OPUNTIA
Quiero convertirme en monstruo
e irme pa’l monte
No quiero contar más historias
Ayer abrí un canario por el pecho
puse su corazón
en los labios de mi madre
que se me moría.
Las biznagas están brotando
senos de coral rosado
semillitas de tuna cardona en la garganta
El abuelo de mi abuelo se murió de hambre
el abuelo de mi padre se fue a la sierra
tunas, nopal, piñones y ratas trajo del monte
ya estábamos todos muertos
Cruje la leña entre el adobe
Pizcar y pizcar
los frijoles hierven toda la noche
todas las noches
temprano, irse a formar al molino
Me han dicho que la milpa es nuestra familia
como un hermano -los maices-
pero yo nací con corazón de coyote
ojos de búho
Quiero subirme a la sierra
hacer carbón de mezquite
y no volver a esta tierra
Soltar a las mulas, los burros
que vuelvan pa’l rancho…
Voy a comer y dejar que me coman
todas las bestias, los monstruos
seré la rapiña en ave
como el tecolote que llegaba al rancho
y comía ojos de gatos
Voy a tener cabeza de venado
en el monte
olvidarme de los nombres humanos
Voy a exprimirme la lengua
‘ora verás
‘ora que me vaya pa’l monte
BUTES
Un niño recoge conchas trozadas en la playa
color gris
Se dibuja una canoa y le escribe un nombre
con letra oscura
Indecible, inefable
Los hombres gustan del mar
para huir de los fracasos
marineros, exiliados, presos
en cárceles de puerto
con las utopías a rastras
y el corazón quemado
No lejos del mar
nace un niño
color de arena
salta por manglares desaparecidos
manglares sucumbidos
por caña.
Brazos de hombres
destrozados
piñas de mujeres
se desgranan en la espuma
La historia nos escupe
se ríen de nosotras
los humanos y banderas
Enrojecida la boca
no busca otras lenguas
para lamer la carne
suave de los cocos
Entonces yacen muertos
los niños del ala rota
la niña isleña apedreada
porque la lengua es ya
un calabozo
de novelas barroquiles y nefandas.
La maldita potestad
de arena en la garganta
como harina infértil
no siembra huesos
ni cultiva hojas
Arena entre los dientes
en los dedos
en los ojos
en la oreja
arena entre las nalgas
y en el pelo como costras
Somos la lancha
con corazón de frijoles en lata
aleteo innecesario por corazón
la piel entre los huesos
Llueve en el arenal
albañiles diminutos de la costa
erigen jardines como tumbas
castillos orientales
de amantes retorcidos
Dicen que se come el mar
hasta las casas
pero el huracán se esconde
de la piedra erecta como faro
o como cárcel
Lumpanar sin flores
Voy a escribir tu nombre
Butes
Voy a escribir tu nombre
con un palito
con un popote
Cualquier basura
sobre la arena.
GARAPUVU
Para exorcizar mis tristezas
las junto todas, los dolores
y los hago nudito
como el cabello
que se me tira a puños
enredo mis dedos, la soledad
guardo en el ovillo de lágrimas
dolor en el pecho
me echo andar en el bosque
persigo su sombra, escucho
los bambús que susurran
coro de ancianos
Llego, nos encontramos
él me conoce, me espera
tomo fuerza y me acerco
despacio respiro, me respira
Quiero estar cerca cuando
recueste su cuerpo
se vuelva todo raíces
Lo quiero, lo abrazo
se estremece de a poco
y me permite verlo con
toda la sombra gris de su otoño
brota amarillo ante mis ojos
seca todas mis lágrimas
las pasadas, las de ahora
Vuelco mis ojos a examinarlo
abro la nariz y la boca
para respirarlo y darme entera
me abro el pecho
nos abrazamos, soy de él
ahora y para siempre
caemos juntos.
CUERPO CORTADO
Con unas tijeras rasgué el mar
me cobijé hasta dormirme
suave espuma
desperté con el acantilar
de mi ropa oleándome
otra bruma.
Y se me escurrió la arena
por las cuencas de mis ojos
(in)grávido
Enmohecidos por gangrena
se me soltaron los hombros
descosidos
Venía cargando un exilio
camino de Tierradentro
silencioso
cuando llegaste al concilio
de balseros frente al puerto
fragoroso
Ahí se nos fue rodando
como un perro sin correa
el exilio
sobre la arena jugando
un niño tirolea
un castillo
Alcancé a verte(me) la espalda
el puro tronco ya ibas
como un cálamo
la infancia desarraigada
anhelando ajenas ribas
ay Guantánamo
Y ahí me quedé mirándote
inundado cañaveral
(des)nombrado
Las olas re-tejiéndote
la garganta y el puntal
re a nu da do.
Ana Lilia Félix Pichardo. Escritora y editora independiente, es Lic. en Letras y Maestra en Ciencia Política. Actualmente es doctoranda en Historia por la Universidade Federal de Santa Catarina, Brasil, en la línea de investigación arte, memoria y patrimonio. Es cofundadora de la revista digital de arte y literatura La Sílaba y mantiene el proyecto de encuadernación autogestivo Ciempiés. Hace parte de la plataforma intercontinental de comunicación Somos una Abya Yala.