Poesía letona: Vizma Belševica

En versión de Rafael Martín Calvo, leemos un poema de tema histórico de Vizma Belševica (1931-2005). "Escrito en 1968, cuando Letonia se encontraba bajo el yugo soviético y los tanques entraban en Checoslovaquia, el poema emplea un ardid de tipo histórico para criticar a las fuerzas ocupantes", nos dice el traductor del texto. Al día de hoy, con la guerra en curso entre Ucrania y Rusia, el poema cobra nueva vigencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

***

 

Vizma Belševica (1931-2005) —poeta, novelista y traductora letona— encarnó quizá como pocos otros autores el sufrimiento de quienes no se prestaron a colaborar ni se sometieron a la amenaza. Surgida​​ en las postrimerías del estalinismo,​​ su producción​​ nunca escaparía a​​ la sombra de un régimen que practicó la represión sistemática de toda forma de disidencia o heterodoxia.​​ De entre sus muchos libros notables, seleccionamos el poema​​ Glosas de Enrique de Letonia en los márgenes de la Crónica Livonia, en el cual la autora se sirve de la cortina de humo de un tema histórico para​​ alzar su​​ crítica​​ en contra del omnímodo poder soviético.​​ Un poema que,​​ como nos recuerda cada día la guerra en Ucrania,​​ es tan actual hoy como cuando se escribió.​​ 

 

***

 

 

 

Glosas de Enrique de Letonia en los márgenes de la Crónica Livonia

 

CORRÍA
EL AÑO
1212
DE LA​​ 

ENCAR-

NACIÓN​​ 

DEL​​ 

SEÑOR

Y EL​​ 

CATORCEAVO
DEL​​ 

OBISPO

Y​​ POR

SU

REGRESO

TODA LA CONGREGACIÓN
DE LIVONIA FESTEJABA

JUNTO​​ 

A LOS

PEREGRINOS

 

*  

 

Y EL​​ 

OBISPO
ENVIÓ

EMISARIOS​​ 

A TODOS​​ 

LOS​​ 

CASTILLOS

DE LATGALIA

Y LIVONIA

Y A

TODAS

LAS​​ 

TIERRAS

QUE

LINDABAN

CON​​ 

LAS​​ 

ORILLAS​​ 

DE​​ 

LOS​​ 

RÍOS

DAUGAVA

Y​​ 
GAUJA

HASTA​​ 

REUNIR

UN​​ 

GRAN​​ 

NÚMERO​​ 

DE​​ 

PODEROSAS​​ 

TROPAS

 


PERO

LIVONIOS

Y​​ 

LATGALIOS​​ 
SIENDO

MÁS
CRUELES
QUE OTROS​​ 

PUEBLOS,

SIN

PIEDAD​​ 

HACIA

SUS​​ 

SEMEJANTES

COMO​​ 

EL​​ 

SIRVIENTE

DE​​ LOS​​ 

EVANGELIOS,

AJUSTICIARON

MULTITUDES

SACRIFICANDO​​ 

INCLUSO

A​​ 

MUJERES

Y

NIÑOS

Y​​ 

NO​​ 

TUVIERON

CLEMENCIA

CON​​ 

NADIE

NI​​ 

EN​​ 

LOS​​ 

CAMPOS

NI​​ 

EN

LOS​​ 

PUEBLOS​​ 

 

 

...Y LE

REGA-

LARON

AL​​ 
OBISPO

LA​​ 

CABEZA

DE AKO

COMO​​ 

PRUEBA

DE LA

VICTORIA

Y LLENO​​ 

ÉSTE

DE​​ 

GOZO

A​​ DIOS

DIO

GRACIAS

 

*

 

