Jerome Rothenberg es el poeta vivo más relevante de los Estados Unidos. Su relevancia se debe a varias razones: cuenta con una vasta obra literaria que rebasa los 60 libros publicados de ensayos, traducciones y poemas; es un notable experimentador y renovador de la poesía en inglés; ha sido editor de importantes revistas literarias, maestro en diferentes universidades estadunidenses; creador del concepto, investigación, práctica y divulgación de la etnopoesía, un referente que destaca la ritualidad primitiva y moderna de la poesía como canto y encanto; estudioso y divulgador de la literatura de los llamados "pieles rojas" de los Estados Unidos, poeta performencero, y mucho más.
Jerome Rothennberg nació en la ciudad de Nueva York en el seno de una familia judía polaca. Tiene 80 años de edad. Entre su extensa obra publicada menciono algunos libros de poesía (doy los títulos traducidos al español, aunque aun no existen en nuestro idioma): Poemas para el juego del silencio, Sangre en Viena, Polonia 1931, Piezas de altar, Variaciones sobre Lorca, El libro de los ocultamientos, Esther K, viene a América, Semillas y otros poemas, El libro, instrumento espiritual y Un paraíso de poetas. Es de resaltar otra parte de su obra con libros tan especiales y voluminosos que van de las 600 a las casi 1000 páginas, como son: Técnicos de lo sagrado (poesía de las etnias de cuatro continentes), Sonar la calabaza. Poesía tradicional de los indios de Norteamérica, El gran libro judío (escritores de cultura judía desde los tiempos bíblicos hasta el siglo XX), El Simposio del Todo. Ensayos de etnopoética, El libro de libros. Escritos y proyecciones sobre los libros y la escritura y Poemas para el Milenio (en dos tomos).
Para investigar y divulgar la teoría de la etnopoesía, Rothenberg editó las revistas Alcheringa (apoyada por la Universidad de Boston) y New Wilderness Letters; además, al tema le ha dedicado libros como algunos de los antes mencionados y sus ensayos en el que titula Pre-Facios y otros escritos. Respecto al tema de la etnopoesía, el poeta beat Gary Snyder ha sido su amigo y coautor.
En la tradición literaria estadunidense, Rothenberg ha sido ubicado en el llamado Grupo de Nueva York o Escuela de Nueva York, en el que suelen incluir a Margaret Randall, Frank O'Hara y John Ashbery. Sin embargo, son contemporáneos y tienen coincidencias con los de la Generación Beat. los del Black Mountain College y los del Renacimiento de San Francisco. Es así que Rothenberg hizo amistad con varios beats como Michael McClure, Philipe Lamantia, Gary Snyder y algunoas de los grupos antes mencionados.
Rothenberg no ha sido ajeno a México, aunque es muy poco lo que suele decirse de él en nuestro medio literario. En la década de 1960, junto con su esposa Diene (notable antropóloga), vivió y convivió en el D. F. el ambiente de la bohemia beat que compartieron mexicanos como los poetas Homero Aridjis, Juan Martínez, Sergio Mondragón y el antropólogo Roger Bartra; con los estadunidenses Allen Ginsberg, Jack Kerouac, Diane di Prima, Gregory Corso, Diane Wakoski, Lawrence Ferlinghetti, Peter Orlovski, William Burroughs, Neal Cassady, Ray Bremser y Philip Lamantia. De este último, por cierto, se cuenta que en una fiesta con lecturas de poesía propuso la fundación de una revista bilingüe dedicada exclusivamente a la poesía, que resultó ser la histórica y muy célebre El Corno Emplumado, que durante ocho años editaron Margaret Randall y Sergio Mondragón. En esa revista publicarían todos los poetas antes mencionados junto a una caterva de sobresalientes latinoamericanos como Ernesto Cardenal, Alejandra Pizarnik, Efraín Huerta, Julio Cortázar, José Carlos Becerra, Cecilia Vicuña, el nadaísta colombiano Jotamario Arbeláez, José Lezama Lima y muchos más. El primer libro de Rothenberg con poemas en español fue editado por El Corno Emplumado, se trata del libro bilingüe Poemas a Gorky / The Gorky Poems (se refiere al Gorky pintor estadunidense). Hará unos 25 años que Rothenberg estuvo de visita en México, le pregunté al entonces director de Difusión Cultural de la UAM, Evodio Escalante, si podría programarle una lectura en público, y logró junto con la UNAM que se hiciera en el Palacio de Minería con una asistencia muy numerosa. Tiempo después Rothenberg volvió a presentarse en el D. F. Pero en los últimos años ha tendido más presencia en el norte de México, así ha sido en Tijuana y en dos ocasiones en Ciudad Juárez y la ciudad de Chihuahua, de donde por cierto ahora viene al D. F.
Tardíamente a Rothenberg le han publicado tres libros en español: Un cruel nirvana, trad. Laura Jáuregui y Heriberto Yépez, El Tucán de Virginia, México, 2001; Después de Auschwitz y otros poemas, trad. Mercedes Roffé, Pen Press, Nueva York, 2001; y 25 Caprichos después de Goya, trad. Heriberto Yépez, Ed Katle, Bracelona, 2004. Ahora en el 2011 este mismo título fue re-editado por el INBA y Editorial Cálamus.
José Vicente Anaya. 2011
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El niño perdido
Me sacaron del Sol blanco y me
abandonaron en el Sol negro,
me dejaron durmiendo sobre una
larga hilera de abrigos:
yo ahí, niño citadino, perdido
en el campo. Una herida en mi mano
era todo lo ue yo sabía sobre
los sauces.
¿Me puedes entender, puedes oír
el largo sonido del viento en
el lado opuesto de la vaca,
y a los grillos que corren bajo
las mangas de mi camisa
grillos llenos de noche con sus
cuerpos e solecitos negros?
Haz tú lo que yo haré; solo
existe un llanto en mi corazón,
es este:
Me sacaron del Sol blanco y me
abandonaron en el Sol negro, y no
encuentro ningún modo de regresar
ahora. No hay ninguna puerta.
Anoche la luna fue una araña
Anoche la luna fue una araña
nosotros corrimos.
Nadie se quedó.
El cielo creció tan negro como tus ojos.
Empezaba a llover.
En el aire irrumpieron veleros
y desaparecieron.
Veleros rojos.
Tú reías.
La luna fue una araña.
Un listón ensangrentado cayó
del cielo
sobre el techo de nuestra casa.
Rojo y negro.
Nosotros tratábamos de cantar.
Hacía frío.
En el nido del cielo,
de donde colgaban unos huesos,
yo vi algo
que me pareció tu rostro.
Las ruedas raspan rocas en
el lado oscuro de la luna.
El principio:
En la noche se fueron los soldados
y me elevé en la cama,
mis manos terminan detrás de mí
para ver.
Tú intentabas dormir.
Una helada del cielo
se alojó en mi corazón.
La luna fue una araña.