Lluvia
Con gruesas pinceladas de tinta el cielo se llena de lluvia.
Finge buscar abrigo pero en secreto reza para que caiga más lluvia.
Por encima del eco del agua, oigo una voz que dice mi nombre.
Nadie se mueve en la ciudad, bajo la lluvia más ligera y leve.
Las páginas de mi cuaderno se empapan, después se retuercen. He escrito:
“Los yoguis abrieron la boca durante horas para beber la lluvia.”
El cielo es un tazón de agua oscura, que te lava la cara.
La ventana tiembla; el vidrio líquido podría convertirse en añicos de lluvia.
Soy un tazón oscuro, que espera que lo llenen.
Si abro la boca ahora, podría ahogarme en la lluvia.
Corro a mi casa como si alguien me esperase ahí.
La noche se desploma sobre tu piel. Yo soy la lluvia.
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