Presentamos tres poemas del poeta Hayan Charara (Detroit, 1972). Poeta, ensayista, editor y autor de libros infantiles. Entre sus libros de poesía se encuentran The Alchemist’s Diary (2001), The Sadness of Others (2006) y Something Sinister (2016). Entre los reconocimientos que ha obtenido están el John Clare Prize y el Arab American Book Award. Ha dado cursos y talleres en varias universidades norteamericanas. Actualmente es profesor en Houston. Las versiones al español son de Adalberto García López.
Oración por la vida
Ve con tu madre,
con tu padre, a la casa
donde no crecen los árboles,
a la habitación, a la puerta
cerrada, al miedo de ella
y al miedo de él,
y a su vergüenza,
su anhelo, y hacia sus cuerpos,
sus jóvenes cuerpos,
sus cuerpos separados,
sus cuerpos juntos.
¿Hasta dónde debes
regresar? Su matriz.
Su cuerpo de niña
y su cuerpo de niño.
Ve a los primeros cabellos.
a la carne, al pecho, a los brazos, a los rostros,
a las nalgas, a los estómagos.
Hay una arruga.
Hay color,
pezones y ombligos.
Ve a los ojos,
observa lo que ella observa,
observa lo que él observa.
A la yema de los dedos,
que desean lo que
los ojos han hecho
con lo suyo. Ve al deseo,
al amor, a lo que desea
más que el amor.
Ve a los pecados.
¿Cuáles son tus pecados?
Ve donde la madre
no es madre, donde el padre
no es padre, y besa los labios de ella,
y besa la boca de él.
No te sientas avergonzado
o con miedo.
El pasado es un territorio extraño.
Ve porque te es posible.
Ve porque te es posible
regresar.
Tú
1
Exacto, estoy hablándote a ti,
no a él o ella.
2
Has sido elegido al azar
por un control de seguridad.
No tiene nada que ver contigo,
tus características físicas o tu nombre.
3
¿Actualmente perteneces
o alguna vez has pertenecido
a alguna organización política extrema?
¿Tienes armas de entrenamiento?
¿Alguna vez has visitado un campo de entrenamiento?
¿Has empacado tus propias bolsas?
4
Ustedes mandan a sus hijos e hijas
a realizar misiones suicidas.
¡Animales!
5
Si vas a pedir ayuda párate a un lado.
Si vas a pedir ayuda quítate los zapatos.
Si vas a pedir ayuda ven conmigo.
Si vas a pedir ayuda sal de los locales.
Si vas a pedir ayuda no nos dañes.
6
Que vivas en tiempos interesantes.
7
Como norteamericanos, sabes exactamente
de qué estoy hablando.
Como americanos, puedes estar sujeto a esto.
Como americanos, deberías estar preocupado.
8
¿Eres tú a quien se debe culpar?
9
No podemos ayudarte.
No hay nada que podamos hacer por ti.
10
Los agentes vinieron a buscarte
en la casa de tu padre.
11
Ellos querían hacerte unas preguntas.
12
Escuché que tú
eras sospechoso,
detenido, interrogado,
encarcelado sin cargos,
procesado con evidencia secreta,
encontrado inocente.
No tiene sentido
que hagas un escándalo—
te dejaron ir libre, ¿no?
13
Una vez que comiences a verte
diferente, como
separado de ti, totalmente distinto
de ti,
entonces te has vuelto ya como nosotros.
14
¿Qué ha hecho la historia de ti?
15
Vayamos al grano:
ha sido siempre
como mirar en el espejo—
ese rostro te pertenece. Yo soy tú.
Uso
Una suposición, un lenguaje peyorativo, honesto,
una muerte honorable. En la escuela primaria, me negué a aceptar
el saludo del alcalde; él sonrió a todos alrededor excepto
a los que tenían un nombre como el mío. Yo nací aquí.
No tuve que adoptar a América, pero sí adaptarme a ella.
Tú me entiendes: un hombre debe ser contrario a las opiniones
que tienen impactos adversos si él vive
o muere. “Antes de tomar cualquier consejo conoce el idioma
de aquellos que quieren aconsejarte.” Algunas palabras
me afectaron. Negro de la arena, me llamaron. Jinete de camellos.
