La poeta argentina Luciana Jazmín Coronado (Buenos Aires, 1991) mereció recientemente el I Premio Hispanoamericano de Poesía de San Salvador, por su libro Catacumbas (Valparaíso, 2016). La premiación y presentación del libro tendrá lugar este jueves 26 de mayo en Madrid, en la Casa de América (Plaza Cibeles, s/n) a las 19:30, hora local. El premio fue organizado por el Centro Cultural de España en El Salvador, la Secretaría de Cultura de la Alcaldía de San Salvador y Valparaíso Ediciones. A continuación algunos poemas de Catacumbas.
Vitrales
te desnudás
como si abrieras
un baúl de joyas
lo mejor es tu brillo
pequeños matices
de un gato oscuro
los torsos
se expanden
en la sábana blanca
no hacemos funciones de circo
algo me lleva
a tus mariposas amargas
y me quedo ahí
limpio ala por ala
el viento se suma
a esta victoria
me saco la ropa
te doy el gesto
que ofrece
todas las frutas
no somos bestias
somos vitrales
y dejamos pasar la luz
La entrega
limpio el cuerpo
despacio
para no lastimarla
peino a mi abuela
como a una muñeca
el silencio golpea
en las coronas de flores
un llanto y otro le cosen
un traje de gotas
es el rocío de la mañana
en La Lucila del Mar
la entrego al sol
a la tormenta
y limpio
su caja de madera
es la única por la que yo rezaría
todo esto pasará
el olor a mate y bizcochos
que dejó por la casa,
las plantas
que regó y cuidó por años
hasta que sus manos
se detuvieron
en mitad del aire,
una gota
que se deshace
sin llegar a la tierra
El oso
cuando te visitaba
dormía en el cuarto de servicio
con un osito,
el único juguete
que por la pena que me daba
le puse tu nombre, Daniel
Daniel duele, padre, está vivo en mí
Daniel es dulce
pero adentro es carnívoro
duele como el viento en las pestañas
duele papá Daniel
el espejo tuyo en mí
la obra hecha de sal
duele papá pero no sangro
dejo el fondo mío
en el aljibe
me espanto ante tu rostro viejo
tus ojos de telarañas, papá
duele aquello que se tiende
sin tacto sobre mí
papá he dicho
no vuelvas a mirarme
recito hasta sentir tu muerte;
cada palabra te deshace
de mí finalmente
padre de viento
podrás esperar lívido
este poema
marcaré
tu ataúd
con tiza
bordaré tu ropa
con poemas te haré
palabras en la boca
entraré
despacio, papá
para no molestarte
El jardín
llegué al jardín
y estaba impregnado
de materia oscura;
en contraste
las arañas eran blancas
lo miré y volví a mirar
esperaba
no sentirlo tan cerca
no perder la visión
en lo negro
me acerqué con la tijera
corté un aloe jugoso
que derramó
su petróleo brillante
un olor inmenso a santos
lamí despacio
una gota en mi dedo
y de mi lengua
se escaparon los pájaros
ya estoy en otro lado
prendo un fósforo
podré todavía balbucear un lenguaje
El baúl de flores
si dejo de verte
en el jardín
cortar pimpollos
del rosal
que plantó el abuelo
si dejo de mirar
tus manos
de pecas grandes
extenderse al sol
o sentarte
a fregar tus piernas
la sangre reunida
tus pies hinchados
entonces
¿cuánto faltará
para que el jardín se esconda
y un baúl
de flores azules
ilumine bajo la tierra?
Datos Vitales
Luciana Jazmín Coronado nació el 3 de abril de 1991 en Buenos Aires, Argentina. Estudia Licenciatura en Letras (Universidad de Buenos Aires) y Traductorado de Inglés (ENS en Lenguas Vivas). Trabaja como docente de lengua, literatura e inglés y traduce poemas. Publicó La insolación (Viajero Insomne, 2014) y Catacumbas (Valparaíso Ediciones, 2016, I Premio Hispanoamericano de Poesía de San Salvador). Parte de su obra fue publicada en antologías, revistas y blogs de Latinoamérica y Europa. Algunos de sus poemas han sido traducidos al italiano.