Una nueva lengua. Texto de Marco Ornelas

Leemos un texto del poeta y ensayista mexicano Marco Ornelas (León, 1978), "Una nueva lengua". En 2017, Ornelas ganó Los Premios de Literatura de León (en el área de Poesía). La editorial Ediciones sin nombre publicó su libro de poesía: Aquí no es Neverland.

 

 

 

 

 

UNA​​ NUEVA​​ LENGUA

 

 

Cada uno crea de las astillas

que recibe​​ la lengua​​ a su manera.​​ ​​ 

Juan José Saer

 

 

Para Roland​​ Barthes:​​ “… la poesía es el lenguaje de​​ las transgresiones del lenguaje​​ …1,​​ luego, por esta condición,​​ parafraseando al francés,​​ podría​​ decir que la poesía​​ siempre será​​ innovadora;​​ pero además de novedosa,​​ creo,​​ que el poema, el​​ verso​​ mismo​​ es también​​ respiración.

Cuando uno​​ avanza​​ en la lectura de poemas,​​ descubre la afinación de cada​​ autor,​​ por​​ llamarle de algún modo,​​ así es​​ que,​​ cuando leemos,​​ percibimos la rapidez o la​​ lentitud en el​​ decir,​​ aquello que los retóricos han consensuado​​ en llamar: ritmo.​​ Sí, después de años de lecturas​​ desarrollamos el​​ oído musical en relación con el​​ texto.​​ A​​ todo esto,​​ ¿q​​ se entiende por​​ estilo en la​​ literatura?​​ Para el crítico literario John Middleton​​ Murry,​​ el estilo​​ es​​ la expresión de una manera individual de sentir (El estilo literario).​​ De​​ lo anterior, creo que la voz propia se encuentra:​​ es hallazgo.​​ Se le topa escribiendo;​​ tachando;​​ pasando de una influencia a otra:​​ rompiendo con los autores admirados;​​ escuchando nuestra​​ respiración.​​ 

​​ Sentenció,​​ Huidobro, en​​ Altazor:​​ Se debe escribir en una lengua que no sea materna.​​ 

Se aprende a utilizar la​​ gramática,​​ nunca a escribir.​​ Reflexionando lo que se escribe es como se va escribiendo.

Es en la búsqueda consciente o inconsciente​​ que se revela ese​​ algo​​ literario; ahora,​​ en estos momentos,​​ ¿se puede seguir hablando de singularidad​​ (literaria)​​ después de la muerte del autor?​​ No para el discurso de​​ Barthes y Foucault.​​ A ellos les interesaba observar cómo​​ se construía un texto (llámese,​​ párrafo, frase o​​ verso).​​ Por ejemplo, para​​ Foucault,​​ la creación del “autor”​​ constituía un momento histórico​​ específico​​ donde anteriormente​​ a ello,​​ había existido la​​ literatura​​ anónima​​ (¿Qué es un autor?);​​ es​​ claro, para los franceses​​ lo importante era la estructura.​​ ¿Cómo enfrentar esta línea de pensamiento, hoy,​​ en la era​​ del ChatGPT,​​ las réplicas y el plagio?​​ Escribe,​​ Han:​​ «La negatividad de lo distinto da forma y medida a una​​ mismidad»2.​​ Sabemos que el “yo” fue​​ una invención de la modernidad, pero también​​ sabemos que fue su​​ liberación.​​ El romántico​​ Schlegel, a propósito de esto, escribió:​​ «… cada hombre porta una visión poética propia, personal, que nunca debe perder mientras él sea quien es, mientras algo originario resida en él (Diálogo sobre la poesía)».​​ Actualmente,​​ cuando la literatura tiende al entretenimiento y al formulismo comercial,​​ urge volver a plantear​​ la pregunta: ¿qué significa la voz propia?​​ Tal vez, para ir más allá de la descripción sociológica que Pierre Bourdieu,​​ llamó:​​ posición de clase, tengamos que acudir​​ a las palabras sabias​​ de Flaubert:​​ c´est une mani`ere de voir3.