Y DE

ESTA​​ 

FORMA

EL​​ 

PUEBLO

INGOBER-

NABLE

Y MUY​​ 

APEGADO

A LO

PAGANO

FUE

GUIADO

POR LA

VOZ​​ DE

CRISTO,

PASO

A

PASO,

HASTA

EL YUGO​​ 

DEL

SEÑOR

Y ABANDO-

NANDO​​ 

SU

OSCURIDAD
SE ENTRE-

GARON

FIELMENTE

A LA

LUZ

VERDADERA

QUE ES

CRISTO

*  

 
SEGÚN

MI MEJOR

ENTEN-

DIMIENTO

Y CONCIENCIA
NO HE

DICHO​​ MÁS

QUE LA​​ 

VERDAD

TANTO

EN​​ LO​​ 

BUENO

COMO

EN​​ LO

MALO

 

 

— — — — — — — — — — — —​​ 

— — — — — — — — — — — —​​ 

Tiempo ha que amarga el agua de los pozos de la verdad:​​ 

enfangada de​​ mentiras, no sacia la sed.​​ 

La fruta​​ cogida verde​​ del árbol del conocimiento

levanta llagas en​​ la boca,​​ que dolerá y dolerá.

Rebosa el cáliz del desengaño y​​ del temor​​ a destiempo.​​ 

Como esposa celosa,​​ Roma​​ exige​​ a cada paso

una promesa pública de amor.​​ 

Entre mis líneas lee, con ojos inquisidores,​​ 

que ya no es dueña de este corazón

que​​ otrora​​ fuera tan cándido y servicial.

Enmudece el traductor. Queda el bufón pensativo.

En sueños, avanzan las naves​​ curonias hacia​​ Riga.​​ 

— — — — — — — — — — — —​​ 

— — — — — — — — — — — —​​ 

Lo sé, no llegarán. Y si llegan,​​ la sangría será en vano.​​ 

Se alzarán lamentos sobre las​​ murallas.

Enmudeceremos en una tumba de fuego​​ 

y los dientes apretados​​ devendrán​​ amargo polvo​​ 

de ceniza.

— — — — — — — — — — — —​​ 

— — — — — — — — — — — —​​ 

 

Pero​​ avanzan​​ las​​ naves,​​ avanzan. Y las mujeres cantan.

— — — — — — — — — — — —​​ 

— — — — — — — — — — — —​​ 

Secos​​ están​​ nuestros ríos.​​ 
Cobardes nuestros hombres​​ son.

Avergonzaos, hijos nuestros,

ya​​ que vuestros padres no​​ se avergüenzan.

 

Va​​ derramándose​​ nuestra sangre,

los ojos alimentando​​ a los cuervos.
Banderas foráneas portan los padres​​ 

luchando​​ en guerras ajenas.


Serena es la blancura del abedul,​​ 

afilado el golpe del hacha.​​ 

Y está nuestro brazo en alto,​​ 

¡oídnos bien, extranjeros!​​ 

 

Es fácil talar el árbol,

pero no​​ descuajar​​ las raíces.​​ 

Nuestro odio es la gota de agua;
la piedra, vuestro poder.
— — — — — — — — — — — —​​ 

— — — — — — — — — — — —​​ 

¡Echadme al fuego!​​ ¡Deseo arder!

Fue larga la vida, pero​​ tan breve​​ el​​ despertar.​​ 

La más alta honra de​​ mi padre:

ascender al cielo a lomos de las llamas​​ 

y denunciar la injusticia que con puño de acero

a mi pueblo​​ somete​​ y ultraja.
— — — — — — — — — — — —​​ 

— — — — — — — — — — — —​​ 

¿Es esto injusto? 


— — — — — — — — — — — —​​ 

— — — — — — — — — — — —​​ 

¡Oh, pueblo traidor!, ¿merece la pena​​ 

vivir por ti, jugarme por ti la cabeza?​​ 

¡Oh, pueblo de perros! En un cuenco de sangre​​ 

moja tu amo cantos rodados en vez de pan.

¡Trágate​​ la​​ sangre! ¡Y los pedruscos con ella!

