Poesía peruana: María Belén Milla Altabás

Leemos poesía peruana. Leemos algunos textos del nuevo libro de María Belén Milla Altabás (Lima, 1991), Poema de las emociones comunes (Lustra, 2023), y los acompañamos de una breve entrevista sobre poética. Milla Altabás es autora de los libros de poesía Archipiélago (Celacanto, 2016) y Amplitud del mito, publicado en Perú (Alastor Editores, 2018) y en España (Liberoamérica, 2019). Estudió Literatura Hispánica en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es Magíster por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente cursa el doctorado en Estudios Literarios en la Universidad Complutense de Madrid.

 

 

***

 

Alí Calderón

¿Qué te interesa hacer en un poema? O dicho de otro modo, ¿cómo despliegas tu poética en el texto?

María Belén Milla Altabás

Me importa la poesía que intenta revelar las cosas del mundo y que, al mismo tiempo, sigue siendo íntima. Quiero una poesía que desenrede el entramado de compromisos y silogismos que conforman la realidad, ese tejido opaco, con todas sus capas superpuestas y sus escalas, ejecutando el mismo movimiento al interior del sujeto. Una poesía que opere en lo mínimo y lo macro. Esto también es responsabilidad: hablo de una poesía proyectada hacia el futuro, aquella que sabrá comprometerse con el estado de las cosas y con el resto de los sujetos. Pienso en frotar palabras entre sí para generar el chispazo. Para eso es importante que sea una poesía muy arraigada en el aquí y ahora, en los elementos, en este trozo de realidad del que soy responsable. Tengo muchas ganas de destrozarme contra algo que me emocione y a cambio me conceda otros modos de atravesar la realidad y su lenguaje. En el fondo, creo que cuando escribimos lo que hacemos es encontrar una canción (una verdad propia) y cantarla de muchos modos distintos hasta que empiece a sonar con claridad. Tal vez se trate de eso. La poesía por sí sola tampoco cambiará el mundo. Las suyas son victorias más modestas, como echar un poco de luz sobre las cosas, y otro poco de luz de interior, y hacerlo de forma profundamente crítica y agradecida –nunca des por sentado el paisaje, tu lenguaje, la democracia, ninguna de tus creencias–. Me atrevo a decir que la poesía así es como el método científico, una vía de conocimiento desde la propuesta, el ensayo y el error. Un poema que vale la pena limpia una porción del vidrio de lo real. Y permite que otras personas se asomen.

 

Alí Calderón

¿Qué crees que ha dejado de ser importante o qué ha pasado de moda en la escritura de un poema?

María Belén Milla Altabás

Me parece que ya no hay nada sagrado en la poesía y eso otorga una libertad maravillosa para pensar otras formas de escritura. Una que sea desjerarquizada, transtemporal. Un palimpsesto que dialogue y construya pensamiento sin tanta oposición y rigidez, que permita explorar sensibilidades y ponerse raro y hacer una apropiación inteligente de todo lo que haya alrededor. Así es como se reclama un lugar propio en la acumulación infinita de la tradición poética. Es emocionante escribir desde ahí. Pero sin fanfarronería ni frivolidad. Este tipo de libertad exige muchísimo trabajo. Hoy todo es nuestra herencia y cualquier amor es posible. Así que son buenas noticias.

 

Alí Calderón

¿Has leído recientemente poemas que te parezcan significativos o particularmente buenos? ¿Quiénes son los poetas que te entusiasman ahora?