¿Cuál fue el efecto? Mientras yo ya murmuraba
bajo mi respiración, lo hice mucho más. No estoy
totalmente seguro que todos podamos ir juntos. Nada
estaba del todo bien. Nada está del todo bien.
Imagina a la poesía sin alusiones a Shakespeare,
a la mitología griega, a la Biblia; o alusiones sin
los adjetivos “fanático”, “extremista”, “islámico”,
“derecha”, “izquierda”, “conservador”, “liberal”.
El idioma escrito o traducido a una sola lengua
nos da la ilusión de tradición. Mucha gente asesina
al idioma —muchos conscientemente. Entre todos los muertos,
elige entre “nosotros” y “ellos”. Entre todos los nombres
para los muertos —madre, padre, hermano, hermana,
esposo, esposa, niño, amigo, colega, vecino,
maestro, estudiante, desconocido— elige entre
“ciudadano” y “terrorista”. ¿Y poeta? ¿Inmoral,
sí, pero nunca amoral? Grandes cantidades, el número
entre el 75 y el 90 por ciento de las estimaciones
de los 150 millones y 1,000 millones de —civiles— muertos en las guerras,
sobre todo el registro de la historia humana. Ansioso es “preocupado”
o “aprensivo”. Poesía norteamericana, norteamericanos.
De joven, aprendí que cualquiera que nazca aquí puede convertirse en
Presidente. De viejo, puedo señalar alguna de las cien
razones por la que eso es una mentira. De cualquier forma, no quiero ser
Presidente, de ningún país, o club, ni aquí ni allá,
ni en cualquier lugar. Él dijo “Di vuelta en el carro porque
comenzaron a llover bombas.” No hay oportunidad para ambigüedades,
como aquí podría significar “porque” o “cuando”; no hay
diferencia— vio el cielo, sintió el suelo,
supo lo que vendría después, no importan mucho
cuando la frecuencia cardiaca, en menos de un segundo, sube
de 70 a 200 latidos por segundo. Lo que hicieron
a mi abuelo fue horrible —su miseria
era inspiradora; su crueldad era terrible; fue horriblemente
difícil de olvidar. Justo después de las 8:46 AM me pregunté por un rato
qué pasaría después. A las 9:03 AM, sabía
que iba a haber problemas por un tiempo.
Cuando en su dolor la mujer dijo “Vamos
a herirlos de manera grave”, ella quería decir “Vamos
a herirlos gravemente”. Por diecisiete días durante
los ataques aéreos, mi abuelo durmió en un catre al lado
de una lámpara de queroseno en el sótano de su casa. Por otro lado,
un par de días de dosis de píldoras y un galón de agua,
no tenía nada para comer o beber. Dadas las condiciones,
ninguno de nosotros se sorprendió que al día decimoctavo
muriera. Además, tenía ya ochenta y dos años.
Puedo escribir lo que me plazca. No necesito preguntar, ¿Puedo?
como una canción: los hombres con capital se conocen en el Capitolio,
dentro de la capital de la nación. Cualquier desacuerdo es censurado;
aquello que la realizan —poetas, disidentes, activistas—
son censurados. Las consecuencias, aproximadamente 655,000
personas asesinadas. “El costo humano de la guerra en Irak:
un estudio de mortalidad, 2002-2006”, Escuela de Salud Pública
de Bloomsburg, Universidad John Hopkins (Baltimore,
Maryland); Escuela de Medicina, Universidad Al Mustansiriya
(Baghdad, Irak); en cooperación con el Centro
de Estudio Internacionales, Instituto Tecnológico
de Massachusetts (Cambridge, Massachusetts).
