Poesía polaca: Tadeusz Dąbrowski

Leemos, en el dossier de poesía polaca que prepara Krzysztof Katkowski, algunos poemas de Tadeusz Dąbrowski. ha merecido distinciones como el Premio Kościelski (2009) y el "Pequeño Cetro" de la Fundación Polaca de Cultura (2006), que recibió de manos de Tadeusz Różewicz. Ha sido traducido a treinta idiomas. Vive en Gdańsk.

 

 

 

 

 

 

 

 

Tadeusz Dąbrowski (Pasłęk, 1979)​​ es​​ poeta, ensayista, crítico, redactor
jefe de la revista literaria bimestral «Topos». Miembro de la Deutsche

Akademie für Sprache und Dichtung. Ha publicado, entre otros, en «The

New Yorker», «Paris Review», «Frankfurter Allgemeine Zeitung», «Neue

Zürcher Zeitung», «Twórczość», «Odra», «Pismo». En Radio Gdansk fue

copresentador del programa de poesía «Po pierwsze wiersze»

(2017-2024). De 2012 a 2019, fue director artístico del festival Poeta

Europeo de la Libertad. Autor de la novela Bezbronna kreska (2016) y

de nueve poemarios, entre ellos​​ 
Te Deum​​ (2005),​​ Czarny Kwadrat​​ (2009)
y​​ 
Scrabble​​ (2020). En 2022 se publicó un volumen de sus poemas de
ébano,​​ 
To jest fajka​​ (PIW), y en 2024 una colección de esbozos sobre
poesía,​​ 
W metaforze​​ (PIW). Ganador de decenas de becas y premios,
entre ellos el Premio Kościelski (2009) y el «Pequeño Cetro» de la

Fundación Polaca de Cultura (2006), que recibió de manos de Tadeusz

Różewicz. Ha sido traducido a 30 idiomas. Vive en Gdańsk.

 

 

 

 

 

 

 

***

 

 

 

 

 

Zurich, primera nota

 

No tengo corazón en Suiza, me emociono​​ 

a la vista del oro, pienso en Mickiewicz1,

pero no tengo corazón para un poema, los relojes
me señalan cada​​ uno​​ de mis pasos, las alturas celestes se asoman

 

en las aguas, pero la nada se cierne sobre las aguas.

Todo es bonito,​​ lo​​ desbonito está en mí, oro robado,

majloyques2​​ de mafia, una escopeta amartillada, putas​​ 
traicionadas, lo siento todo dentro de mí, lo tengo todo en

 

el depósito, y por cierto aún no soy capaz de crear

poesía que nadie espera.​​ Escribo​​ 

poesía que nadie está esperando,

 

resultará que alguien la ha estado esperando todo el tiempo.

Y yo estoy esperando a alguien.

 

 

 

 

 

 

 

 

Recuerdo el día que te di un​​ libro​​ 

de Marcin Świetlicki3​​ con algunos poemas marcados.

Al leerlos, te asustaste de que

quisiera​​ dejarte de​​ una​​ manera retorcida. Después​​ 

 

 

nos casamos, sólo para divorciarnos después de varios años,

hermosos e infructuosos como cursos de escritura creativa.

Hoy esos poemas se​​ me​​ cayeron​​ de las​​ manos, los leí

al azar, con cuidado, para no herirte.

 

 

 

 

 

 

 

 

This is the end

 

Desde que te fuiste, me siento como el viejo

Jim Morrison. Sentado en el excusado, tarareando​​ 

los éxitos que no grabé.

 

Pensé que había tirado todos​​ tus

recuerdos, pero ahora veo en una esquina

un​​ tampón tuyo. Finjo no​​ conocerlo. Él

 

finge no verme.​​ This is

the end. Mientras tanto, fuera de la ventana

hay una nieve roja.​​ 

 

 

 

 

 

 

 

Hace​​ años que​​ veo​​ la lluvia

y es​​ hasta​​ hoy​​ que​​ unas cuantas golondrinas muertas​​ 
vuelan por su cara.​​ 

 

 

 

 

1

 

 

 

 

​​ Adam Mickiewicz (1798-1855), uno de los clásicos del romanticismo polaco.​​ 

2

​​ En polaco: «machlojka». Derivado de la expresión yiddish «מחלוקה». Se refiere a un tipo de engaño - la palabra en sí es coloquial y se remonta a antes de la Shoah.​​ 

3

​​ Marcin Świetlicki (nacido en 1961 en Lublin) - poeta polaco, cantante, una de las figuras más importantes de la poesía polaca de la década de 1990.

 

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