Edgar Moran, en su libro,​​ ¿Hacía el abismo? Globalización en el siglo XXI, ha criticado​​ la estandarización de la cultura,​​ porque, según su revisión, solo​​ busca​​ lo comercial​​ en detrimento​​ de la singularidad;​​ imponiendo​​ modelos​​ de consumo, más que formas emancipadoras​​ de la existencia​​ humana.​​ Por consiguiente,​​ y de acuerdo,​​ a este orden de ideas, el descubrimiento de​​ la voz propia siempre​​ será una​​ ruptura. Algo diferente​​ de la herencia de clase​​ y del espíritu de nuestro tiempo.

Si​​ Nietzsche, el gran​​ filósofo​​ poeta,​​ hubiera seguido su​​ herencia​​ de pastores protestantes,​​ quizá,​​ ahora,​​ nosotros,​​ no pudiéramos​​ disfrutar de ese gran​​ legado​​ que​​ es su obra.​​ El autor del​​ Crepúsculo de los ídolos​​ es el​​ ejemplo por antonomasia,​​ del buscador de voz propia. Filosofar a martillazos es lo totalmente otro​​ que la simple posición de clase;​​ es una pugna​​ contra lo​​ heredado.

La singularidad literaria es un recorrido hacía la autenticidad​​ (dialéctica y dialógica) en la escritura: la otredad.

La búsqueda de la voz propia es una pertenencia y también​​ una escisión;​​ reflexiona​​ T. S.​​ Eliot: «… la diferencia entre el presente y el pasado es que el presente consciente es la conciencia del pasado de una manera y a un grado tal en que la conciencia personal del pasado no puede mostrarse​​ (La tradición y el talento individual)».​​ 

El​​ recorrido hacía la distinción​​ es una forma​​ para vincularse o desvincularse con la​​ tradición; algo más, que​​ las modas de la juventud: reflexión.

La individuación literaria es diferenciación y constitución: conflicto;​​ integración de​​ contrarios; lucha con el ego​​ donde solo tiene​​ cabida lo incondicional​​ por la escritura.​​ Escribir​​ ante la derrota,​​ la mejor forma de​​ alcanzar la voz propia; escribiendo, guardando y acumulando manuscritos como Pessoa.

Lo importante no es​​ la firma del autor, por supuesto, sino la lengua que se crea; esa apropiación vital del discurso que tiene que ver con la elección.​​ Con el momento histórico,​​ con​​ las propias fijaciones, con​​ la respiración, con​​ eso que han​​ llamado la voluntad de estilo.​​ Quizá el concepto justo: no sea voz propia, sino el instante en​​ donde la escritura crea una nueva lengua.​​ Hallazgo que sale del anonimato y se pone por encima de los clichés de la época.​​ 

 

Escribió​​ Deleuze:

Lo que hace la literatura en la lengua es más manifiesto: como dice Proust, traza en ella precisamente una especie de lengua extranjera, que no es otra lengua, ni un habla regional recuperada, sino un devenir-otro de la lengua, una disminución de esa lengua mayor, un delirio que se impone, una línea mágica que escapa del sistema dominante​​ (La literatura y la vida).​​ 

 ​​​​ 

 ​​​​  ​​​​ 

 ​​ ​​  ​​ ​​​​ 

 ​​ ​​ 

 

 

1

​​ Barthes, Roland.​​ El pensamiento de Sade​​ (El árbol del crimen),​​ Buenos Aires,​​ Ed. Paidós, 1969, p. 69​​ 

 

2

​​ Byung-Chul Han.​​ La expulsión de lo distinto,​​ España,​​ Ed. Herder, 2017, p. 128.​​ 

​​ 

3

​​ Una manera de ver.

Librería

También puedes leer