Dossier Paul Celan: Corona

En esta nueva entrega de nuestro Dossier Paul Celan, preparado y traducido por Roberto Amézquita, presentamos un poema de Rilke junto a uno de Paul Celan del que es paradigmático espejo. Se trata de Corona, con el que Celan cierra la primera parte de Amapola y memoria (1952), y Día de otoño [Herbsttag] de Rainer María Rilke, publicado en 1902 en El libro de las imágenes [Das Buch der Bilder].

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CORONA

 

De mi mano come sus hojas el otoño: somos amigos.

Descascaramos el tiempo de las nueces y le enseñamos a caminar:

regresa de vuelta a la cáscara el tiempo.

 

En el espejo es domingo,

en el sueño dormimos,

la boca habla verdad.

 

Mi ojo aumenta en descenso al sexo de la amada:

nos miramos el uno al otro,

nos decimos lo oscuro,

nos amamos como amapola y memoria

nos dormimos como vino en las caracolas,

como el mar en el torrente sanguíneo de la luna.

 

Nos paramos abrazados en la ventana, están mirándonos desde la

                                                                                   calle:

¡Es tiempo, para que sepan! Es tiempo

para que la piedra se entregue a florecer,

para lo intranquilo que late el corazón.

Es tiempo ya, ya es tiempo.

 

Es tiempo.

 

 

 

 

 

CORONA

 

Aus der Hand frißt der Herbst mir sein Blatt: wir sind Freunde.

Wir schälen die Zeit aus den Nüssen und lehren sie gehn:

die Zeit kehrt zurück in die Schale.

 

Im Spiegel ist Sonntag,

im Traum wird geschlafen,

der Mund redet wahr.

 

Mein Aug steigt hinab zum Geschlecht der Geliebten:

wir sehen uns an,

wir sagen uns Dunkles,

wir lieben einander wie Mohn und Gedächtnis,

wir schlafen wie Wein in den Muscheln,

wie das Meer im Blutstrahl des Mondes.

 

Wir stehen umschlungen im Fenster, sie sehen uns zu von der

                                                                Straße:

es ist Zeit, daß man weiß!

Es ist Zeit, daß der Stein sich zu blühen bequemt,

daß der Unrast ein Herz schlägt.

Es ist Zeit, daß es Zeit wird.

 

Es ist Zeit.

 

 

 

DÍA DE OTOÑO

Rainer Maria Rilke

 

 

Es tiempo ya, Señor. El verano fue grandioso.

Extiende tu sombra sobre los relojes del sol

y suelta el viento por los campos.

 

Convoca a la plenitud de los últimos frutos

dales dos días más la luz del Sur,

ínstalos a la perfección y colma

de la última dulzura este vino corposo.

 

Quien no tenga una casa ahora, ya no la edificará

Quien está sólo ahora, por mucho tiempo lo estará,

Desvelará, leerá, escribirá largas cartas,

e irá de un lado al otro por las avenidas

deambulando intranquilo mientras las hojas caigan.

 

 

 

 

HERBSTTAG

Rainer Maria Rilke

 

Herr: es ist Zeit. Der Sommer war sehr gross.
Leg deinen Schatten auf die Sonnenuhren,
und auf den Fluren lass die Winde los.
 
Befiehl den letzten Früchten voll zu sein;
gib ihnen noch zwei südlichere Tage,
dränge sie zur Vollendung hin und jage
die letzte Süsse in den schweren Wein.
 
Wer jetzt kein Haus hat, baut sich keines mehr.
Wer jetzt allein ist, wird es lange bleiben,
wird wachen, lesen, lange Briefe schreiben
und wird in den Alleen hin und her
unruhig wandern, wenn die Blätter treiben.

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