Presentamos la poesía de Alina Țârcoman-Ochea (Sîngeorz-Băi, Rumania, 1989) es poeta y profesora. Estudió Literatura Comparada e Inglés en la Facultad de Letras de la Universidad de Bucarest. Editó la obra completa de la gran poeta rumana Angela Marinescu en tres volumenes Subpoezie, Proză y Charmides. Es muy aficionada a la música y la literatura española y latinoamericana, su tésis de maestría se titula Poesía sudamericana: de la vanguardia a postmodernismo y es acerca de la poesía de Pablo Neruda, Octavio Paz y Nicanor Parra. Ha publicado poemas en la Revista Tomis y en el red O mie de semne. La traducción del poema II de esta serie es de Elena Borrás García y el resto son traducciones de Roberto Amézquita.
N. del T.: Todos los textos en cursiva
están en español en el original.
I.
necesitas un hombre feo
para que nadie te lo quite, Alina
google maps se empeña en hacerme tomar
callejones cada vez más estrechos perdida
en el mapa virtual un pichón de paloma
sediento me detiene
busco un rincón
le pongo agua
y me retiro cautelosa
44°C tranquila
y sin temor
a perderme
el restaurante de ventanas azules
está cada vez más lleno de vegetación
la puerta de la Pensión Augustina se abre
poniendo la mano sobre Melusina
sobre la reja verde marchitas flores blancas
y el pavimento cubierto por pétalos de rosa
las bancas de la Plaza de Abades descansan a ras de piso
en la casa donde vivió Martínez Rücker
un estudiante practica guitarra
en la planta baja yace un escarabajo sin vida
necesitas un hombre feo
para que nadie te lo quite, Alina
II.
La Canita
uno no debe nacer en Andalucía
para ser flamenco
en Doble de Cepa
cerca de la Mezquita
La Canita pisotea nuestra alma
y no nos duele
los tacones ya no son sólo suyos
ella nos los calza
con cada compás que toca
deseamos saber decir ¡Olé!
La Canita rompe el silencio
con precisión y elegancia
La Canita arregla rostros rotos
La Canita mueve las palmas con gracia
chasquea los dedos – castañuelas humanas
La Canita nos lleva al pasado
a nuestro pasado
o a un pasado que no nos ha pertenecido nunca
un pasado muy lejano
La Canita baila el pasado, el dolor,
la tristeza, nos baila a nosotros
La Canita es la gitana que llora
por su hijo apuñalado nueve veces en el corazón
y por su hijo que mató por venganza
La Canita es la abuela que no sabe
bajo qué tierra tiraron
a los hombres de su familia
los partidarios de Franco
La Canita es la mujer exilada del país
en el que nació
La Canita es el espejo que refleja nuestro miedo
de ser nosotros mismos
La Canita es flamenca
La Canita es Erandi
La Canita es de Xalapa
La Canita es la mexicana más flamenca
uno no debe nacer en Andalucía
para ser flamenco
III.
cuando de llorar ya no se puede más
se canta
cuando el estudiante no practica guitarra
escucha al Cigala
canta con ritmo de flamenco-jazz
el bolero panameño de Carlos
Eleta Almarán
canciones que pierden su autor para ser universales
canciones que tantas voces cantan
que no sabes ya quién la cantó primero
Luis Miguel Dalida Julio Iglesias
Angélica María Pérez Prado Guadalupe
Pineda Eydie Gormé y Los Panchos
Nana Mouskouri Cheb
Hasni Daniela Anahí Bessia Mohammed
Jamal Il divo Zaz
Fernando pierde a su esposa – su historia de amor
permanece en la música compuesta por Carlos su hermano
en la voz de tango de Héctor Varela
cuando de llorar ya no se puede más
se canta
IV.
hay gente que se rejuvenece
como el vino que mejora con los años
Currito – el guitarista:
"con esa cara de mafioso
digamos, sinceramente, creías que Mariano era un hombre
peligroso, ¿no es así?"
"Alina, vamos al flamenco,"
mi compadre toca hoy,
me dice Rafa una tarde de abril
nos conocimos en 2019,
en Cluj, en el TIFF, después
del estacionamiento, en la fiesta.