La cifra que acabo de citar —665,000 muertos—resultó
de una encuesta de hogares realizada en lugares reales, en Irak,
no el Pentágono o la Casa Blanca o una sala de redacción
o en la imaginación de alguien. Claro que el idioma ha sido
corrompido. Mira, el Presidente que habla bruscamente,
dice “Debemos mantener el rumbo”. El problema con eso de
“Deja que tu consciencia sea tu guía”, es que primero debes
estar alerta, consciente del hecho que un principio moral
es algo subjetivo. Me pregunto: ¿cuando alguien los aniquila
por completo, la persona que está aniquilándolos
es consciente de su consciencia al actuar? ¿Estoy plenamente consciente
de cómo llegué a este punto? La difusión continua
de imágenes e ideas similares. Las continuas tomas aéreas
de los aviones estrellándose con las torres, las torres desmoronándose
en la calle, polvo, gritos, el continuo rollo de destrucción,
miedo, como si los ataques estuvieran pasando las veinticuatro horas
del día, todos los días, a cualquier hora. Por un tiempo, no podría importarme menos
la guerra. Después vi los cadáveres de jóvenes, que eran
muy parecidos a mí. Era 1982, yo tenía 10 años. Desde entonces,
no podría haberme importado menos porqué alguien estaría interesado en ella.
En 1982 cualquiera de esos niños pudo haber sido yo.
Ahora cualquier de esos hombres muertos podría ser yo.
La Secretaría del Estado ofreció un consejo
a los embajadores del mundo que el Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas se declinó a favor de la guerra. El criterio
fácilmente se vuelve un criterio. Aun más fácil: ya no
requiere nada. Los datos son falsos. La doctrina
de la apropiación últimamente negó su necesidad. Mientras ambos
hablamos inglés, nuestras lenguas son tan distintas una
de la otra, la tuya podría ser griego para mí.
Cuando el hombre negro en el parque preguntó “¿Eres
mexicano, puertorriqueño o eres pakistaní?2
Dije “Soy árabe” y respodió “Maldición.
Alguien no te quiere mucho”, entendí
perfectamente a qué se refería. El Presidente aludió
a las Cruzadas por (y no debido a) una falta
de conocimiento. Más tarde se retractó de sus declaraciones,
preocupado por quizás haber ofendido al Medio Oriente;
no se le cruzó por la cabeza que la ofensa se debió a
las bombas haciéndolos trizas. “Estás
o con nosotros o con los terroristas” (20 de septiembre, 2001).
“Estás o con nosotros o contra nosotros” (6 de noviembre, 2001).
Al día siguiente, el locutor defendió, en vivo,
una solución de treinta y tres centavos (el costo de una bala)
de los problemas de los terroristas en nuestro medio —se refería
a Nueva York; pero ¿por terrorista, me pregunto, si él sabría
que se refería a taxistas, vendedores de hot-dogs, estudiantes, banqueros,
vecinos, transeúntes, neoyorquinos, norteamericanos;
sabría que también se refería a los sij, hindúes, iraníes,
africanos, asiáticos; sabría que también se refería a cristianos,
judíos, budistas, ateos; sabría que estaba provocando
una respuesta violenta, en la radio, esa tarde?
Entre quienes no encontraron el comentario totalmente ilícito:
los dueños de la estación de radio, la FCC, el alcalde,
el gobernador, los miembros de la Casa, el Senado,
el Presidente de los Estados Unidos. Emigrar es mejor
que inmigrar. Prueba: no existe la emigración ilegal.
Otra prueba: la emigración nunca es un tema electoral.
Escuché discursos entusiastas. Ellos odian nuestras libertades,
Nuestra forma de vida, nuestro esto, aquello y lo otro, y así sucesivamente
(no etcétera). No todos estaban de acuerdo en que cada uno que no estuviera “con nosotros”
estuviera “contra nosotros”. Detroit estaba más lejos de casa
de lo que mi padre pudo imaginar alguna vez. Él se convenció a sí mismo
poco después de llegar aquí que se había aventurado más
de lo que debía. Menos personas viven en su pueblo natal
que cuando se fue, en 1966. El número, incluso menos,
después de treinta y cuatro días de bombardeos aéreos.