¡Menea el rabo, te lo has ganado!​​ 

¡Oh, pueblo servil! Te estremeces de​​ placer
cuando​​ no es a ti a quien​​ el amo azota,

sino a tus hermanos. Muestras tus colmillos​​ 

al acecho de la sangrante​​ garganta​​ fraterna.​​ 

Una medalla brilla​​ en el puño del amo:​​ 

la colgará de tu cuello​​ en​​ cuanto la carne​​ 

castigada por el hierro​​ cese​​ de retorcerse.​​ 

Y​​ así​​ otro tierno retoño​​ será desgajado​​ 

del árbol de tu fuerza vital.  ​​ 

 

¡Júbilo del Hermano​​ Cristiano​​ de la Espada!​​ 

Con tu ayuda, podría​​ él​​ forjarte tu propia hacha. ​​ 
Cuando tu rostro servil​​ me​​ resulte​​ insoportable,

al álamo temblón de Judas​​ 

a colgarme iré.

Es el tuyo, pueblo esclavo, siervo abyecto,​​ 

vasallo de los​​ Cruzados​​ con​​ sus espadas y sus versos.

 

— — — — — — — — — — — —​​ 

— — — — — — — — — — — —​​ 

 

Hundiendo sus pezuñas en miel,​​ 

avanza el caballo de mi amo.

 

La cabeza de mi padre flotará

esta noche en​​ la​​ miel carmesí.

 

Refulgen la plata y el oro​​ 

en la espada de mi amo

 

y brillará, brillará resplandeciente,​​ 

en el pecho de mi madre​​ plantada.

 

Como blanca nieve de seda

es el manto de mi amo,​​ 

 

cómo gritará mi hermana

bajo los oscuros​​ manzanos…

 

En el lomo terso se hunde la espuela​​ 

al picar​​ mi amo a su​​ corcel.

 

Quedará un hedor acre a carbones​​ 

en las huellas de​​ su paso.

 

Quedarán en un rollo de pergamino​​ 

las palabras del siervo:

 

Cuánta piedad mostró​​ Él,

Adonai de los ejércitos,​​ por nosotros.

 

Y también​​ Nuestra Madre María,

inocente flor.​​ 

 

¡Ay, cómo grita mi hermana

bajo los oscuros​​ manzanos!

 

— — — — — — — — — — — —​​ 

— — — — — — — — — — — —​​ 

 
Escribo y las palabras no sangran,​​ 
el afilado​​ aguijón​​ de las letras no quema la página.
Tú, Jesucristo, lees por encima de mi hombro,

¡cómo, temerosa de ti, miento sobre tu gloria!​​ 

Oh, Cristo, vendrá a nosotros tu reino,

un solo dios y una sola lengua. Y un solo pueblo también.​​ 

Veo la tierra letona clavada en su cruz,​​ 

colgada en la pared de tu santa mansedumbre.

 

¿Y dime, amado, en qué te ofenden​​ 

nuestras dainas dolientes o las flores coloridas​​ de​​ San Juan?
Pero no es de flores, sino de espinas sangrientas​​ 

la corona sobre la cabeza...​​ 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ Con puntas de lanza​​ 

se arará la viña del Señor,​​ sobre​​ nuestros huesos​​ 

y calaveras. No quedará ni​​ rastro​​ ni recuerdo.​​ 

Nuestra destrucción sólo un ocaso más

para que​​ el​​ ideal​​ infalible de Roma​​ 

descienda​​ sobre el mundo entero...

— — — — — — — — — — — —​​ 

— — — — — — — — — — — —​​ 

Oh, haz que tu siervo fiel

logre resistir. Tengo tanto miedo​​ 

de alzarme un día contra ti, Señor.​​ 

Arrancado desnudo de la cruz insincera,

te desharás en polvo bajo los pies de tu esclavo.

— — — — — — — — — — — —​​ 

— — — — — — — — — — — —​​ 

Desde hogares castigados por​​ vientos​​ de ceniza​​ 

vendrán a preguntarme:​​ 

¿Por qué te desgañitas

contra tu pueblo y contra el cielo?​​ 
¿No es bastante ya nuestra miseria,​​ 

que nuestra vergüenza deba sembrarse​​ aún​​ por el mundo?​​ 

¿No somos ya lo suficientemente ridículos si ti?​​ 

Y​​ yo responderé.

