Alejo Morales (Bogotá, 1993) es estudiante de Historia. Publicó la antología Labios que están por abrirse con la Universidad Externado (Bogotá, 2021). Ganador del Concurso Universitario Nacional de Poesía de la Universidad Externado de Colombia con el poemario Abandonados en la puerta de la historia y en 2021 del Premio Distrital de Poesía Ciudad de Bogotá con Voces del Bajo Cauca, publicado por Abisinia Editorial en 2022. Sus poemas han aparecido en diferentes antologías, así como en publicaciones impresas y digitales. Además, es traductor de poetas norteamericanos en @lengua_dos y ocasionalmente en Abisinia Review.
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última fiesta en sala de radiología
1
el tiempo en mi madre
tiene el color de las uvas que le crecen por el cuello
y la densidad de un nombre
succionado desde la laringe
por la última aguja
que se rompió al tocarla
hay una viña muy hermosa en su tiroides
a esta cosecha en particular
los doctores la llaman: Carcinoma papilar tiroideo
y la guardan en un termo con hielo para que se conserve
madre se acuesta sobre una palabra rodeada de ortigas / canta/ el tumor hace los coros / yo escucho / qué mate ese ruido le digo / qué le corte el habla a ese
puñado de sangre mal pintada / a ese ramo de uvas que hiere
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¿una cucharada de radiación bastará para olvidar el dolor?
prueba tu primero dice / mi sistema nervioso se pliega
dentro estoy yo conversando con la enfermedad de mi madre
midiéndole el pulso / acariciándola a ver si se duerme y no crece más
quiero conocerte en otra circunstancia / le digo
sacarte la jugosa música / decirte cuándo morirás
cuando te haremos papilla / para que ingieran los ratones / debajo de mi cama
a sus comidas mamá les echa pimienta y tomillo
me gusta alimentar a los demonios que yacen bajo mi garganta / dice
que sepan que mi sangre no es el único sabor
la enfermedad succiona su voz / madre sonríe / como si acabara de verme nacer de uno de sus ganglios /
el tumor hace ruido para que mamá no cante / a través de la plegaria
la plegaria es una tintura que le da brillo a sus huesos
y guía su habla desorientada / que busca la vía del amor
soy ese alguien que le repite muchas veces el nombre a su mamá
para que se sienta vestida
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quizá el miedo a morir / sea la razón por la que su nombre
se convierte en una prenda
los medicamentos intentan arrancársela
y a su caldo de radiación / le falta sal
a veces pienso que escribirle poemas mientras duerme
la curará de la tiroides
pero luego a dónde voy a enviárselos
si la muerte no tiene dirección postal
si la muerte no es un lugar
una isla turística donde olvidar el cuerpo
sino un enjambre de uvas membranosas
que migran del cuello a alguno de sus pulmones
no queremos ver las radiografías
sino grabar música en ellas
no queremos ver los resultados de los últimos exámenes
sino ver una última telenovela juntos
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he de conectar mis sentimientos a un enchufe / y ver / si todavía prenden
para dártelos de cumpleaños / mamá/ para que no te decepciones
como en la última fiesta
donde creíste que el demonio en persona
drenó el aire
que todavía quedaba
en los pulmones de tus padres
y te infló como un globo
solo para que te sintieras mal contigo misma
para evitarlo
intentaste saltar la cuerda
y te raspaste las rodillas
y lloraste
y ese acto limpió la mancha de pastel de uva
que todavía quedaba en tu boca
al irte a la cama
y temblar
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no sé si el tumor tuvo boca en su nacimiento
patas larguísimas para arrastrarse por tu sistema límbico
no sé si es un idioma en expansión
que se transmitió por cada hueso tuyo
como un diseño infantil
como un pequeño óvulo nacido en el lugar
de un microincendio
donde esa bomba de carne quiere decir yo
y la vergüenza / y el miedo a la oscuridad
ocupan ese espacio delicado
