Presentamos, en versión de Xavier Farré, un texto del poeta polaco Adam Zagajewski (1954), perteneciente a Antenas, publicado por Acantilado en 2007. Recibió recientemente el Premio Princesa de Asturias. n 1982 se exilió en París y después en Estados Unidos, donde fue profesor de la Universidad de Houston. Es uno de los referentes de la poesía polaca de hoy.
En un piso pequeño
Le pregunto a mi padre:
¿qué haces todo el día? Recordar.
Así pues, en este pequeño piso polvoriento en Gliwice,
en un bloque bajo, construido según el modelo soviético,
conforme a la norma de que la ciudad debe evocar un cuartel,
y las habitaciones, ser estrechas, para frustrar reuniones clandestinas,
allí donde marcha sin descanso un antiguo reloj de pared,
revive casi a diario el claro septiembre del 39, el silbido de las bombas,
y también el Jardín de los Jesuitas en Lvov, brillando como antes
con la luz verde de los arces, de los fresnos y los pajaritos,
las canoas en el Dniester, el olor de la mimbrera y de la arena húmeda,
un día caluroso, cuando encontraste a una joven estudiante de derecho,
y el viaje en un vagón de mercancías, al oeste, hasta la última frontera,
y un ramo de doscientas rosas que los estudiantes te ofrecieron
en agradecimiento por haberlos defendido en la primavera del 68,
y acaso también episodios de los que nunca sabré nada,
el beso de una mujer que no llegó a ser mi madre,
el temor y la dulce grosella de tu infancia, imágenes sacadas
de este abismo acogedor, cuando yo aún no estaba.
Tu memoria trabaja en este piso caballo: trabajas,
metódico, en silencio, para resucitar por un instante
el doloroso siglo XX.