 

— — — — — — — — — — — —​​ 

— — — — — — — — — — — —​​ 

 

¡Grita, pueblo mío! ¡Rebélate!​​ 

Sal echaré​​ 

en tus heridas para que nada olvides.

Nada. Crece en el​​ dolor del​​ odio​​ vivo, más sagrado​​ 

que el más dulce perdón. Contigo muero

para que puedas renacer.​​ ¡Muerte obtendrás,

y calamidad y desgracia y vergüenza!
¡Y llantos! Tus lágrimas​​ serán de acero

cuando llegue la hora. Y​​ al mal​​ lo cubrirá

una lluvia de hierro. Es débil mi mano​​ 

y no puede cobrarse los agravios.​​ 

Pero las palabras​​ son​​ una espada de doble filo​​ 

cernida sobre sus castillos y vuestros hogares.​​ 

 

 

 

 

INDRIĶA LATVIEŠA PIEZĪMES UZ LIVONIJAS HRONIKAS MALĀM

 

 

 

BIJA TĀ

KUNGA​​ 

MIESĀ

 

IEDZIMŠA-

NAS

1212

UN

BĪSKAPA​​ 

14

GADS

PAR

Šī

 ATGRIE-

ŠANOS

 AR

SVĒTCEĻO-

TĀJIEM

PRIECĀJĀS

VISA

LĪBIEŠU

DRAUDZE

  

*

  

UN

BĪSKAPS

SŪTĪJA

PA

VISĀM​​ 

LATGA-

LIEŠU​​ 

UN

LĪBIEŠU

PILĪM

UN

PA

VISĀM

ZEMĒM

KAS

PIEIET

PIE

DAUGA­

VAS​​ 

UN

GAUJAS​​ 

UN

SAPULCĒ-

JA

LIELU​​ 

UN

STIPRU​​ 

KARA­

SPĒKU​​ 

 

*

 

BET

ARĪ

LĪBIEŠI

UN

LATGA­

LIEŠI​​ 

KAS​​ 

IRAID​​ 

NEŽĒLĪ-

GĀKI​​ 

PAR​​ 

CITĀM​​ 

TAUTĀM​​ 

NEPRAZ­

DAMI​​ 

KALPS​​ 

EVAŅĢĒ­

LIJĀ

 APŽĒLOT​​ 

SAVU​​ 

LĪDZ-​​ 

BIEDRI​​ 

NOKĀVA​​ 

NESKAI−​​ 

TĀMI​​ 

DAUDZ​​ 

ĻAUŽU​​ 

NOGALI-

NĀDAMI​​ 

ARĪ​​ 

DAŽAS​​ 

SIEVAS​​ 

UN​​ 

KĀDUS​​ 

BĒRNUS​​ 

UN ​​ 

NEGRIBĒ-​​ 

JA​​ 

KLAJĀ​​ 

UN​​ 

PA​​ 

CIEMIEM​​ 

NEVIENA​​ 

ŽĒLOT​​ 

*​​ 

...UN​​ 

PASNIE−​​ 

DZA​​ 

BĪSKA−​​ 

PAM​​ 

AKONA​​ 

GALVU​​ 

PAR​​ 

UZVARAS​​ 

VĒSTI​​ 

UN​​ 

PRIEKA​​ 

PILNS​​ 

VIŅŠ​​ 

PATEICA​​ 

DIEVAM​​ 

*

UN​​ 

TĀDĀ​​ 

VĪZĒ​​ 

KĻUVA​​ 

NEVAL­

DĀMĀ​​ 

UN

PAGĀNU​​ 

BŪŠA­

NĀM​​ 

GAUŽI​​ 

PADEVĪ­

TAUTA​​ 

NO

KRISTUS

BALSA

VESTA

SOLI

PAKAĻ

SOLIM

PIE

KUNGA

JŪGA

UN

PAMETU­

SI

SAVU

TUMSĪBU

VIŅA

LŪKOJĀS

TICĪGI

ĪSTAJĀ

GAISMĀ

KAS

IR

KRISTUS​​ 

*

PĒC

LABĀKĀS

ZIŅAS

UN

APZIŅAS

NEKO

CITU

PATIESĪ­-

BU

NEESMU​​ 

TEICIS​​ 

NEVIE­-

NAM​​ 

PAR​​ 

LABU​​ 

NEVIE­-

NAM​​ 

PAR​​ 

ĻAUNU

 

