Silva de Varia Lección: El Conde Lucanor

Recordamos el Tercer Libro del Conde Lucanor, obra del Infante don Juan Manuel, que es un cuenco de sabiduría y buen humor de nuestra tradición castellana. Nieto de Fernando III y sobrino nieto de Affonso X, redactó estos textos para el goce y recreo de la sociedad de su tiempo. Silva de Varia Lección es una serie de los Apuntes para una literatura ancilar en la que nuestro editor, Mario Bojórquez, comenta y reúne materiales de la antigua tradición iberoamericana.

 

Silva de Varia Lección

Apuntes para una literatura ancilar

Poesía Permutante

Mario Bojórquez

 

El Conde Lucanor de don Juan Manuel

 

Este es un libro entrañable, guarda en sus​​ Ejemplos notables lecciones morales y literarias, cuando pasamos los ojos sobre alguna de las historias del Conde Lucanor y de Patronio de algún modo volvemos a ser niños por un instante, reconocemos en nuestras acciones y en las de los otros, tantos casos como nos han tocado vivirlos, salimos del cuento bañados por una luz nueva, por un claridad que nos deslumbra y regocija. La literatura ejemplar encuentra en este texto su forma más alta, la de instruir y deleitar.

 

Don Juan Manuel fue un personaje de gran importancia para la historia de España, nació en Escalona en 1282, hijo del Infante don Manuel a su vez hijo del rey Fernando III el Santo y sobrino de Alfonso X, el Sabio, a muy corta edad perdió a su padre y a los ocho años a su madre, así, huérfano heredó una fortuna considerable y el feudo de Murcia, inició su carrera militar en la adolescencia defendiendo su territorio de las invasiones moras, y al subir al trono Fernando IV enfrentó el desprecio del monarca con quien contendió en incontables ocasiones y con quien en más de una vez disputó lo que a su derecho convenía, como por ejemplo la definitiva posesión de los territorios heredados y la delimitación de sus fronteras, se vio envuelto en numerosas intrigas palaciegas de las que finalmente no salió bien librado, murió después de años de retiro dedicado a la literatura.

 

El libro se divide en cinco partes, la primera incluye 51 ejemplos o relatos de elevada moralidad, que siempre responden a una misma estructura básica: el Conde Lucanor refiere a su consejero Patronio alguna  preocupación en sus negocios o hacienda y Patronio le cuenta un relato o fábula en el que se comprende la posible solución al conflicto planteado, don Juan Manuel autor del libro, lo manda copiar agregando un dístico como una forma abreviada de la explicación del ejemplo.​​ Son notables​​ los versos que como conclusión​​ o moraleja​​ acompañan a los relatos al modo en que las jarchas mozárabes acompañaban textos de mayor extensión.

 

De entre los ejemplos que más me han gustado del libro, pienso en dos de ellos que guardan el mismo procedimiento narrativo, me refiero al de doña Truhana, una mujer que va cargando una olla de miel en la cabeza y que va pensando que al venderla obtendría un beneficio que le permitiría aumentar su negocio comprando unos huevos de los que nacerían muchas gallinas y con el dinero de la venta de las gallinas compraría ahora algunas ovejas, de modo tal que con las ganancias sería tan rica y casaría a sus hijos con muy buena fortuna. De todos estos sentimientos tan gozosos va alegrándose y riendo que la olla cae al suelo y se quiebra deshaciendo los sueños de la modesta doña Truhana. El otro es el del deán de Santiago con don Illán el mago de Toledo, éste es a mi juicio, el más logrado ejemplo de los 51 que contiene el libro: el deán de Santiago viaja a Toledo a buscar a don Illán para aprender de él todo lo concerniente al oscuro arte de la magia, don Illán se niega a ayudarlo pues al aprender el arte se olvidaría de los compromisos que establecieran como pago por sus enseñanzas, el deán promete cumplir su palabra y don Illán acepta entrenarlo, antes de iniciar el aprendizaje encarga a su sirvienta unas perdices para la cena, aunque le pide que las cocine hasta que él de la orden. Están dedicados deán y mago en las puntuales enseñanzas, cuando le vienen noticias al deán de que ha sido promovido para arzobispo, entonces el mago pide para su hijo el puesto de deán que ha quedado vacante, sin embargo, el arzobispo le niega ese beneficio pues lo ha dispuesto para un hermano, de cualquier modo le ofrece alguna otra oportunidad que seguramente se presentará de ayudarlo, poco tiempo después es promovido para arzobispo en Tolosa y el mago le pide ahora el arzobispado de Santiago para su hijo y nuevamente se lo niega pues ha previsto colocar en ese puesto a un pariente, el mago le recuerda del compromiso que habían establecido por las enseñanzas que él le dedicó y le promete ayudar a su hijo en alguna otra actividad, poco tiempo después es nombrado Cardenal y va a Roma sin conceder al hijo del mago el arzobispado de Tolosa, le pide al mago que le acompañe, pues en la corte de Roma habrá muchas posibilidades de obtener beneficios para su hijo, finalmente es elegido Papa y el mago ya molesto le echa en cara todas las promesas incumplidas, el Papa lo amenaza con encarcelarlo por hereje, el mago se despide y el Papa no le da ni siquiera comida para el camino de regreso, por lo cual el mago le dice que entonces tendrá que comerse las perdices que había previsto para la cena, en ese momento el Papa se encuentra en Toledo en casa del mago y siendo un simple deán como cuando llegó a pedirle su ayuda.

