
Convertida en un pequeño himno aterrizando en las alitas
De los lepidópteros. Y es verdad, ando depresivo
O triste o con mil girasoles rebeldes dentro de mis párpados
Y mis párpados es toda mi loca mente repleta de Yoes
Que, como señala Julio Herrera en verso métrico,
Es el estremecido Yo antes del barro de la masa.
La Estremecida Época sobrecogiendo tiernamente tu sexo.
And you shine so brilliantly.
Oh fiesta, Lima es mi burda ciudad y mi país
Lima es una luminosa melodía creciendo alegremente
y mi burda manera de caminar y observar y arañar mi música
Dos jóvenes acechados por el odio buscando
Un cuartucho donde amarse.
Y sí, soy un niño y te amo, y callaré cuando te
Desnudas y me desnudo y somos este país
Abierto, destrozado, cuarteado como tus labios.
Y por eso fue que escribí este poema y empecé otro
Dentro del mismo eje axial de tu boca.
No este, de elegir y seleccionar en el grosor
De sentido el que más. Y qué más da haber
Sido el fuego si hoy no somos sino dos
Silenciosas verdades. Tan lejos del amor, hablo,
Tan lejos de los sentimientos desvaídos
Que rechazo mi voz del otro año, mi soledad
Ahora escrita entre papeles y cubiertos
Y esta necesidad de andar o pasearnos tranquilamente
Por cuartos. Me quedé mirando a una mosca
Que volaba por encima del tomo de dos de la Obra
Completa de Neruda. Y abrí ese librito de Fayad, el cubano, Jamís.
Días de aburrirse e inmediatamente escribir la convulsión

Y convulsión son miles de calles o dolores. Y todo mi poder
Es clavarte mis ojos ahora que sollozas entre
Tus recuerdos: calles, casas, país destrozado, abril
Es el mes más pendejo, lo sabes, hay que trabajar
Para pagar los recibidos, luz, calles, canciones
Y también me acuerdo que dormimos en el ojo
De una madre recién preñada.

 

 

 

 

3.PROGRAMAR LENGUAJES

 

                  ¿Qué hago? ¿Te doy mi amor y sufro
o lo doblego ante mí como fruto seco o flores lánguidas?
                 Las Máquinas no sueñan una estética
Del cuerpo, un arte que erotice la forma alquímica
                 Del lenguaje. Repiten Programas.

Platón nos arrojaría del templo y yo haría un rock
                 Donde hablo de ti y de mí
En el tejido de los cuerpos/ en el algoritmo de las tardes
Como esos dos ladrones que huyen de la policía.

                Yo haría un rock perdido en la ciudad.
También era la mística de algunas páginas de
               Frenético alborozo: Gurdjieff digamos.  Lunes de lentejas,
Calles, cuerpos, asfalto y necesito verte.

                Hablarte de mi angustia y mostrarte que
Claridad del cuerpo se desvanece cuando atamos nuestro
                Nervioso misterio, nuestra penetración
                Sobre los dinteles de las horas, sobre las matas
Liliáceas de cuerpo, Oh Sol repetido, Oh mácula
                De tiempo
                En la repetición de las horas.

 

 

 

 

4. CAMINAR

 

Ya nada en estas calles me ata a lo que deliciosamente amé.
Y mi poética fue desnudarnos aquellos años,
O jueves, o viernes, o abril, o marzo, quién sabe
Si todavía hay calendarios donde tiembla tu sexo y el mío
Cuerpos son todo, y todo es máquina hasta que no
Suceda el cosmos interno y se despliegue
Entonces despiertas, despiertas y atas mi voz a otra película
Otra situación mental: y eso será mi delirio
O verso compulsivamente triste que coloco sobre tu Belleza
Y no hay hermanos, ni amigos y todo hiere, destroza mi paz
Avenidas largas donde meto las manos al bolsillo
Y camino sintiendo la luces amarillas naranjas
Por estos puentes Roban o Fuman Chibolos aún
Pequeños para comprender el verso.
Esta tristeza que llevo en mí es mi ciudad y también tu nombre.
Perros en el segundo piso Y niños armando
Juegos de pelota Mientras ningún amor
Sacude mi ser Y debo volver a casa
Pero esta sociedad es tan terriblemente violenta
Caigo en mi mismo para no destruirme.
Y no destruirme es intentar este concierto
Para nadie, es cierto.
Celebro tus ojos, oraciones tranquilas
maltrechas por este mismo asfalto sin
Otro amor ni testigo que los cuerpos multiplicándose
Ni otro cielo que una lata de atún y limones frescos.
Yendo eternamente en micros.
Oh soledad y epitafios, calles y cuerpos.
Nuestro espacio de pensamiento abstracto.
Y sí, a veces nuestro pensamiento se
Situaba en su propio laberinto, decoro del amor,
Encaracolado a verse a sí mismo
Vuelto piedra, manjar dulce, zafio amor; todo poder Perdido
En nuestras manos. El amor apenas una piedra
Que a veces coloco en mi vacío pecho. Y nada es o fue
O será ese verano pero te extraño mirando los cordeles viejos
¿Y qué es extrañar a alguien sino un poema
Medianamente inútil como estas avenida repleta de luces?
Oh mi vieja ansiedad embalsamada de la depresión
Que tanto destruye mi cerebro
Las casas de la noble clase media y los suculentos abismos
Las casas de la nomenclatura científica del amor:
Cucharas oxidadas, hierbajos tristes, té caliente, pop corn.
Y yo coloqué mi cuerpo en tu cuerpo, y yo coloque mis ojos en tus
ojos.
“El arte procede del cerebro, no del corazón”, susurró
Ella. Desvestirnos es parte de arte: llevar la piel en el alma
Del verbo que damos.
Y gocé de tu cuerpo: tabú, palabra marchita, epitafio de Luz
Que ubico silenciosamente frente a ti.