 

———————————————​​ 

———————————————​​ 

Sen patiesības akās ūdens rūgts.​​ 

Ar meliem sajaukts, nedzesina slāpes.​​ 

Par agru atzīšanas koka auglis plūkts​​ 

Un zobus nomizojis. Mute ilgi sāpēs.

 

Pār malām vilšanās un vēlo šaubu mērs.​​ 

Kā greizsirdīga sieva Roma prasa,​​ 

Lai ik uz soļa mīlestību zvēr​​ 

Tai publiski... Un spiegu acīm lasa​​ 

Starp manām rindām, ka tai nepieder​​ 

Šī sirds, kādreiz tik ļāvīga un naiva.​​ 

Mēms kļuvis tulks. Un domīgs kļuvis nerrs.​​ 

Un sapņos peld uz Rīgu kuršu laivas.

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———————————————​​ 

Es zinu − neatpeldēs. Un, ja atpeldēs.

Būs veltas asinis. Būs kliedziens pāri mūriem.

Un ugunskapā apklusīsim mēs.

Un žokļi sacirstie par pelnu pīšļiem sūriem

Kļūs.

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———————————————​​ 

 

Bet laivas peld un peld. Un sievas dzied.
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———————————————​​ 

Mūsu upes izžūst.​​ 

Mūsu vīri gļēvi.​​ 

Sarkstiet, mūsu mazi dēli,​​ 

Senis nesarkst tēvi.

 

Mūsu asins iztek,

Acis kraukļus baro.​​ 

Svešus karogus nes tēvi,​​ 

Svešos pulkos karo.

 

Lēns ir bērza baltums.​​ 

Ašs ir cirvja cirtiens.​​ 

Tikai − roku atsavēžus −

Svešzemnieki, dzirdiet!

 

Viegli nocirst koku.​​ 

Grūti izraut saknes.​​ 

Mūsu naids ir ūdens lāses.​​ 

Jūsu vara − akmens.

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———————————————​​ 

Es gribu sadegt. Ugunskapu dodiet!​​ 

Garš bija mūžs.​​ Bet mūža nomods − īss.​​ 

Visaugstākais no manu tēvu godiem −

Pa stāvu liesmu uzkāpt debesīs

Un izkliegt netaisnību, kurā mana tauta

Ar dzelzi kvēlojošu nīdēta un kauta.

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Vai netaisnību?

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O, nodevēju tauta, vai ir vērts​​ 

Par tevi būt, par tevi galvu nolikt?​​ 

O, suņu tauta! Asins bļodā mērc​​ 

Tev saimnieks maizes vietā ceļa oli.

Rij savas asinis! Un akmeni rij līdz!​​ 

Un asti luncini! Tu pelnījusi esi.​​ 

0, kalpu tauta! Saldā priekā trīc

Tev mugura, kad saimnieks tevi nesit,

Bet tavus brāļus. Gaidot zobus ņirdz,​​ 

Lai kristu brāļa asiņainā skaustā,​​ 

Jo kunga rokā goda zīme mirdz,​​ 

Ko viņš tev kaklā kārs, kad miesa dzelzīm šaustā​​ 

Beigs raustīties.​​ 

      ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​     Un atkal sulots zars​​ 