Primero (no en primer lugar), mi padre hablaba árabe; segundo
(no en segundo lugar), hablaba mal inglés; tercero (no en tercer lugar),
hablaba árabe en casa e inglés en el trabajo;
cuarto (no en cuarto lugar), se negó a hablar inglés
para siempre. No todos los poemas son buenos. No todos los poemas
lo hacen bien. No todos los poemas están bien, tampoco. Ni
todos los poemas hacen bien. “Que la economía crezca”
es más que una jerga. ¿Puede la democracia crecer
sin violencia’ La nuestra no pudo. Ellos todavía planean plantar
tomates este año, a pesar de lo que se hizo.
Varios hombres, trabajadores civiles, identificados como enemigos,
fueron colgados de un puente, cuerpos quemados, cadáveres
meciéndose en la brisa. Fotografías de los muertos
fueron colgadas con cuidado. Apenas puedo describir lo que
está pasando. Día tras día, él se dice a sí mismo “Yo soy
norteamericano. Yo como pay de manzana. Yo veo beisbol.
Yo hablo inglés norteamericano. Yo leo poesía norteamericana.
Yo nací en Detroit, una ciudad tan norteamericana como se puede.
Yo voto. Yo trabajo. Yo pago impuestos, demasiados impuestos. Yo tengo un carro.
Yo realizo pago de hipotecas. Yo no estoy hambriento. Yo me preocupo
menos que el resto del mundo. Yo puedo soportar perder
algunos kilos. Yo como varios tipos de cocina
sobre una base regular. Yo le bajo al baño. Yo dejo que el grifo gotee.
Yo tengo aire acondicionado. Yo nunca moriré de hambre
o padeceré hambruna. Yo nunca moriré
de malaria. Yo puedo decir lo que me dé mi puta gana.”
Incluso las palabras sucumbieron; con suerte se convirtió
en un tipo de broma; o con esperanza, en un insulto. Sin embargo, uso las palabras
menos, con más cuidado. El Presidente insinúa
compasión, pero infiere lo contrario. Esto no
debe ser ingenioso, tampoco es ingenuo.
Cuanto más entendía, cuanto más leía poesía,
como lenguaje, estaba en un constante estado de devenir.
De todos modos, o debido a eso, él aplaudía el mal uso
del lenguaje. El lenguaje es su peor enemigo—
es la serpiente devorando su propia cola. Ellos pensaron
en nosotros no como una especie o tipo sino como algo norteamericano.
Yacer: “¿Descansar o recostarse en una superficie?” No. “¿Poner
o colocar algo?” No. Empobrecido uranio, pesado
como plomo; su uso —conchas de uranio—produjo defectos en el nacimiento.
Cuando iracundo el hombre dijera “Vamos
a enseñarles una lección”, me pregunto qué pensará
que van a aprender. En una guerra es menos probable
que muera un soldado a un civil. Parece como si odiara nuestras libertades.
Tú no los conoces como yo. Parece como si odiara
nuestras libertades. Tú no los conoces como yo.
Cuando sufría mi padre me dijo “Todos
pierden en la guerra”, sé exactamente qué quería decir. Probablemente
los poetas deban pelear en las guerras. Quizás entonces las metáforas—
no los cuerpos, no las laderas, no los hospitales, no las escuelas—
explotarán. Pude haber visto la famosa comedia
de no ser por mi familia— ellos estaban bajo ataque,
pudieron haber muerto. Otros pueden haber estado riendo
de los chistes mientras los cuerpos eran destrozados.
No podía arriesgarme a ese tipo de risa. De todos los medios
que cubrían la guerra, ¿qué medio fue el que mejor abolió la verdad?
Me engaño a mí mismo. Te engañaré yo mismo. En el Bronx,
pasé como puertorriqueño. Pasé como griego en Queens,
también como brasileño, pakistaní, bangladesí, incluso como un famoso
y apuesto actor norteamericano. Como iraní
en Manhattan. En el centro comercial de Nueva Jersey,
el empleado en ventas creyó que era italiano. Donde Henry Ford
nació, mi ciudad natal, siempre paso como árabe.
Puedo parecerme a los hombres en las grandes pinturas
de Oriente Próximo pero sus vidas, sus caminos, te lo aseguro,
están en el pasado. Además, excepto en esas pinturas,
o en las películas, nunca veo a los árabes con varias esposas
o montando camellos, viviendo en casas de campaña de seda, bebiendo
de pozos en el desierto; por lo demás, es hora de dejar eso en el pasado.
