Presentamos dos poemas de la norteamericana Louise Glück (Nueva York, 1943) a propósito de la celebración del Halloween y el Día de todos los Santos, pertenecientes a su libro The House of Marshland (1975). Glück es autora de doce libros de poemas y una colección de ensayos. Entre sus varios premios se encuentran el Pulitzer Prize, el National Book Critics Circle Award, el Bollingen Prize, el National Book Award, y el Wallace Stevens Award que otorga la Academy of American Poets. Da clases en la Universidad de Yale y vive en Cambridge, Massachusetts. La traducción corre a cargo de David Ruano González.
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Todos los Santos
Incluso ahora este paisaje se está armando.
Las colinas se oscurecen. Los bueyes
duermen en su yugo azul,
los campos han sido
despojados, las pacas
unidas de manera uniforme y apiladas al borde del camino
entre plantas de potentilla, mientras la luna endentada se eleva.
Esta es la aridez
de la cosecha y la pestilencia.
Y la esposa reclinada sobre la ventana
con su mano extendida, como en día de paga,
y las semillas
distintas, doradas, llamando
Ven acá
Ven acá, pequeño
Y el alma se arrastra saliendo del árbol.
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All Hallows
Even now this landscape is assembling.
The hills darken. The oxen
sleep in their blue yoke,
the fields having been
picked clean, the sheaves
bound evenly and piled at the roadside
among cinquefoil, as the toothed moon rises:
This is the barrenness
of harvest or pestilence.
And the wife leaning out the window
with her hand extended, as in payment,
and the seeds
distinct, gold, calling
Come here
Come here, little one
And the soul creeps out of the tree.
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Gretel en la oscuridad
Este es el mundo que deseábamos.
Todos los que querían vernos muertos
están muertos. Escucho el llanto de la bruja
quebrarse bajo la luz de la luna a través de una pared
de azúcar: las recompensas de Dios.
Su lengua marchitándose hasta convertirse en gas…
Ahora, lejos de los brazos de la mujer
y la memoria de la mujer, en la cabaña de nuestro padre
dormimos, nunca tenemos hambre.
¿Por qué no lo olvido?
Mi padre tapia la puerta, tapias de daño
de esta casa, de esto ya tiene años.
Nadie lo recuerda. Incluso tú, mi hermano,
en las tardes de verano me ves como si
quisieras irte,
como si nunca hubiera pasado.
Pero yo maté por ti. Veo abetos armados,
las agujas de ese horno resplandeciente—
En las noches me volteo para que me abraces
pero no estás ahí
¿Estoy sola? Espías
silban en la quietud, Hansel,
todavía estamos ahí y es real, real,
ese bosque oscuro y el fuego en serio.
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Gretel in Darkness
This is the world we wanted.
All who would have seen us dead
are dead. I hear the witch’s cry
break in the moonlight through a sheet
of sugar: God rewards.
Her tongue shrivels into gas . . .
Now, far from women’s arms
and memory of women, in our father’s hut
we sleep, are never hungry.
Why do I not forget?
My father bars the door, bars harm
from this house, and it is years.
No one remembers. Even you, my brother,
summer afternoons you look at me as though
you meant to leave,
as though it never happened.
But I killed for you. I see armed firs,
the spires of that gleaming kiln–
Nights I turn to you to hold me
but you are not there.
Am I alone? Spies
hiss in the stillness, Hansel,
we are there still and it is real, real,
that black forest and the fire in earnest.