María Belén Milla Altabás

Estoy emocionadísima porque acabo de descubrir a un poeta chileno llamado Diego Maquieira, autor de Los Sea Harrier (1994). Apenas lo leí ayer. Aún estoy agitada. Como si me hubiese enamorado muy fuerte, así se siente. Cuando encuentras un poema, uno solo, que te afecta de esa manera, lo agradeces como si te hubiesen salvado la vida de algún modo. Esas mínimas (gigantes) modificaciones del espíritu –el ánimo, el pensamiento– son reafirmaciones del sujeto en la vida: aquí estoy, siento esto, me enlazo al mundo. Y ese es un triunfo. La palabra es suficiente. Lo mismo me pasó con Dolores Dorantes, cuando me compartieron su libro Estilo. Tiene una lucidez maravillosa, durísima. Me entusiasma igual Ferreira Gullar y su precioso Poema sucio. Desde que lo descubrí este verano, no he dejado de volver a él. Hace poco me ha deslumbrado la poesía objetivista de George Oppen. Me conmueve su poesía de lo pequeño, la constatación del mundo material, su palabra económica y diáfana. También está Laura Vazquez, la francesa que acaba de ganar el Goncourt con Le livre du large et du long. Lo poquito que he leído me ha entusiasmado muchísimo. Y mi santa patrona –no importa en qué momento leas esto–: Anne Sexton. Siempre.

 

 

***

 

 

Selección de poemas pertenecientes al libro Poema de las emociones comunes (Lustra, 2023)

 

 

 

Lo que ignoro de mi amante

 

Será el más beato en su país agrícola
en su discurso habrá tormentas azul
                                               pálido, carnes
desde ahí recibirá el reclamo del sol
sobre qué lugares viene tu cabeza
volando? y otras
                  preguntas
que responderá a la manera común
empellejando toda
                               aquella belleza del cariño inútil
dándome talla suficiente para entrar
en el furioso torneo de las cosas
mi cuerpo será como el de cualquiera
es decir vasto es decir dispuesto
como una traducción sincera del mundo
desde ahí me mirará hasta suavizarme
germinarán las papas y
                             la hierba
                             y los labios altos
habrá lo semejante       habrá la primera edad
del deseo se dirá que es azul y
                                  longitudinal
ya no serán estos los actos nulos de la ternura
será el corazón en grosso modo
lo que hasta entonces era recubrirse será
                                                          y será y será
para romper el mundo del cálculo
con su política solar     con su pene         con su voltio
y el mundo del cálculo se romperá
nos salvarán los bellos enunciados
y en su destello primitivo
él sabrá
sabrá acariciar
el cuerpo campesino de dios

 

 

 

 

Historia del arte

 

Un buen soldado
goza el síntoma y agradece
extremada la síntesis, querido
la terrible belleza
es la mejor escolta
piensa el Veronese
su cuadro de Venus y Adonis
docta niña:
aquí el asombro
Adonis muere cazando un jabalí
es otra forma de entender
los fundamentos geométricos de la belleza
todo alude al sexo y a la caza
si soy tu pequeña bestia
tu contrincante
el jabalí, mi
colmillo curvo
nadie habla del señuelo
la forma en que mi hermoso coño
rasga tu media

 

 

 

 

Le abro delicadamente las piernas a mi esposa

 

Todo lo que obtengo de ti es esta
                                           mañana de huelga
que ha bloqueado la carretera
                                           en el centro de la capital fueron
arremetidos por el dios del progreso
                                           y tu cara y los
decibeles de tu cara
                                           quedaron atrapados en las manifestaciones
de los grupos humanos
                                           en su desplazamiento entre las provincias
en su trayectoria hacia
                                           el cariño
me preguntas si veo la casa que está ardiendo
                                           en el noticiero como un furioso
jardín central
                                           solo yo
puedo oírte sabes ejercemos
                                           la ternura con ferocidad
no te conmoverás por lo real con ningún
                                           fulgor te cuidarás de la muerte
ningún amor congelado podrá con nosotros
                                           una res es solo
una res
                                           come lo que cazas
cuida las instituciones
                                           identifícate con el desarrollo
piensa en el futuro común intenta
                                           recuperar tu rostro
entre las flores
                                           tu ano
hierático
                                           es la soledad que toco
con la parte más blanda de mi cuerpo
                                           el corazón frente al mal
no significa nada

 

 

 

 

 

También puedes leer