Reseña de Libro de asistencia, de Víctor Munita Fritis

El poeta mexicano Mijasil Lamas reseña Libro de asistencia, el más reciente libro del poeta chileno Víctor Munita Fritis, publicado por la UANL.

 

 

 

LIBRO DE ASISTENCIA,​​ DE​​ VÍCTOR MUNITA FRITIS

O LA POESÍA QUE RECISTE COMO​​ «UN ÁTOMO DE ROCA»

Por Mijail Lamas

 

Libros de asistencia

Victor Munita Fritis

UANL, México, 2024.

 

Cuando una de las voces que habitan​​ Libro de asistencia, del poeta chileno Víctor Munita Fritis, afirma que para mantenerse en la «zona de confort» es necesario que el cuerpo se convierta en «mobiliario del sistema público», nos presenta, en pocas palabras, la alegoría central que atraviesa este volumen: la brutal instrumentalización de los cuerpos bajo la maquinaria capitalista.

 

el lugar perfecto para estrenar

la utopía corporativa moderna y sus logos,

para justificar sobre nuestros malnutridos

y desmochados cuerpos (17)

 

Los poemas de​​ Libro de asistencia​​ son fábulas cantadas por diferentes voces que bordan una interesante polifonía, sustentada en un coloquialismo dinámico. Estas voces dibujan la implementación del modelo neoliberal y sus devastadoras consecuencias, desmantelando cualquier vestigio de un estado de bienestar. Este neoliberalismo, cuyo programa se implementó en Chile después del ascenso de Pinochet, se convierte en el telón de fondo en el que Munita Fritis orquesta su lírica denuncia.

En estos versos, el llamado “capital humano” va perdiendo, uno a uno, sus derechos laborales, mientras se enfrenta a un aislamiento implacable. Las estructuras de organización sindical se ven erosionadas, y los sindicatos, antaño baluartes de resistencia, se desvanecen bajo el peso de una maquinaria opresiva.

 

Fracasan en todos los pactos,

cruzando los brazos

nadie reconsidera los proyectos,

hemos quedado

en manos juristas.

Poco a poco y ligeramente

como un recipiente sobre otro, vertemos la

paciencia. (13)

 

Munita no sólo denuncia la deshumanización laboral, también subraya cómo la tecnología, lejos de ser liberadora, se transforma en un mecanismo de control, explotación y vigilancia. La pantalla y la impresora sustituyen a la vieja máquina de matriz, pero el costo no es solo técnico: el tiempo frente a la pantalla consume la vida de los empleados dentro y aún fuera de la empresa.

 

Sin más,

como Pedro por su casa,

mi jefe entró por Zoom y

se acostó en mi cama

almorzó con nosotros y

se sentó en el living. (49)

 

En estos escenarios, las palabras “eficiencia” y “productividad” son el mantra bajo el cual se disuelve el espíritu del trabajador, diluyéndose en el engranaje de un sistema que ni en nuestro tiempo libre deja de explotarnos.

 

En días de ocio pienso, que si

trabajara los domingos,

tres o cuatro

de los funcionarios que viven en mí,

no estarían vivos.​​ (52)

 

Libro de asistencia​​ se alza como una alegoría poderosa de nuestro tiempo, mostrando cómo hemos llegado, casi sin protestar, a aceptar nuevas formas de explotación que antes nos habrían parecido inconcebibles. Sin embargo, esta obra no es solo un relato del sometimiento a la explotación; es también una escritura desde la resistencia, que recupera los nombres y la dignidad de funcionarios caídos en acción o marginados por sus convicciones combativas, como en los poemas «Usted», «Pero mírennos» o «Caballo López, funcionario público…». Víctor Munita rescata la vida de empleados y​​ funcionarios públicos,​​ para dignificar​​ las​​ historias​​ de​​ estos​​ hombres y mujeres que quedaron al margen del celebrado triunfo del capital. ​​​​ 

 

 

 

Usted

 

No debería imaginar.

Usted

no debería creer en el compañero Morales

sus historias de huachos1

con cara de nada y la tarde vacía.

Usted debería poner

los ojos en la estirpe de la institución.

Morales es el cáncer de la empresa.

Siempre deprimido,

con la ropa llena de motitas.

A Morales

se le pegan los pelos del gato en la chaqueta.

Siempre está congestionado,

jugando con la lente

a escapar del dedo índice y el ceño fruncido,

atrapado en el barro socialista,

en medio del memorándum,

soñando con mártires,

arrastrado en un microbús,

atormentado con lo urgente

en el país de la espera.

 

 

Pero mírennos

 

…La Gran Noche del Desierto poblado de

fantasmas…

José “Pepe” Cuevas

 

Llegar acá es difícil,

hay que tomar el microbús 601 o la 204,

esa nos lleva a todos y es barata.

 

Mas yo no sé en realidad,

por qué dejaron de poner el bus para los

trabajadores;

mucho mando medio ha llegado a instalar el

orden

y no lo entendemos,

nadie se explica la medida.

 

Nos preguntamos

por qué se detuvo el tránsito de

bolivianos con sus sándwiches

de queso-cabra y mantequilla

que vendían en los pasillos de la institución?.

Juan “Pereque” Machimba y el “Toro” Mamani

se devolvieron deportados -dicen en

un tren a Cochabamba y nosotros a media tarde

sentimos el cielo en nuestro estómago, así

se nos acaba la jornada.

 

Pero mírennos, aquí faltan sillas y un par

de impresoras,

cuchillos para abrir las cartas, libros de

asistencia

ya no podemos seguir rayando éste y engrapando

hojas de cuadernos en sus tapas.

 

Circula en los corredores

que “Pereque” ha fallecido en

el desierto, la noche se pobló

de fantasmas.

A Mamani,

Dios lo guarde en un átomo

de roca, y a nosotros nos

liberen el presupuesto,

mañana por la tarde.

 

 

___________________

1 Huacho o Huachos: “La figura del huacho va más allá de quien no tiene padre o madre, siendo más bien como sugiere el origen quechua del término es: ‘el animal que está fuera del rebaño’ (Montecino, 2007, pág. 48). Son en definitiva los excluidos de la historia oficial que versa sobre los grandes héroes” (Disciplina para Huachos, Francisco Utubia, U. de Chile, 2019).

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