Maria Teresa Horta, In Memoriam

Ha muerto la importante poeta portuguesa Maria Teresa Horta. La recordamos leyendo su poesía en la versión del traductor y poeta mexicano Mijail Lamas.

 

 

 

Ha muerto la poeta portuguesa Maria Teresa Horta. Su importante labor literaria siempre estuvo a la par de su lucha por los derechos de la mujer y la democracia.​​ Fue, junto a​​ las narradoras​​ Maria Isabel Barreno y Maria Velho da Costa, una de las autoras de​​ Novas Cartas Portuguesas,​​ libro​​ por el que las tres escritoras fueron detenidas bajo la acusación de haber publicado un libro considerado pornográfico, el cual se percibía como una amenaza para la moral y las normas establecidas​​ por el régimen autoritario que gobernaba Portugal desde 1926.​​ Por​​ su postura subversiva, siempre se le consideró una rebelde​​ que luchó a favor de​​ la liberación femenina​​ y en contra del autoritarismo.​​ Su poesía también se posiciono en el espacio de la lucha, donde​​ expresó de forma​​ abierta​​ el​​ placer​​ sexual femenino,​​ así​​ como​​ la búsqueda del reconocimiento de las mujeres trabajadoras.​​ Sus poemas,​​ de​​ formulación vertical​​ se leen de​​ manera​​ ágil. En ellos​​ incorpora formas​​ conversacionales que conviven con un léxico arcaizante, cuya musicalidad es producto de sus​​ arriesgados y vertiginosos cortes de verso.​​ En Círculo de Poesía,​​ estamos​​ preparando​​ una antología de sus poemas con selección y nota de Ana Rita Sousa y​​ cuya traducción yo he realizado.​​ De este volumen de pronta aparición propongo la lectura de seis de sus poemas.​​ ​​ 

 ​​​​ 

 

Mijail Lamas​​ 

 

ESPERA

 

seguimos

inflamados de voluntad​​ 

contra el tiempo

 

se quiebran los espejos

repletos de imágenes​​ 

repletas​​ 

 

una mujer parió

de pura nostalgia​​ 

dos veces el sol​​ 

y todos nosotros​​ 

esperamos​​ 

que la rebelión se levante​​ 

 

que se abran la ventanas​​ 

y en los jardines​​ 

completamente raros

de cielo​​ 

podamos reir​​ 

con los brazos separados​​ 

y las manos abiertas​​ 

como si de mar de amar​​ 

los sembradíos​​ 

se hubiesen vuelto​​ 

locamente verdes​​ 

 

simplemente

 

Espelho Inicial​​ (1960)

 

 

INÚTIL

 

Es inútil negar​​ 

un dios​​ 

por cada horizonte  ​​​​ 

 

o paisaje de cabellos​​ 

con el sol​​ 

recorriendo las caderas​​ 

 

El silencio de los columpios​​ 

como escalones​​ 

por las fuentes  ​​​​ 

 

líquidamente tentados​​ 

a llorar​​ 

los frutos roncos​​ 

 

Es inútil inventar ​​ 

la estátua​​ 

por cada evasión​​ 

palabra – ancla​​ 

de la noche​​ 

Cidadelas Submersas​​ (1961)

 

 

 

INVENTO

 

Por qué será mi amor​​ 

que siempre​​ 

en tu ausencia todo se suspende

 

y el vicio de verte es tanto​​ 

que en todas partes mi amor​​ 

te invento​​ 

 

Amor Habitado​​ (1963)

 

 

A ORILLAS DE LA INFACIA

 

De súbito quedo​​ 

a orillas de la infancia

 

Sin una mano​​ 

sin una madre que detenga la caída​​ 

 

Destino​​ (1997)

 

POEMA ANTIGUO

 

El hombre que recorro

con las manos​​ 

​​ 

y la luna que concibo​​ 

en la altitud​​ 

del tedio​​  

 

Sólo​​ 

el océano​​ 

pienso  ​​​​ paralelo – vientre​​ 

a​​ la playa intacta​​ 

de las ventanas blancas​​ 

en silencio​​ 

 

ciclámenes – astros​​ 

entre​​ 

las voces que callaron​​ 

para siempre​​ 

el verbo – brújula​​ 

con raíz –​​ alto​​ grito

 

El hombre que recorro​​ 

con mis manos​​ 

la estatua que consiento​​ 

 

la luna que concibo​​ 

 

Cidadelas Submersas​​ (1961)

 

 

 

MUJERES

 

Hay en las mujeres​​ 

el sueño de una ausencia​​ 

como una navaja abierta​​ 

sobre los hombros​​ 

 

a la que la carne se adhiere​​ 

impaciente​​ 

cicatrizando ya durante​​ 

el sueño

 

Y también hay​​ 

el estar impaciente​​ 

callamos impacientes​​ 

todo el cuerpo​​ 

 

Sonreír no despacio​​ 

claramente​​ 

lugares inventados sobre​​ 

los ojos​​ 

 

Y todavía hay en nosotras​​ 

el estar presente​​ 

tranquilas diariamente​​ 

y seguras​​ 

 

mujeres demasiado​​ 

serenamente​​ 

en las casas  ​​​​ en las camas​​ 

en las calles​​ 

 

Y si acaso toda esta herencia​​ 

no llegase​​ 

como si todavía quisiéramos aumentarla​​ 

cerramos los brazos de cansancio​​ 

como si la vida​​ 

fuera quien la inventa ​​ 

 

Y si del sueño​​ 

nos viene el olvido​​ 

cuantos​​ insomnios

nos cansan por dentro​​ 

 

Jardim de Inverno​​ (1966)

 

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