¿El lenguaje precedió a la violencia? ¿Puede la violencia proceder
sin el lenguaje? El corazón de mi padre se rompió
al hablar sobre el principio de igualdad de justicia.
Las noticias transmitieron varias citas de los pasajeros
del vuelo, una de un hombre de mediana edad
con niños, que dijo “No me sentía seguro con ellos
a bordo”. Usaba la palabra “ellos”, aunque sólo uno,
un árabe estuviera en el avión. Siendo de Detroit,
no pude dejar de pensar en Rosa Parks.
Entonces me molesté. Dije en televisión, a nadie
en particular, “Si no te sientes seguro, entonces
bájate del maldito avión”. Pueden citarme
con eso. Estaba realmente molesto —no muy molesto,
sino realmente molesto. ¿El motivo? Un poeta me preguntó
que si por qué no escribía poemas sobre la violencia que musulmanes
y árabes ejercida a otros, respondí que sí lo había hecho. Y después
me dijo que se refería a la violencia contra norteamericanos e israelíes,
respectivamente, y respondí que sí lo había hecho, y antes de que
continuara me interrumpió para preguntarme sobre por qué no había escrito
poemas sobre madres que enviaban a sus hijos e hijas
a misiones suicidas. Como si, como si, como si. Respetuosamente
me negué a responder más preguntas. ¡Tú escribe
tu maldito poema! ¿Este poema gratifica los sentidos físicos?
¿Utiliza lenguaje sensual? Ciertamente no
procura gratificar esos sentimientos asociados con
placer sexual. En ese sentido, quizás no sea un poema sensual.
Sin embargo, se sabe que los hombres han experimentado
placer sexual en situaciones que involucran poder,
especialmente sobre mujeres, otros hombres, la vida y el lenguaje.
Mi padre dijo “No importan cuán enojado te pongan,
Invita a los agentes a tu casa, ofréceles café,
sé cortés. Si se quedan mucho tiempo, pídeles que tomen asiento. De otra forma,
intentarán ponerte en tu lugar.” Cuando en su
frustración dijo “Deberías de, podrías de, habrías de”,
él quería decir “Alto. Déjenme solo, me niego a examinar
el problema en un futuro.” Debido a (no desde) los ataques
terroristas, nos hemos vuelto más como cualquier otro país
que nunca antes. Esto se supone que es un poema;
se supone que estoy conversando contigo.
Asegúrate de participar. “Ninguna idioma es más violento
que otro”, dijo. Luego se rio y dijo
“Excepto el que utilizas”. ¿Existen conflictos de interés
cuando los gobiernos otorgan contratos de guerra
a compañías que tienen vínculos estrechos con funcionarios de gobierno?
De 1995 al 2000, Dick Cheney, Vicepresidente
de los Estados Unidos, fue el CEO de Halliburton,
que tiene su sede en Houston, Texas,
cerca del Aeropuerto Internacional George Bush. ¿Se beneficiarían
ellos mismos al declarar la guerra? Por favor envía a esos hombres
de regreso a casa. Mi abuelo yacía ahí inconsciente.
Por días, no había agua, ni medicinas, nada
para comer. Los soldados dejaron sus huellas frente a la puerta.
Sus hijos e hijas, lo están ahora velando.
“Traten de no hacer esto muy grande”, fue el consejo que nos dieron
dos agentes de Seguridad Nacional que fueron a mi casa
no una, ni dos, sino en tres ocasiones. Estoy en espera
de que mi mente se aclare. El lenguaje está muy lejos de aquí.
Después de que las bombas cayeran, llamaba todos las noches para saber
si mi padre estaba vivo o muerto. Él siempre preguntaba
¿Cómo está el clima allá? Muy pronto, él me aseguraba,
las cosas volverían a la normalidad, que (no donde)
un cese del fuego estaba en camino. Aunque (no mientras)
hablé inglés con mi padre, y él me respondió en árabe.
Entonces me pregunto quién decidirá de quién es el idioma
de todos modos, ¿tú y yo? tu madre, padre, libros,
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