Poesía peruana: José Gabriel Cabrera Alva

Leemos poesía peruana. Leemos dos textos inéditos de José Gabriel Cabrera Alva (Lima, 1971). Estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Fue director de la revista de literatura Ajos & Zafiros. Ha publicado los poemarios El libro de los lugares vacíos (Dedo crítico, 1999), Canciones antiguas (Editorial San Marcos, 2004), Ombligo de ángel (Pájaro de Fuego, 2007) y Del mal amor (apuntes de la era de la violencia) (Pájaro de Fuego, 2016). Ha obtenido el Segundo Premio Adobe de Poesía, asimismo, ha sido finalista en el Premio Copé de Poesía 2003. Poemas suyos han sido publicados en diversas revistas especializadas y diarios del medio, así como en muestras antológicas, entre las que destacan la antología Poesía Perú S. XXI (Fundación Yacana, 2007) y la reunión poética bilingüe de Alemania y Perú Del Alpe y del Ande (Pájaro de Fuego, 2015). Ha traducido, además, a diversos poetas en lengua francesa y ha realizado estudios de Artes Plásticas en la Pontificia Universidad Católica del Perú y en el Centro Cultural de la Universidad Nacional Federico Villarreal.

 

 

 

 

10

 

flores muertas
para la razón
y un extenso cielo
para la caída
las palabras son un círculo de fuego
cuando sueño
busco una palabra sin significado
aldebarán
se transforma en una rosa de vidrio
recuerdo
el sepia hasta borrar mis pupilas
la mirada del cernícalo
recuerdo a las palomas
expulsadas del cielo
cómplices de la caída
el famélico obsequio
de los despojos
la sangre en el horizonte
el terror de las nubes
la seducción coronada de larvas
la carne coronada de montañas
los ojos confusos         por naturaleza
disimulando el delirio
que nos destruiría
casi como jugando
el alfabeto es convocado
a poner en escena la violencia
la lengua implícita
olvidada del rostro
el azufre dibujándote los ojos
de palabras ausentes
el velo errante que nos hace imposible
nombrar     más allá del infinito
el infinito de nuestros propios huesos verticales
flotando en medio de la noche
los despojos ofrecidos para nadie

 

 

 

 

 

11

 

no creo en la verdad
aspiro a volverme ciego
el corazón  el ciervo blanco
los ojos atravesados de violencia
como efigies de brea
los conceptos se astillan
en su tumba de oro en el paladar
como gusanos en los dedos
el cuerpo errando bajo el cuerpo
las manos que no miran
laceradas de belleza
y un caballo trotando en el centro de tu lengua
es de una estupidez increíble
haberlo dicho
los ojos y las manos
crecen como un laberinto
se erizan como una bala
detenida en los labios
todo es perfidia
con una aguja dibujamos nuestros cuerpos
nuestros ojos no tienen forma sino por la distancia
la voluptuosidad con la que temblamos
como ratas
no somos los que creíamos ser
las cosas usuales no nos pertenecen
y sin embargo hablamos como si hubiese certezas
los senos de la bella desconocida desaparecen
con la sensualidad con la que nos iremos de la tierra
soñamos con una ebriedad mayor
los párpados estriados de hormigas
la sangre adorable de la que ya no me acuerdo
el agua que crece con tiernos movimientos
lo que está por venir es también lenguaje
pero yo descreo del lenguaje
juntos revolcándonos como si buscásemos la comunión imposible
es admirable la tierra
es espantosa
nos empuja a arrancarnos los ojos

 

 

 

 

 

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