Pulitzer Prize 1992: James Tate

Aquí la tercera entrega del Premio Pulitzer de Poesía que contiene una selección de poemas del libro ganador de este certamen, seleccionados y traducidos por David Ruano González y nuestra editora, Andrea Muriel. Se trata de una muestra representativa del trabajo de cada uno de los poetas que han ganado este galardón, uno de los más importantes en lengua inglesa, haciendo un recorrido cronológico de 1990 hasta nuestros días.

En esta ocasión presentamos una selección de poesía de James Tate (Kansas City, 1943), proveniente de su libro Selected poems (1991), donde junta lo más representativo de sus libros publicados de 1967 a 1986. Éste fue merecedor en 1992 del Pulitzer Prize of Poetry y del William Carlos Williams Award.

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De The lost pilot (1967)

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POR QUÉ NO VOY A SALIR DE LA CAMA

 

Mis músculos se desenredan

como carretes de cinta:

no hay una sombra

 

de dolor. Permaneceré

así por el resto

de la tarde,

 

por lo que resta

de todos los mediodías. La lluvia

está haciendo un valle

 

de mis rasgos débiles.

Estoy en Albania.

estoy en el Rin.

 

Es otoño,

huelo la lluvia,

veo niños que corren

 

atravesando las colombinas.

Soy miel,

soy varios vientos.

 

Mis nervios se disuelven,

mis miembros se marchitan-

no te amo.

 

No te amo.

Traducción de David Ruano González

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EL PILOTO PERDIDO

 

para mi padre, 1922-1944

 

Tu cara no se pudrió

como las otras—al copiloto,

por ejemplo, lo vi

 

ayer. Su cara es papilla

de maíz: su esposa e hija,

aquellas pobres ignorantes, lo miran

 

como si fuera a componerse pronto.

Él estaba más perjudicado que Job.

Pero tu cara no se pudrió

 

como las otras—creció oscura

y fuerte como el ébano;

tus rasgos progresaron en su

 

distinción. Si pudiera persuadirte

de regresar por una tarde,

bajar de tu compulsivo

 

recorrer órbitas, podría tocarte,

leer tu cara como Dallas,

tu matón, ahora,

 

-con los ojos repletos de ampollas-, lee

sus ediciones en braile. Podría

tocar tu cara del modo en que un estudiante

 

desinteresado toca una página original.

A pesar de lo aterrador, podría

descubrirte y, sin embargo, no te

 

entregaría: no haría

que enfrentaras a tu esposa, o a Dallas,

o al copiloto, Jim. Tú

 

podrías regresar a tu enloquecido

recorrer órbitas, y yo no intentaría

comprender por completo

 

lo que eso significa para ti. Todo lo que sé

es esto: cuando te veo

como te he visto, al menos

 

una vez cada año de mi vida,

dar vueltas a través del salvaje cielo

como un pequeño dios africano,

 

me siento muerto. Me siento como si fuera

el residuo de la vida de un extraño,

siento que debería perseguirte.

 

Mi cabeza ladeada hacia el cielo

que no puedo despegar de la tierra,

y tú, pasando por encima de nuevo

 

rápido, perfecto, y con poca disposición

a decirme que lo estás haciendo

bien, o que fue un error

 

el que te colocó en aquel mundo,

y a mí en este; o que la mala fortuna

colocó estos mundos en nosotros.

Traducción de Andrea Muriel

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RESCATE

 

Por primera vez la única

cosa que es probable que rompas

 

es todo porque

se trata de un peligroso

 

riesgo. El peligro invita

al rescate—yo lo llamo amar.

 

Tenemos algo bueno

en marcha—yo lo llamo rescate.

 

Es la mejor cosa que podría suceder

entre telarañas de Acero, al menos

 

eso esperamos. Algunas otras podrían

llegar a hacerlo, no puedo comprenderlo.

 

Hay mucho espacio,

ventanas limpias, encendemos nuestras

 

mejores máquinas, ruum-ruum.. todo parece

relevante. Yo lo llamo amar.

Traducción de Andrea Muriel

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De The Oblivion Ha-Ha (1970)

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CODA

 

El amor no vale tanto;

me arrepiento de todo.

