DICIEMBRE
De Manuel de Freitas
Este año el invierno llegó más tarde,
pero de poco te sirve decirlo
cuando el espejo apenas devuelve —si
devuelve— el escombro de tus gestos.
Había una lámina de luz (¿será?)
que se apoyó en los riñones excesivamente dóciles
y ya no vio en el amor un grito inoportuno.
Tal vez no llueva, ¿quién sabe? El tiempo
mismo es una molestia, sobre todo en este planeta
de hombres seguros e inconsecuentes
donde, en verdad, nunca te gustó estar.
Así que no te quejes, deja
algunos lamentos para los que vendrán
(si es que vienen), el plomo de los días
con nuevas sustancias y teoremas contra
la muerte, que tal vez pueda ser vencida,
mucho más allá de saturno.
El futuro es de los otros, como todo, y sería una lástima
que dieran contigo en una antología aburrida,
hecha por encargo y todo eso. Lo que dijiste
fue para ser dicho, no para ser recordado. Y la eternidad
tiene nombres que llegarán a varias generaciones,
que tal vez hallen, y con razón, una pérdida
de tiempo en los versos y en la literatura una cosa vil
como comer carne o sexo. La posteridad
tal vez sea la única puta con la que no deseaste estar,
porque ya no estarás aquí –y la lógica
de estas cosas seguirá funcionando, reduzcas
o no al absurdo los gestos con que fuiste polvo movedizo.
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Manuel de Freitas (Vale de Santarém, 1972) es poeta, crítico literario y editor. Dirige la mítica editorial Averno. Recientemente publicó su poesía reunida en dos tosmos Levar caminho I y II (Averno, 2023).