"Alina, ahora recuerdo
que te gusta el flamenco"
Federico García Lorca
le dijo a Salvador
pon mi nombre en el cuadro para que mi nombre
sirva para algo en el mundo
no se imaginaba que
los cantaores lo harían
mucho más famoso
que su compañero de la Residencia
la Doble de Cepa
cerca de la Mezquita
fuman, anochece
Rafa y Maria Eugenia
llegan tarde
Currito y Mariano
–siéntate para que te conozcamos–
"yo estaba en Rumania
en 2019, en Cluj, en el TIFF,
por el estacionamiento
en 2021 en el Festival Poezia e la Bistrița"
"tengo 48 años tres hijos
un nieto de 5 años –
un cuerpo y un espíritu mucho más joven
me equivoqué cuando dije" – una voz
de Camarón y el Cigala
Mariano cerra los ojos
Mariano tiene duende
Mariano tiene su propia voz
Mariano canta verde que te quiero verde
yo –verde viento, verdes ramas
"creíste que era un hombre peligroso,
¿no es así?"
Currito ríe
hay gente que se rejuvenece
como el vino que mejora con los años
V.
están hechos el uno para el otro
has dejado de ser mujer
eres sólo madre
no necesitas a otro hombre
te es suficiente tu hijo - dices con una gran sonrisa
tocando su rostro madre que ha alcanzado la felicidad
no se inmuta ni percibe el aroma
de la hamburguesa iluminada frente a él
por la pantalla del teléfono
así es él, más tranquilo que tú, Alina
cuéntanos algo, Alina, para escuchar tu voz
Alina observa y escucha – dice Antonio
yo –sí, escucho cuanta química hay
entre ustedes dos, en su baile en Sevillana,
yo –sí, escucho su soledad buscar remedio
en una pareja que intenta construir
a fuerza
Alicia aguanta y calla, aguanta y
–has estado bebiendo, cariño mío, te imaginas cosas que no son
hija, están hechos el uno para el otro
VI.
salmorejo, salmorejo, salmorejo...
hay que tener el suficiente coraje para viajar sola
yo no podría
esperar a que alguien diga que sí
en lugar de "no sé" de "veremos"
no podría esperar
a que alguien me sacara de la cama
cortar mi "oblomovismo"*
y extrañar las calles de la Judeira,
las puertitas verdes de las ventanas salpicadas de abanicos pintados,
el concierto clásico detrás de las puertas de hierro de la Mezquita,
el chapoteo del pingüino sobre el resbaladizo pavimento de mármol
hacia la puerta de piedra que va al Puente Romano
el niño corriendo a mi lado
mi desequilibrio
su llanto
salmorejo, salmorejo, salmorejo
papá, el cielo es como el salmorejo
* Oblómov (1859), novela de Iván Goncharov cuyo personaje homónimo es un noble que rara vez sale de su cama y menos aún de su habitación, de la que sólo se asoma más allá de la página 150 del libro.
VII.
ven a borrarme los fracasos de mi mente*
30 minutos
1000 giros
10 dedos por el cuero cabelludo espumoso
el agua (nos) limpia rotando
José, con el torso desnudo, levanta el toldo
el sol es un invitado especial
tan sólo en la terraza, entiendo,
aquí hasta las campanas tienen paciencia
no se apresuran
escuchan
esperan
la de la derecha suena
a los pocos segundos la otra
y otra, y otra, y otra
ropa roja
cabello mojado
cielo abierto
nos acostamos sobre la sinfonía de campanas de hora fija
ven a borrarme los fracasos de mi mente
* De la canción S.O.S interpretada por Mayte Martín
VIII.
cuando se echa de menos a alguien
¿sufro o me alegro?
desde el Doble de Cepa hasta la casa donde
José, con el pecho desnudo, levanta el toldo,
no son más de 6 calles, 10 minutos, de la casa de Martínez Rücker,
Plaza de Abades, Pensión Augustina, la tienda de joyas de plata,
el Altar de Lineros, dos mariposas
pongo en movimiento el aire
sofocada por el calor de carbones invisibles encendidos por el sol
un pájaro planea detrás de ellos pausadamente
sin intención de cazar mi sombrero
no hace ruido los ojos detrás de los lentes
se entregan a su juego suave y frágil
una iglesia nueva me anuncia –
me he desviado de mi destino
por qué cuando yo te echo de menos
estoy llorando con sonrisa en mi alma
IX.
