Como cada jueves, presentamos una nueva entrega de Si tuviera otro nombre, serie de poemas de Roberto Amézquita con la Rosa como símbolo. En esta ocasión, la Rosa de Pieria. Pueden consultarse las entregas anteriores aquí: Prólogo y I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII o dando clic al final de cada poema.
IX
Una vez muerta yacerás en tierra
y no habrá recuerdo tuyo ni añoranza ya más:
no tienes parte de las rosas de Pieria.
Safo
Despierta la espina nunca vista al Alba,
sustancia sin hábito, rencor o luz, reflejo
de los días que muertos en el día
son como nosotros,
canto gris de polvo en los peciolos.
Su rosa, brote fanal del huerto carcomido,
es viento y es voracidad, es dilación,
pétalo ardiente bajo tierra,
tegumento oscuro de la conciencia, Rosa
que descascara y cae en muérdago sobre nosotros
con su manto en red y en voces, con su manto
que oscurece al último y al turbio, al ojo
de la única flor que habrá quedado
flor sin abrir en nuestra mente.