(del libro Teoría de la evolución o los abismos del futuro 2001-2003)
Genio
manicomio
genio
manicomio
genio
manicomio
genio
manicomio
genio
manicomio
genio
manicomio
genio
manicomio
genio
manicomio
genio
manicomio
genio
manicomio
genio
manicomio
genio
manicomio
genio
La señal que pestañea como una piedra invernal, cultivación de los sentidos, esperanza mordida sobre la cruel desaparición de las facultades.
Esa noche la pérdida de ellos iba acelerando mi pena agonía de una sociedad que segrega escoria.
Esa noche la discusión sobre mi galáctico enfermo, sobre mi universo enfermo, sobre mi galaxia herida, sobre mi destino un destino que iba y va al sin fin. Ellos ignorantes.
Esa noche la desaparición de mi antagonismo, por último de mi contradicción sobre la noche que salta sobre mí con furia y ardor, una noche de música cacofónica, de eteriedad, de miel volátil y enloquecida.
Mi vida un soplo viento eléctrico comparado contigo astro de rojo locura ardiente, supremacía del hombre cal, yo en la estratosfera, cal de hierba malsana irradiación de furia, genio sideral, la atmósfera impidió mi respiración en esas lejanías occidentales por naturaleza cósmica.
Mitigo el dolor con los aires violentos y estrellados de este día obsequio del alba, donde atribuirle el dolor a los padres, que son poco más que el encargo de la carne colectiva que llamo sociedad, irrumpida de escándalos que ciñen la joya herida de una mutilación que vive en el centro de esta confusión viviente donde la historia es una enemiga desnuda, y desnuda desde mis ojos-cristales veo la desaparición de la historia. De poder de deducción seremos los futuros y así el pasado madre del presente agonista es un triunfo para mi erudito espacial que ruge en mí como un animal de ardor letal pues la destruye.
XXIV
La locura es la enfermedad de los sanos, salté la muralla rompiéndola con mi cabeza y vi la infinitud, una vez destrozada mi cabeza y mi cuerpo alcancé el desierto mental, el espacio donde andar, y que intuía existía para mí, desde antes de mi locura, desde mi niñez.
La locura es sabiduría de la imaginación.
XXV
Acá donde se elaboran los sueños,
sobre esta nube de realidad viviente
construyo los sueños que me tomarán y harán de mí; claridad total
La vida es un reencuentro, una maravilla de los sentidos y la piel.
***
Verónica Cabanillas Samaniego (Lima, 1981) es poeta, pintora y dibujante. Estudió artes plásticas, vive en Algarrobo-Chile, donde co-dirije con Magdalena Benavente Honidi Magazine, revista surrealista internacional. Pronto publicará un poemario del que comparte tres capítulos en esta publicación.