 

Las tres partes siguientes del libro las constituyen una serie de adagios y razonamientos que Patronio prepara para el deleite y aprendizaje del Conde, el libro quinto resume algunos de los misterios de la fe cristiana, explicando su​​ simbolismo. Existen incontables ediciones de este magnífico libro, la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes ofrece en línea esta versión modernizada de los 51 Ejemplos:

 

https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-conde-lucanor--0/html/

 

Aquí recordamos​​ las sentencias recogidas en el Tercer Libro del Conde Lucanor, que me he encontrado modernizadas​​ y con sus cinco libros completos​​ en:​​ Don Juan Manuel,​​ El Conde Lucanor, Club Internacional del Libro, Madrid, 2000, 247 pp.

 

 

 

 

 

 

Escusación de Patronio al Conde Lucanor

 

-Señor conde Lucanor -dixo Patronio-, después que el otro libro fue acabado, porque entendí que lo queríades vós, començé a fablar en este libro más avreviado et más oscuro que en el otro. Et como quier que en esto que vos he dicho en este libro ay menos palabras que en el otro, sabet que non es menos el aprovechamiento et el entendimiento deste que del otro, ante es muy mayor para quien lo estudiare et lo entendiere; ca en el otro ay cincuenta enxiemplos et en éste ay ciento. Et pues en el uno et en el otro ay tantos enxiemplos, que tengo que devedes tener por assaz, paresce que faríedes mesura si me dexásedes folgar daquí adelante. -Patronio -dixo el conde Lucanor-, vós sabedes que naturalmente de tres cosas nunca los omnes se pueden tener por pagados et siempre querrían más dellas: la una es saber, la otra es onra et preçiamiento, la otra es abastamiento para en su vida. Et porque el saber es tan buena cosa, tengo que non me devedes culpar por querer ende aver yo la mayor parte que pudiere, et porque sé que de ninguno non lo puedo mejor saber que de vos, creed que, en cuanto viva, nunca dexaré de vos afincar que me amostredes lo más que yo pudiere aprender de lo que vós sabedes.

-Señor conde Lucanor -dixo Patronio-, pues veo que tan buena razón et tan buena entençión vos muebe a esto, dígovos que tengo por razón de trabajar aún más, et dezirvos he lo que entendiere de lo que aún fata aquí non vos dixe nada. Ca dezir una razón muchas vegadas, si non es por algún provecho señalado, o​​ paresçe que cuida el que lo dize que aquel que lo ha de oír es tan boto que lo non puede entender sin lo oír muchas vezes, o paresçe que ha sabor de fenchir el libro non sabiendo qué poner en él.

Et lo que daquí adelante vos he a dezir comiença assí:

  • Lo caro es caro, cuesta caro, guárdasse caro, acábalo caro; lo rehez es rehez, cuesta rehez, guardase rehez, acábalo rehez; lo caro es rehez, lo rehez es caro.

  • Grant marabilla será, si bien se falla, el que fía su fecho et faze mucho bien al que erró et se partió sin grand razón del con qui avía mayor debdo.

  • Non deve omne crer que non se atreverá a él por esfuerço de otri el que se atreve a otri por esfuerço de’l.

  • El que quiere enpeeçer a otri non deve cuidar que el otro non enpeçerá a él.

  • Por seso se mantiene el seso. El seso da seso al que non ha seso. Sin seso no se guarda el seso.

  • Tal es Dios et los sus fechos que señal es que poco lo conoscerán los que mucho fablan en Él.

  • De buen seso es el que non puede fazer al otro su amigo de non lo fazer su enemigo.

  • Qui cuida aprender de los omnes todo lo que saben, yerra; qui aprende lo aprovechoso, açierta.

  • El consejo, si es grand consejo, es buen consejo; faz buen consejo, da buen consejo; párasse al consejo qui de mal consejo faz buen consejo; el mal consejo de buen consejo faz mal consejo. A gran consejo a mester grand consejo. Grand bien es del que ha et quiere et cree buen consejo.

  • El mayor dolor faz olvidar al que non es tan grande.

  • Qui ha de fablar de muchas cosas ayuntadas es como el que desbuelve grand oviello que ha muchos cabos.

  • Todas las cosas naçen pequeñas et creçen; el pesar nasçe grande et cada día mengua.

