Presentamos una muestra poética del autor guatemalteco Javeier Payeras (1974). Ha publicado Fondo para disco de John Zorn (diarios 2013), Imágenes para un View-Master (antología de relatos 2013), Déjate caer (poesía 2012), Limbo (novela 2011), La resignación y la asfixia (poesía 2011), Post-its de luz sucia (poesía 2009), Días Amarillos (Novela 2009) y la antología Microfé: poesía guatemalteca contemporánea (editorial Catafixia 2012) entre otros. Su trabajo ha sido incluido en diversas antologías en Latinoamérica, Europa y Estados Unidos. Actualmente escribe para Revista de la Universidad de San Carlos, en el blog www.javierpayeras.blogspot.com y en la columna de opinión “El Intruso” en el diario Siglo 21 en Guatemala.
LA PANTALLA GRIS QUE EXISTE
Javier Payeras
*
La vida quieta… la vida quieta no es tranquila.
Días guardados en cuadernos.
*
El amor o es lluvia o es charco.
*
El silencio no llega.
Sed de paz por la mañana.
*
Al pasar los años, el error sube de precio y perseguimos en la oscuridad una salida.
*
Beber vino a la intemperie, con afecto y sin amargura:
la posible memoria futura de tiempos dorados.
Nostalgia que nos recorre día con día.
*
La felicidad nunca puede terminar si comprendemos su intermitencia.
Abrazar al hijo y a la madre, episodios en el tiempo. Como la luz del sol siempre partiendo.
*
La tinta se borra. Alfileres de agua. Limbo: el arte de vivir en el adiós.
*
Crecer sin líneas ni señales.
Abrir las manos a los placeres terrestres.
*
Vi gente hundida en la revancha.
Vi gente huir de pesadumbre.
*
Tipos olvidados en la mediocridad: ventanales azules y centros comerciales.
*
Lo responsable: volverse actos. Crecerás: no hay mitos.
*
La rabia de hoy que existe… la pantalla gris que existe….
*
Final como suave aleteo. Sonido final para un túnel lleno de esquinas. Lo muerto y lo recuperado. Esa irresponsable manera de sentir y de crecer.
*
Bocinan para destruir la belleza. Te agotan. Te quitan la luz. Pero no te matan. No te pueden matar.
*
Pero el silencio y el extraviarse; el perder cosas y personas:
eso también es escribir.
*
Es mejor alejar la mente del cuerpo. No se desea todo lo que se tiene. No se tiene todo lo que se desea. No se siente todo lo que se siente.
*
Tan transparente el día, como una fotografía quemada por el sol.
*
Los postes de la calzada se encienden: otra noche sin casa.
*
Escribir para conectar las cosas.
Escribir para que otros sean recordados.
*
El sol y la colina llena de grama.
La vida remota de las casas que se ven afuera.
Los puntos distantes y sus vidas complicadas.
Algo traen las nubes de de vuelta.
*
Mañanas de noviembre.
El silencio de la casa, mi infancia.
Aquel primer libro de Verne.
Maldita sea la nostalgia.
*
No asumir la miseria; no temblar. Quedarse quieto como la hoja que terminó de caer.
El ruido volverá contra el ruido y las palabras perforarán las palabras.
El silencio mueve todo; pero es un arma reactiva.
Dolor es hablar frente a una hoja caída y silenciosa.
*
No existe algún cambio. Todo cambio es preexistente.
*
Salida al mar.
Siete años para volver a la playa.
Siete años esperando lampos de cielo claro.
*
El destino de las olas.
El mar es la remota grandeza. Livingston: pueblito en la bahía.
El mar es la métrica del sonido.
En cada palabra cabe una intención. Dejaré de hablar.
*
Ya no importa escribir acerca de un ”Yo”.
Importa el difícil acto de pensar.
*
La boca se abre, pero la boca no piensa.
El lapicero se mueve, el lapicero no piensa.
*
El ruido siempre se apaga.
El brillo se vuelve silencio
*
Sendero: caminar en silencio sobre la grama.
La grama es como nacer, el silencio es como morir.
*
A momento la catarata de imágenes. Viene el sueño.
*
Que se borren las voces, los rostros, las letras y el sabor amargo de todas las despedidas.
*
Algo se adelanta al trazo de lo que pensamos.
*
El ojo busca partículas. Tonos de vida.
*
La vieja ciencia.
La tristeza inteligente.
*
Concentrar luz y sombra antes que llegue el minuto.
El minuto se ha ido.
Se ha ido lo anteriormente dicho.
Queda la memoria de la luz y de la sombra.
*
Afuera veo hogueras encendidas y misteriosamente abandonadas.