Poesía peruana: Lily Sánchez Huacasi

Leemos poesía peruana. Leemos poemas de Lily Sánchez Huacasi (Arequipa, 1992). Es poeta, docente, editora, madre y gestora cultural independiente. Ha publicado tres plaquetas de poesía: Des-orden, Rolo-D (La Chimba, 2018) y Suburbios (Ed. Inevitable, 2018), con esta última obtuvo el segundo puesto en el I Concurso de Poesía del Movimiento Lesbia de Arequipa. Ha publicado también los poemarios La calle habla (Zentauro, 2019), Música para Hermes (Zentauro, 2019) y Lúgubre (Pléyades, 2021). Como editora y difusora cultural, ha publicado las antologías literarias OCTUBRE (Zentauro, 2018 y 2021), OCTUVRID-19 (Zentauro, 2020), Tu voz existe (Zentauro, 2020 y 2021, respectivamente), Mujeres territorio (Zentauro, 2020) y una selección de textos del festival Literatura en acción (2021). Además, financió la colección de poesía arequipeña Melodías del Tuturutu. En 2021, publicó una edición especial de OCTUBRE, con ocasión del Bicentenario y una Antología Narrativa Femenina de Narrativa por el Bicentenario del Perú. En 2018 fue reconocida como “Lo mejor del arte y cultura” de su región por Empresa IRIAP, el 2020 fue beneficiada por los apoyos Covid de Mincult y ganó el II Puesto de un concurso de narrativa organizado por la Alianza Francesa de Arequipa, en 2021 representó a su región en FIL Guadalajara – Perú como invitado de honor. Tiene inéditos el libro de cuentos “Matecito de Hierbabuena” y el poemario “La venganza de Moctezúmac”, prepara la segunda edición de su primer poemario “La calle habla” y la musicalización de su segundo poemario.

 

 

 

 

 

El grito del charro mexicano

 

A gritar con amor,
como aquel grito de mariachis.
Aprender Náhuatl
como se aprende el Quechua
a ponernos “horny”
porque me encanta el inglés.
A vivir aventuras de Moctezuma,
empero,
nuestro imperio holográfico cayó
y odié Tonalá
cuál desierto de Sonora,
lloré en Sapopa
y encontré la paz en Pátzcuaro.

Quemé colchones
en San Isidro
y me regresé
a la ciudad blanca
toda negra,
con manchas
resignada.
Encontré
sabias locuras.
Escribo una canción titulada:
“I don’t love you canijo.”

 

 

 

 

 

Turista

 

Perenne duda.
La luz
de madrugada.
El principio
no sabe de limitaciones:
es consciente
cósmico,
lácteo
de madre
de niños que juegan
purezas del camino.
Allá las puertas
se vuelven portales
de visión astral.
Toda la conversación
dibuja cuerpos humanos.

luego de saber
– entre palabras –
recordé
colores
que construían
esplendores,
que nacen,
que mueren
con la conciencia
del tiempo.

Contemplo
décimas de segundos,
el libro de La Divina Comedia.

El mundo
enseña realidades alternas
ambas
somos fallas de matrix
como Dante y Beatriz
El cuadro del museo
observa al turista.

 

 

 

 

 

Fil alternativa

 

Dos de la tarde en Perú.
Tengo cita con tres psicoanalistas
La Navidad Mexicana se vivió en Moquegua
Las posadas se celebran en Norteamérica
No tengo visa para ir a Texas
solo pasaporte de ensueños.

Mi primera Navidad sin mamá,
a mamá nunca le gustó lidiar
pero –madre-
pierde el que se deja ganar.

Navidad sin luces.
Navidad con más espinas que flores.
En Navidad llovizna.
Madre de mis navidades -se acabaron
cuando me quedé varada en México.

 

 

 

 

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