donde la vida pierde narración
donde la paz entre las naciones de tu lengua / no es posible
y solo dices
quiero dormir sobre mí misma
porque soy repugnante
y no merezco ninguna flor
la radiación fucsia de tu lengua
es toda la iluminación que necesito
para escribirte que la vida / es una fiesta de disfraces
en la que siempre
nos perdemos
Historia natural de la depredación
una baba roe otra baba: he ahí la entrada a la depredación:
)nunca(hablas)como ahora(del pasado)
Esto es (fundar un lugar
para verlo arder)
las ganancias (dos himnos apareándose)
(como ahora) son errores que mutan
trafican su bestialidad (flameada)
a cambio de libre albedrío
(pura mística) (su jugo)
cuando rozarse
es la forma de ver
por eso (antes de señalar la pared desinstalada) (nombre)
(edad) (origen) se inserta la aguja (yo no quería)
en una especie mojigata (grumosa)
acupuntura (prehumana) donde la relajación es igual a muerte
(tradición deseada) (bulbo salino) (melanoma)
(la aproximación de una tormenta en el aparato digestivo)
incomunica: desplaza: perturba
la narrativa tisular
(es decir: el poema que rasgó la apariencia)
)como yo(
la herencia es una electricidad que anda descalza
por el firmamento del cuerpo
(ahora dilo sin pulsar el timbre) (sin mover la escotilla) (que habla)
A diferencia del cuerpo el alma puede matarse una y otra vez
(¿puede?) (el futuro es cálido si hay extinción)
la literatura ecológica no dice nada al respecto
(ni las hojas de guayaba que brotan) (con dirección) (al vientre)
(más) (posesiones liminares) (hongos de miel)
(monitorean) (dentro) (son) (quizá) (astronautas prehistóricos)
(ingresan) (podan) (detonan) (la animación suspendida de la piel)
la depredación fue un gran escándalo en el vecindario
(por eso te lavas las manos después de comer)
(mancha) (que persigue) (succiona) (audición)
La depredación (anestesia) pudo ser
(ganas de romper) la puerta de entrada
con forma de gónada (bomba dulce)
llena de energía maldita
pudo ser pude ser (masticador de arreglos florales)
algo que al tocarse no se rompa
(lujuria plástica) donde ruido monta ruido
Depredar (tal vez sea) secuestrar
la voz de las cosas
(por eso dicen)
la deformidad es más poderosa que un arma de fuego
pulpo despelleja medusa (falso)
la toca como guitarra invisible
(así) entre toneladas de desperdicio
elevamos los brazos (victoriosos)
(vertebrados) (violentos)
del roce (al toque ligero)
(del pellizco) a la mordida accidental
del desmembramiento a la trituración
(que al inflamarse produce borrado)
este fragmento (audible con la lengua)
narra el desenlace cremoso de un robo
que balanceamos (hasta la partición)
(desplazamiento) (nomadismo)
a fuego (maquillador lento) (de sabor)
(antes) (lejos) (allí) (en la
distancia inicial)
entre discos suaves (ensamblados)
con pegamento cárnico (sudor)
dije antes (intervalo)
que los vertebrados sean tatuajes
(en las rocas) antes (invocar pasado)
(su gramática) (sin destruirme)
el orificio del ojo era la boca
(mañana) (en lo reciente) (protuberancia goteará)
he llorado cada libra
dice la muchacha de al lado
(el hijo de la muchacha de al lado)
(los vecinos que la definen como mamá) (el hijo) (yo)
(ganancia por daño) (estirón horizontal)
mañana (el tiempo es) (bolsa de drenaje)
estaremos bien (le digo) (como antes) (recuerdas)
(cuando engordábamos
el pasado con silencio)
la gente le da demasiado valor
a lo que no puede ver (me digo)
el motor de la evolución
no es más que un horno con
forma de pueblo pequeño
Si este poema no es una asno enamorado de la hierba despiértame cuando tenga 5 años
Este poema fue escrito en un trozo
de cadera
de asno
el inicio del animal es la parte benigna de un dios
con las orejas caídas
dice mi hermana
que no come carne
ni cuento ni poema asnal
a punto de salírseme de los dedos
si el asno fuera peruano tendría la jeta bañada en poesía
y no en la saliva morada que le cuelga de la trompa cuando lo destazan
y que mi hermana confunde con helado de corozo
asno que no traga corozo no berrea ni eructa poemas