 

 

 

7. PRECIPICIO DE YOES

 

yo que no puedo hacer nada con mi vida/yo que no puedo tener un trabajo estable aspirar a una vida cómoda/yo que grité tu nombre en los mercados/yo que hablé de poesía a las 4 de la mañana/ yo que me perdí por Tacna buscando amor/ yo que he visto el dinero trabajar con mis patas/yo que me perdí todos estos años amándote a la luz de las aves/yo que me enciendo con cualquier cosa/yo que busco cada noche amor/yo que soy estúpido/yo que me angustio demasiado/yo que enloquezco a tu lado/yo que tibiamente te beso/yo que te busco/yo que te encuentro/yo que te pierdo/yo que te nombré para estar juntos/yo que perdí todo/yo que renuncie a todo/yo que no sé ganarme la vida tener algo fijo/yo que solo escribo como respiro/ yo que te busco en todos los cuerpos/yo que no cultivé la vida sedentaria y enloquecí en el resplandor de las drogas/y flores ácidas/yo que prefiero vagar a /ser un tipo serio/ yo que prefiero mi ternura de tostada y mantequilla/yo que hago huequitos para que respiren las plantas/yo que me gasto mi dinero en vinos/yo que no sé pagar deudas/yo que amo locamente/yo que soy un tonto/yo que me canto/yo que busco gozo/yo que acaricio a mi gata/yo que escribo miles de poemas/yo que no escribo ningún poema/yo que camino con chancletas por las calles/yo que no sé dónde andas /yo que eternamente me aburro de todo/yo que te digo millones de dulzuras/yo que te invito a tomarte un buen trago/yo que canto yo que canto/yo que me escondo/yo que trabajé algunos años buscando el amor/yo que no tengo dinero para invitarte una gaseosa/yo que amo/yo que le rezo a todos mis dioses/yo que goce de nuestros frescos cuerpos/yo que soy un ave salvaje/yo que busco pese a todo el amor/yo que soy desordenado e iracundo/yo que siempre te busco/yo que nunca me encuentro/yo que no soy feliz/yo que una vez encontré a dios en mi vaso de agua/yo que no soy guerrillero ni hormiga/yo que no soy nada/yo que soy nadie/yo que me hice un árbol nítidamente vivo y proclamé mi incendio a tres ebrios/yo que solo sé correr como un loco/yo que enloquecí mil años en la selva del signo/yo que estudié los procesos alquímicos del ceviche/yo que estoy profundamente solo/yo que me desnudé frente a todos/yo que me corro de los compromisos/yo que me celebro siempre a mí/yo que no me celebro/yo que me paré en una mesa y grité mi gloria a las moscas/yo el fugitivo/yo que no acepto la medianía/yo que amo y me alboroto/yo que sucumbo ante la belleza y la ciencia/yo que miro todas las estrellas/yo que celebro todas las vidas/yo que canto todos los sueños/yo que vivo todas las estrellas/yo que contemplé el mecanismo absolutamente delirante del orbital de un átomo/yo que nunca puse una bomba en un centro comercial/yo que no tengo una obra profunda y excesivamente tierna/yo que soy caótico e intenso/yo que soy todos los hombres del mundo/yo que soy todas las mujeres del mundo/yo que no termino de ser yo/yo que vivo y amo como un animal/yo que vivo y amo como un animal/yo que vivo y amo como un animal/yo locura nítida de diamante/ yo bosque luminoso del signo/yo que nazco…

 

Del libro Arder (gramática de los dientes de león)

 

 

 

 

 

También puedes leer