la vida es como un tendedero de ropa
cubierto de sábanas blancas
menos de 30 minutos a pie
desde la estación hasta Alcántara no. 10
soportar 46°C
me tomó 40 minutos
y la cara toda roja
el pelo mojado debajo del sombrero
era mejor el taxi de 10 euros
mejor que ir a pie por esta
calle laberíntica, estrecha, con ángulos
imposibles de recorrer sobre cuatro ruedas
–ningún taxista se habría atrevido–
Asunción me abre la puerta
Asunción me saluda
Asunción me muestra la casa
el sol abrumador y los sinuosos caminos
han cortado mi voz
y mi sonrisa
¡Gracias, Asunción!
abrí la maleta
me cambié de ropa
estaba muerta de hambre
aprendí la ruta para no depender
de google maps
para encontrar la tienda e ir de compras
antiguas casas con flores, pequeños balcones de hierro forjado,
y gente hablando español
en la esquina hay un Carrefour Express
encima dos farmacias una tiendita
las Columnas Romanas - sé donde están
mucho más cerca del Doble de Cepa
para no olvidar la ruta, memorizo edificios
las referencias me hacen la vida más fácil
que nombres de calles, izquierda, derecha, adelante,
atrás está el Bar Juramento cerrado,
el quiosco de Rojas Lara salpicado de pizarrones
escritos con ofertas
CAFÉ 1,35 €
TODOS SABORES 2,00 €
FRUTA TROPICAL 0,75 €
adentro en mi infancia
un refri puerta de cristal: embutidos, quesos, yogures, huevos
estantes más bien pocos, pero de variados productos,
apilados sí, pero en órden minucioso,
las etiquetas escritas a mano con marcador negro
detrás del mostrador un hombre gordo pelo gris 60 años,
camisa azul de cuadros y lentes sostenidos sólo
por la punta de la nariz
¿Qué necesitas?
Agua – es lo que me atreví a preguntar
¿Grande o pequeña?
Grande
el señor me trajo una botella de 5 litros
95 centavos
2023 como si fuera 1999
sólo que sin el coraje de colar mi mano
en el frasco de los dulces
la vida es como un tendedero de ropa
cubierto de sábanas blancas
a veces tienes que deslizarlas a un lado para
ver las sombras que bailan detrás
X.
Un sólo pez en el agua.
Dos Córdobas de hermosura.
Córdoba quebrada en chorros.
Celeste Córdoba enjuta.*
¿qué haces cuando no tienes
amigos en una ciudad que no
es la tuya en una ciudad con tantos desconocidos,
qué haces después de que termina el espectáculo,
anochece y todos se van a casa?
camino como un pez solitario que se atrevió
a nadar al otro lado del Gualdaquivir
sin miedo, recojo en mí toda la luz cálida de los faroles
de las calles de la Mezquita
de Córdoba y los rostros tristes de los edificios
sólo ahora cuentan sus historias
en silencio: artesanos, judíos, cristianos, moros gitanos
están volviendo
en el Puente Romano
San Rafael arcángel rodeado por las velas,
se muestra impotente ante el aporreador de acordeón
que toca su renca lambada
los pasos se apresuran, los oídos apenas se permiten oír
cerca de la Torre de la Calahorra
el Gualdaquivir que se ama con más cuidado
bajo las teclas del piano – "The Winner Takes It All"
será mejor que te detengas
a descansar los codos en el antiguo barandal del puente
buscas estrellas cegado por la luz artificial de los faroles
ves el rostro de una mujer que conociste
ayer en el Doble de Cepa – La Hermosa Rubia del Norte
dos peces solitarios en el agua del Gualdaquivir
cambian sonrisas
* De San Rafael de Federico García Lorca
XI.
¿qué tan lejos está un lugar?
Bucarest se vuelve cada vez más antigua
las mañanas empiezan a las 6
un cuerpo cansado atraviesa la penumbra de las 7 en la calle Ștefan
el Grande para tomar el metro hasta Basarab
ahí busco una pared
duermo un poco más entre dos aguas
con audífonos Currito toca la guitarra
a mi lado, en la silla roja de espera,
una mujer percibe el aroma de las velas
del Doble de Cepa.
¿qué tan lejos está un lugar?