con olor a solomillo
dice mi hermana
imagina que el campo se deposita
en el oído del asno mientras lo nombro
que las brujas del pueblo usan su gigantesca espina caribeña
para matar ratones
para rascarse el no sé qué
que les timbra en lo bajo de la espalda
alguna vez supe de un asno
al que las hebras de la cola se le enroscaban
como garras de un demonio con artrosis
a ese asno yo lo vi embobado con una mata de romero
le desmenuzaba la médula con la pezuña caliente
le labraba la piel con la mandíbula renga
y yo que quería montarlo como a una bestia mitológica
sin ni siquiera dominar mis piernas
de niño malcriado
el asno menos muerto que he conocido
me lamió como a un helado de corozo
antes de que el machete
le rebanara ese puñado de lengua casi caballuna
intenté calentarlo con mis lágrimas
nunca lloré después de eso
al asno la maldad le salía por las orejas
junto al agua dulce que las guayabas escupen cuando mueren
los caracoles montaron un reino de tres días
en el sumidero que le quedó por cabeza
las matas de romero le poblaron los huesos más dulces
y yo con sus berridos de asno puyado mojándome el ser
(o la ventisca en mí que pretendía serlo)
el cuerpo lo supo antes que mi conciencia:
las orejas son la puerta al llanto
y este poema aún huele en la boca de todos ustedes
y este poema es un maleficio
que niega
la inmortalidad del asno
el asno fue el primer amigo que lloré
intenté revivirlo con hierbas mágicas
y menjurjes que no pueden digerirse
como un ensayo a mi propia resurrección
cuando supe que ya no regresaría
miré hacia arriba
y vi su entraña rota quemar el cielo
vi la prehistoria
de lo que ya
no tiene
que volver
Tecnología de encantamiento posmortem
Primeramente, encomiendo a mis Dios (que son todos los personajes de los Lunny Tunes en un solo cuerpo verdadero, según Stephen Hawking) esos cachorritos Dios que la criaron a mi alma y redimieron con su carísima sangre pasión y muerte y el cuerpo a la tierra de que fue formado y que cuando su divina madrastra fuere servida llevarme de esta presente vida a la otra, es mi última voluntad que mi cuerpo sea sepultado en una carnicería, dentro de una res golpeada por un meteorito. Quiero vello sintético de otro poeta como tributo floral. No por nada planifique mi reencarnación dos vidas antes. En la novena los sonidos de mi cuerpo tendrán derechos patrimoniales diferenciados. Mi sangre tendrá copyright mi sangre episódica mi sangre empelota sin mí no será reproducida ilegalmente para crear poemas digitales. Poemas con visión de túnel. Poemas con un sueño pop como objetivo político. Poemas con detección facial. Imposibles de robar después de mirar el tutorial de cómo diseñar tu propio ataúd. Si me velorio se transmite por Instagram no borrar la palabra americano en mi cuello. Y favor no estacionar motos próximas a mi tumba ya que las motos dejan de moverse ante la oscuridad de la sangre. Según las yubartas la muerte es un país sin direcciones ni océanos limítrofes. Y para recuperar el alma hay que silbar la canción de salida al renacimiento. Entiérrame en la sección especial del parqueadero para discapacitados, riega mi fluido dañado en el motor del auto de un profesor que les caiga mal e instalen dentro una alarma que me despierte al otro lado del futuro. Toda acta de nacimiento es un pasaporte de reencarnación. Así que prepara mantas calientes por si nazco en una tina con hielo. Una vez superada la etapa de lactancia como instrumento de percusión médica. Sabrás que la tina es un artefacto de dominación y el hielo tiene visiones con su forma acuática mucho antes que el calor lo derribe como a una cebolla de nieve. La vida es una helada en medio del verano, un perro coloreado como zorro, la sangre real tinturada de azul estrangulando los vasos dilatadores de un cuerpo de escasos recursos, el mal decorativo de las parroquias, la idea de la resurrección en caracoles gigantes, yo amo la reducción lechosa de mi anatomía, antes y después de que Gokú muriera por nosotrxs.