Būs atcirsts tava dzīvā spēka kokam.​​ 

To zobenbrāļa līksmību!​​ 

                                 Viņš var​​ 

Ar tavu palīgu tev pašai cirvi nokalt.​​ 

       Kad tava iztapīgā seja pārāk dergs,​​ 

Kur Jūdas apse tā,

         ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​   lai pakārties es eju,

Tavs, vergu tauta, zemiskākais vergs,

Kas pieder krustnešiem ar zobenu un dzeju.​​ 

 

———————————————​​ 

———————————————​​ 

 

Kājas medū mērcēdams,

      ​​ iet mana kunga zirgs.​​ 

 

Šonakt medū sarkanā​​ 

      ​​ tēva galva mirks.​​ 

 

Mana kunga zobenā​​ 

       sudrabs mirdz un zelts,​​ 

 

Spoži, spoži novizēs,​​ 

      ​​ pret mātes krūtīm celts.​​ 

 

Mana kunga apmetnis −​​ 

       balta zīda sniegs.​​ 

 

Kā zem melnām ābelēm​​ 

       mana māsa kliegs...

 

Zirgu dzenot, gludā sānā

     ​​ piesis cērtas spīvs.​​ 

 

Paliks mana kunga pēdās

      ogļu gruzdums sīvs.

 

Paliks pergamenta rullī

      kalpa rakstījums,​​ 

 

Ka Tas Cebaot ir bijis

       žēlīgi ar mums.​​ 

 

Un arī Svētā Marija −

      nevainības zieds.​​ 

 

Ak, kā zem melnām ābelēm​​ 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ mana māsa kliedz!

 

———————————————​​ 

———————————————​​ 

 

Es rakstu, un no vārdiem nepil asins,

Un loksni nededzina burtu sīvums dzelots.​​ 

Tu, Jēzu Kristu, man pār plecu lasi.​​ 

Cik dievbijīgi tev par slavu melots.

Pār mums nāks tava valstība, ak, Kristu,​​ 

Viens dievs un valoda. Un tauta arī viena.​​ 

Es latvju zemi redzu krusta naglām sistu​​ 

Pie tavas svētās lēnprātības sienas.

 

Nu ko tev, maigais, mūsu sērās dainas,​​ 

Ko jāņuzāļu raibums gauži dara?​​ 

Ne ziedu − ērkšķu kronim asiņainam​​ 

Ap galvu būt... Ar pīķu smailēm arams​​ 

Tā Kunga vīna lauks pār mūsu kauliem​​ 

Un smadzenēm. Ne miņas vairs, ne domas.​​ 

Un mūsu bojāeja − vēl viens saulriets,​​ 

Lai nemaldīgā idejā aust Roma

Pār visu pasauli...

 

———————————————​​ 

———————————————​​ 

 

Ak, dari tā, lai iztur

Tavs uzticīgais kalps.​​ Man ļoti bail,

Ka es pret tevi sadumpošos, Kristu.

No liekulīgā krusta norauts, kails

Tu pīšļos sadrupsi zem sava verga kājām.

 

———————————————​​ 

———————————————​​ 

 

No pelnu vējos izvēdītām mājām

Reiz viņi nāks un prasīs man: kāpēc

Uz debesīm un savu tautu brēc?

Vai gana posta nav, ka mūsu kaunu sēšus

Sēj pasaulē? Vai neesam mēs smieti​​ 

Bez tevis dievsgan? Un es atbildēšu.

 

———————————————​​ 

———————————————​​ 

 

Kliedz, mana tauta! Lokies! Tavās rētās

Vēl bēršu sāli, lai tu neaizmirstu

Neko. Audz sāpju naidā svelotā, kas svētāks

Par piedošanas maigumu. Es mirstu

Ar tevi, lai tu atdzimtu. Tev būs

Krāt nāvi, postu, negodu un kaunu!

Un raudi! Asaras par dzelzi kļūs,

Kad pienāks laiks. Un piemeklēts tiks ļaunums

No dzelžu lietus. Mana roka vāja

Un nespēj tavas pārestības piedzīt.

Bet vārdi − tas ir zobens abpusgriezīgs

Pār viņu pilīm un pār tavām mājām.

 

 

 

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