  • Por onra rejibe onra qui faz onra. La onra dévese fazer onra, guardándola.

  • El cuerdo de la bívora faz triaca; et el de mal seso de gallinas faz vegambre.

  • Qui se desapodera non es seguro de tornar a su poder cuando quisiere.

  • Non es de buen seso qui mengua su onra por cresçer la agena.

  • Qui faz bien por reçebir bien non faz bien, porque el bien es carrera del complido bien, se deve fazer el bien.

  • Aquello es bien que se faz bien.

  • Por fazer bien se ha el complido bien.

  • Usar malas viandas et malas maneras es carrera de traer el cuerpo et la fazienda et la fama en peligro.

  • Qui se duele mucho de la cosa perdida que se non puede cobrar, et desmaya por la ocasión de que non puede foír, non faze buen seso.

  • Muy caro cuesta reçebir don del escasso; cuanto más pedir al avariento.

  • La razón es razón de razón. Por razón es el omne cosa de razón. La razón da razón. La razón faz al omne seer omne; assí por razón es el omne: cuanto el omne a más de razón, es más omne; cuanto menos, menos. Pues el omne sin razón non es omne, mas es de las cosas en que non ha razón.

  • El sofrido sufre cuanto deve et después cóbrasse con bien et con plazer.

  • Razón es de bevir mal a los que son dobles de coraçón et sueltos para complir los desaguisados deseos.

  • Los que non creen verdaderamente en Dios, razón es que non sean por él defendidos.

  • Si el omne es omne, cuanto es más omne es mejor omne. Si el grand omne es bien omne, es buen omne et grand omne; cuanto el grand omne es menos omne, es peor omne; non es grand omne sinon el buen omne; si el grand omne non es buen omne, nin es grand omne nin buen omne; mejor le sería nunca seer omne.

  • Largueza en mengua, astinençia en abondamiento, castidat en mançebía, omildat en grand onra fazen al omne mártir sin escarnimiento de sangre.

  • Qui demanda las cosas más altas que sí, et escodriña las más fuertes, non faze buen recabdo.

  • Razón es que reciba omne de sus fijos lo que su padre reçibió de’l.

  • Lo mucho espara mucho; mucho sabe qui en lo mucho faz mucho por lo mucho, lo poco dexa por lo mucho; por mengua non pierde lo poco; endereça lo mucho. Siempre ten el coraçón en lo mucho.

  • Cuanto es el omne mayor, si es verdadero omildoso, tanto fallará más gracias ante Dios.

  • Lo que Dios quiso asconder non es aprovechoso de lo veer omne con sus ojos.

  • Por la bendiçión del padre se mantienen las casas de los fijos; por la maldiçión de la madre se derriban los cimientos de raíz.

  • Si el poder es grand poder, el grand poder ha grand saber. Con grand saber es grand querer; teniendo que de Dios es todo el poder, et de su gracia aver poder, deve creçer su grand poder.

  • Qui quiere onrar a sí et a su estado, guise que sean seguros del los buenos et que se recelen del los malos.

  • La dubda et la pregunta fazen llegar al omne a la verdat.

  • Non deve omne aborreçer todos los omnes por alguna tacha, ca non puede seer ninguno guardado de todas las tachas.

  • El yerro es yerro; del yerro nasçe yerro; del pequeño yerro nasçe grand yerro; por un yerro viene otro yerro; si bien biene del yerro, siempre torna en yerro; nunca del yerro puede venir non yerro.

  • Qui contiende con el que se paga del derecho et de la verdat, et lo usa, non es de buen seso.

  • Los cavalleros et el aver son ligeros de nombrar et de perder, et graves de ayuntar et más de mantener.

  • El cuerdo tiene los contrarios et el su poder por más de cuanto es, et los ayudadores et el su poder por menos de cuanto es.

  • Fuerça non fuerça a fuerça; fuerça desfaz con fuerça, a vezes mejor sin fuerça. Non se dize bien «Fuerça a vezes presta la fuerça.» Do se puede escusar, non es de provar fuerça.

  • Cuerdo es quien se guía por lo que contesçió a los que passaron.

  • Como cresçe el estado, assí cresçe el pensamiento; si mengua el estado, cresçe el cuidado.

  • Con dolor non guaresçe la gran dolençia mas con melezina sabrosa.

  • Amor creçe amor; si amor es buen amor, es amor; amor, más de amor non es amor; amor de grand amor faz desamor.

  • A cuidados que ensanchan et cuidados que encogen.

  • Mientre se puede fazer, mejor es manera que la fuerça.

  • Los leales dizen lo que es: los arteros lo que quieren.

  • Vida buena vida es; vida buena vida da.

  • Qui non a vida non da vida; qui es vida da vida. Non es vida la mala vida. Vida sin vida, non es vida. Qui non puede aver vida, cate que aya complida vida.

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