Si el caucho se produce por generación espontánea
mi familia es un ramo de globos para cumpleaños
Con temor a elevarme
sostengo mi pasado
que deviene en miles de anatomías de goma
alfabetos de goma
visiones del mundo de goma
para ensamblar autos deportivos
y generar nuevos índices de accidentes de tránsito
Mi genética arruinada de tanto mestizaje
huele a mango y sometimiento
porque nadie te envía un registro de bautismo del siglo xvi
ni las coordenadas de un pueblo costero
donde los bergantines españoles se disfrazan de canoas
para agradarles a las divinidades marinas de los Caribes
El pasado es tachar nombres
inventar diálogos
para ennoblecer la violencia burocrática
El estadio es un museo es una casa ceremonial
para colgar torsos de venado torsos de indio torsos vasallos del rey
De un molusco alguien hará un soneto
y al otro lado del Atlántico
se describirá la estética de la inflamación adornando el cuello de la reina
Los significados se enfrían
o son víctima de publicidad engañosa
En clase de biología
aprendí a dar cortes transversales a un puerro
para que lo observaran al microscopio
y lo dibujaran en sus libretas de apuntes;
los puerros son indios menos sofisticados
y menos incómodos en el paladar
según la Corona Española
ayer mi pasado se elevó hasta ser una piedra brillante
en el cuerpo de molusco de la luna
ayer expulsé mi acta de nacimiento
cosida con fibras de mango
para navegar el poniente
La memoria lírica es un acto de decapitación
un cálido reportaje sobre la vergüenza de ser indígena
y evacuar leche de árbol por los párpados
en lugares que aíslan la electricidad
De tanta historia tus encías sabrán a goma podrida
dice mi profesor de biología
quien me enseñó
que los intermedios no se digieren
se abrazan
junto a la carne muerta que ellos representan
Poema en el que me muerdo los codos de pensarla
Si la picadura es desenlace del deseo
introduzca abejas en mi boca, amor
arruine mi salud
y como una turista británica promedio
embolse los huesos de mis piernas
y envíelos
al otro lado del océano
para alcanzar con usted la internacionalidad
si hacemos del apetito
un lugar para la destrucción
ayúneme, zúrceme, názcame en la trayectoria de mi lengua
al tocar fondo
pruébeme con las desviaciones de su anatomía
porque mi páncreas es una tarta de manzana
porque mi cuerpo es una pequeña repostería
en el que todos entran y salen
sin pagar
y yo conmocionado por mi propia
incapacidad de arder
por la manera en que dos personas se disuelven
en sus palabras
le digo: vertebre un pueblo de gladiadores dentro de mi
requíseme con su cornea de tiburón
hasta sacar de mi cara nómada
un discurso inaugural
rasgado
donde solo persista
este ronroneo
que expulsa por el lado blando
de la cabeza
antes que su nombre detone
en mi cama de vidrio
Me etiqueta gente
en fotos del Puente de Brooklyn
pero nadie me sigue.
ni me manda un pasaje de avión
a Nueva York con todos los gastos pagos.
Nadie dice, ven, cumpliré tu sueño de oír el mar,
de ser rescatado por Spiderman
mientras me precipito dentro un auto en llamas
porque obviamente no se manejar
ni nadar y a duras penas cruzo un puente
con los ojos abiertos
La verdad, preferiría que Instagram
tuviera un ícono para viajar en el tiempo
y así vería a Hart Crane decorando el puente de Brooklyn
con sus rimas y sus yambos del color del agua
que han enloquecido a la mitad de sus traductores
y a la otra mitad los ha dejado creyendo
en las propiedades regenerativas
que tiene mirar los cables transatlánticos del puente
por más de 2 horas y repitiendo el verso
“Oh Tú cuya irradiación me ha sido dada”
Verso propiedad intelectual de Hart,
superfan de Moisés y de la zarza parlante
que, con propósitos devocionales
me espoileó la trama argumental del Éxodo
la zarza ardiente @Dios_SoyelqueSoy
que por cierto no me sigue en Instagram
al igual que Andrew Garfield
su difunta ficticia Emma Stone
y los descendientes de Hart
que no tardarán en banearme
al creerme una inteligencia artificial
llamada alpuentedebrooklyn1938
Seis años después de que a Hart se metiera en el océano
pensando que era un traje de astronauta
Dos años tan solo de que a Lorca
-quien atravesó el puente escribiendo Paisaje de la multitud que vomita-
le depositaran diez pepas de granada en el ventrículo izquierdo
La leyenda dice que Hart era astronauta con el torso partido
con ganas de experimentar la métrica marina, el vacío marino
el género marino donde pudiera convertirse en pulpo
y copular hasta morir
con un náufrago español
Por eso, quisiera ir a Nueva York y grabar una escena
en la que Hart interpretado por Andrew Garfield
invita a Lorca a bailar salsa a la orilla del East River
aunque la salsa como género musical no existiese
sino el son cubano que dice:
Hay un suave murmullo
en el silencio
de una noche azul
Ellos en mi visión
tienen guayabera y beben un mojito de piña
antes de atravesar en una bicicleta
construida con conchas marinas
la longitud de seis edificios acostados
que tiene el puente de Brooklyn
al que espero ir con mi hermana
y con la que aspiro grabar una escena post créditos
en donde Emma Stone pueda ser salvada
por Andrew Garfield
que en realidad es Spiderman y Hart Crane
después de beberse el Atlántico
gracias al poder del guion
que es el mismo poder visionario de Hart
cuando hace del Puente de Brooklyn su ocarina
para espantar los carruajes de fuego estadounidenses
que se enfilan a otra guerra
o cuando dice
en un timbre mesiánico:
Es cruel
el fondo
del mar.