Un fragmento de la novela Días de Verano de Eric M. Avila Ponce de León
Días de Verano (Fragmento de la novela) . . Al otro día llegué tarde a la oficina pero trabajé minuciosamente. Sólo descansé para comer. En la tarde, me di cuenta que me apresuraba para ver a Regina, y sin embargo evité pensar en ella porque me distraía: su recuerdo finalmente no era el pequeño descanso…