Ahora, detrás de nosotros,

en Fayatteville, Arkansas,

las estrellas están cayendo

dentro de nuestros ojos agrietados.

 

Con mi brazo bueno

alcanzo el cielo,

y dejo salir el aire de la luna.

Se va zumbando

para secarse y hundirse

en el océano.

 

No puedes llorar;

no puedo hacer nada

de lo que alguna vez retuvo una pizca

de significado para nosotros.

Te cubro

con agujas de pino.

 

Cuando llegue la mañana,

construiré una catedral

alrededor de nuestros cuerpos.

Y los grillos,

que cantan con sus rodillas,

vendrán a ella

en la noche para estar tristes,

cuando no puedan cantar más.

Traducción de David Ruano González

 

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De Absences (1972)

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SI PUDIERAS DESAPARECER EN EL MAR

 

Si pudieras desaparecer en el mar,

si pudiera montar un caballo e ir sobre las montañas

de Chile a México…

 

No, no estamos en las películas.

No te puedo prometer

la roja corona funeraria de las promesas.

 

Dos habitaciones se ven la una a la otra.

 

La puerta está en todos lados pero

parentética, desagradecida;

tan cerca de casa, no hay forma de llegar ahí.

 

Nos abandonamos a nosotros mismos, nos volvemos

invisibles, siendo soplados sobre

 

los campos quemados, orgullosos

de haber terminado con

este girar defensivo

de los amateur puros.

Traducción de David Ruano González

 

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ENSEÑANDO AL SIMIO A ESCRIBIR POEMAS

 

 

No les fue demasiado difícil

enseñarle al simio a escribir poemas:

primero lo ataron a una silla,

luego le amarraron un lápiz en la mano

(el papel ya había sido asegurado)

Después, el Dr. Bluespire se inclinó sobre su hombro

y le murmuró al oído:

“Te ves como un dios ahí sentado.

¿Por qué no intentas escribir algo?”

Traducción de Andrea Muriel

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De Viper Jazz (1976)

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POEMA (NO PUEDO HABLAR POR EL VIENTO)

 

No sé nada sobre el frío.

Estoy triste sin manos.

No puedo hablar por el viento

que se aleja de mí como un derrumbe.

Cuando desentierro una papa, solamente veo la niebla azul.

Cuando subo las escaleras mecánicas, espero que algo ortopédico suceda.

Hundiéndome en arenas movedizas soy un salvaje apalusa.

Me enfurezco al vislumbrar un autobús de dos pisos,

y quisiera comerme el camino entero hacia el Congo,

soy un agente doble que se tortura a s mismo

y aún así no va a hablar.

No sé nada sobre el frío,

Pero sé lo que me gusta me gusta la locura tropical,

me gusta agitar los cocos

y tomarle las huellas a las pytones,—

fiebres que hagan bailar a los niños.

Estoy triste sin manos,

estoy muy triste sin mangas o bolsillos.

El invierno vendrá a esta ciudad,

No puedo hablar por el viento

que se aleja de mí como un derrumbe.

Traducción de Andrea Muriel

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From The lost pilot (1967)

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WHY I WILL NOT GET OUT OF BED

 

My muscles unravel

like spools of ribbon:

there is not a shadow

 

of pain. I will pose

like this for the rest

of the afternoon,

 

for the remainder

of all noons. The rain

is making a valley

 

of my dim features.

I am in Albania,

I am on the Rhine.

 

It is autumn,

I smell the rain,

I see children running

 

through columbine.

I am honey,

I am several winds.

 

My nerves dissolve,

my limbs wither–

I don’t love you.

 

I don’t love you.

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THE LOST PILOT

 

for my father, 1922-1944

 

Your face did not rot

like the others—the co-pilot,

for example, I saw him

 

yesterday. His face is corn-

mush: his wife and daughter,

the poor ignorant people, stare

as if he will compose soon.

He was more wronged than Job.

But your face did not rot

 

like the others–it grew dark,

and hard like ebony;

the features progressed in their

 

distinction. If I could cajole

you to come back for an evening,

down from your compulsive

 

orbiting, I would touch you,

read your face as Dallas,

your hoodlum gunner, now,

 

with the blistered eyes, reads

his braille editions. I would

touch your face as a disinterested

 

scholar touches an original page.

However frightening, I would

discover you, and I would not

 

turn you in; I would not make

you face your wife, or Dallas,

or the co-pilot, Jim. You

 

could return to your crazy

orbiting, and I would not try

to fully understand what

 

it means to you. All I know

is this: when I see you,

as I have seen you at least

 

once every year of my life,

spin across the wilds of the sky

like a tiny, African god,

 

I feel dead. I feel as if I were

the residue of a stranger’s life,

that I should pursue you.

 

My head cocked toward the sky,

I cannot get off the ground,

and, you, passing over again,

 

fast, perfect, and unwilling

to tell me that you are doing

well, or that it was mistake

 

that placed you in that world,

and me in this; or that misfortune

placed these worlds in us.

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RESCUE

 

For the first time the only

thing you are likely to break

 

is everything because

it is a dangerous

 

venture. Danger invites

rescue—I call it loving.

 

We’ve got a good thing

going—I call it rescue.

 

Nicest thing ever to come

between Steel cobwebs, we hope

 

A few others should get

around to it, I can’t understand

 

There is plenty of room,

clean windows, we start our best

 

engines, a-rumm…everything is

relevant. I call it loving.

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From The Oblivion Ha-Ha (1970)

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CODA

 

Love is not worth so much;

I regret everything.

Now on our backs

in Fayetteville, Arkansas,

the stars are falling

into our cracked eyes.

 

With my good arm

I reach for the sky,

and let the air out of the moon.

It goes whizzing off

to shrivel and sink

in the ocean.

 

You cannot weep;

I cannot do anything

that once held an ounce

of meaning for us.

I cover you

with pine needles.

 

When the morning comes,

I will build a cathedral

around our bodies.

And the crickets,

who sing with their knees,

will come there

in the night to be sad,

when they can sing no more.

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From Absences (1972)

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IF YOU WOULD DISAPPEAR AT SEA

 

If you would disappear at sea,

if I would ride a horse over the mountains

from Chile to Mexico…

 

No, we are not in the movies.

I cannot promise you

the red wreaths of promise.

 

Two rooms watching each other.

 

The door is everywhere and yet

parenthetical, thankless;

so close to home, no way to get there.

 

We abandon ourselves, become

invisible, blowing over this

 

charred field, proud

that we have finished with

the pure amateur’s

defensive circling.

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TEACHING THE APE TO WRITE POEMS

 

They didn’t have much trouble

teaching the ape to write poems:

first they strapped him into the chair,

then tied the pencil around his hand

(the paper had already been nailed down)

Then Dr. Bluespire leaned over his shoulder

and whispered into his ear:

“You look like a god sitting there.

Why don’t you try writing something?”

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From Viper Jazz (1976)

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POEM (I CAN’T SPEAK FOR THE WIND)

 

I don’t know about the cold.

I am sad without hands.

I can’t speak for the wind

which chips away at me.

When pulling a potato, I see only the blue haze.

When riding an escalator, I expect something orthopedic to happen.

Sinking in quicksand, I’m a wild appaloosa.

I fly into a rage at the sight of a double-decker bus,

I want to eat my way through the Congo,

I’m a double-agent who tortures himself

and still will not speak.

I don’t know about the cold,

But I know what I like I like a tropical madness,

I like to shake the coconuts

and fingerprint the pythons,—

fevers which make the children dance.

I am sad without hands,

I’m very sad without sleeves or pockets.

Winter is coming to this city,

I can’t speak for the wind

which chips away at me.

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Datos Vitales

James Tate (1943) es un poeta originario de Kansas City. Profesor de la University of Massachusetts Amherst, ha sido merecedor de varios reconocimientos. Desde su primer libro, The lost pilot (1967), sería seleccionado para formar parte del Yale Younger Poets Selection. Su libro Selected poems (1991), donde junta lo más representativo de sus libros publicados de 1967 a 1986, fue merecedor en 1992 del Pulitzer Prize of Poetry y del William Carlos Williams Award. En 1994 obtendría el National Book Award por su libro Worshipful Company of Fletchers: Poems. Un año después, 1995, se le concedería el Wallace Steven Award de la Academy of American Poets. También ha sido merecedor de la Guggenheim Fellowship. Actualmente forma parte de la American Academy of Arts and Letters.

 

 

 

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