Ko Un, 90 años

Ko Un, Corea 1933. Es candidato constante al Premio Nobel de Literatura, en México ha recibido el Premio Nuevo Siglo de Oro (New Golden Age Poetry Prize) que otorga el Encuentro Internacional de Poesía Ciudad de México organizado por la revista Círculo de Poesía. Es un jovencito vital que cumple 90 años de edad, muchas felicidades.

 

 

 

 

Ko Un, candidato al Premio Nobel 2023

 

Ko Un nació por primera vez al mundo en 1125​​ antes de​​ Cristo,​​ bajo la forma de una yegua a orillas del Mar Caspio, en el 17 A. C.,​​ fue un niño​​ Shamán en el Valle Yenisei de Siberia,​​ también​​ un posadero en una tierra desconocida por el año 1302, vendedor ambulante en Samarcanda​​ hacia el 1422 y en Mongolia, un​​ pastorcito​​ de​​ 1597,​​ después​​ se dedicó a la tala y quema en Sayujŏn, Chosŏn en 1634​​ y​​ tocaba la flauta, otra de sus vidas ocurrió en la misma región de Ch'up'ungryŏng, Chosŏn en 1689 cortando leña, luego fue un monje sin maestro en la Isla Dolsan de Yŏsu en 1770, en la Isla de Anmyŏn, fue un jornalero sordo a quien le gustaba mucho beber, en 1847.​​ Alguna vez acompañó al dios Dioniso, bebiendo​​ a todo impulso​​ y cantando ditirambos entre ménades y faunos​​ por​​ las selvas espesas de Oriente.​​ En 1933 regresó como ahora lo conocemos,​​ con el nombre de Ko Un en la ciudad de Kunsan en la Provincia de Cholla​​ de​​ Corea del Norte, bajo el régimen invasor de Japón. De esta última vida nos hace retrato Allen Ginsberg: “Ko Un es el venerable y endiosado Bodhisattva de la poesía coreana, exuberante, abundante, obsesionado con la creación poética —un poeta magnífico, combinado con un sabio budista, un apasionado político libertario y un historiador de la naturaleza.”

 

En estos días celebró su cumpleaños número 90, con grandes fiestas y alegría al lado de su amada familia y de sus fieles lectores que esperan cada año,​​ alrededor de su casa, la declaración de la Academia Sueca, valorándolo como su Premio Nobel de Literatura. Este año, fue publicado el volumen​​ final​​ número 30​​ al inglés​​ de su largo trabajo​​ Moninbo,​​ Las 10 mil vidas​​ y un tomo de homenaje con la colaboración de 202 poetas de todo el mundo​​ He is Beyond Our Longin, los festejos se extendieron con la publicación de los poemas de amor que le ha dedicado su esposa​​ Lee​​ Sang Wha,​​ Joy with Ko Un​​ y una exposición de pintura de su hija Ko Cha Ryong, artista plástica residente en París. En este mes de octubre aparecerá su largo poema épico de más de mil páginas,​​ Cheong (Song of Sim Cheong).

 

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Ko Un nació en Gunsan, Corea en 1933, es poeta, novelista, ensayista, traductor y crítico literario, desde hace algunos años es candidato permanente al Premio Nobel de Literatura de la Academia Sueca de Letras y ha recibido numerosos reconocimientos por su trayectoria literaria, entre los que destacan el Premio​​ Griffin de Canadá y la Corona de Oro del Struga Evenings Poetry Festival de Macedonia. En México, recibió el Premio Internacional de Poesía Nuevo Siglo de Oro 2018, (New Golden Age International Poetry Prize) de la revista Círculo de Poesía en el Encuentro Internacional de Poesía Ciudad de México. Su poesía ha sido traducida a más de 15 idiomas y ha sido presentada en importantes festivales de poesía de todo el mundo.

 

Durante la guerra de Corea (1950-1953) perdió a muchos familiares y amigos e intentó suicidarse por primera vez, durante los siguientes 20 años sufrió esa inclinación en cuatro ocasiones, una forma de recuperación del ánimo lo llevó al ingreso de un monasterio budista donde se ordenó monje. Siendo director de la Asociación Nacional de Escritores en 1974, padeció prisión, arrestos domiciliarios, tortura y en 1980 fue sentenciado a prisión por 30 años. Actualmente se encuentra libre por una amnistía general.

 

En 1983 se casó con Sang-Wha Lee, una profesora de literatura inglesa y tuvo una hija.

 

Actualmente es profesor residente de la Universidad Kyong-gi y profesor visitante en la Universidad de Harvard y Berkeley.

 

El poeta y crítico Robert Hass lo ha definido así: “Es un poeta remarcable y uno de los héroes de la libertad humana en este medio siglo, un poeta religioso quien ha estado involucrado inesperadamente en los terribles accidentes de la historia moderna.”

 

Para el poeta Allen Ginsberg: “Ko Un es el venerable y endiosado Bodhisattva de la poesía coreana, exuberante, abundante, obsesionado con la creación poética —un poeta magnífico, combinado con un sabio budista, un apasionado político libertario y un historiador de la naturaleza.”

 

El Premio Nuevo Siglo de Oro de la revista Círculo de Poesía se otorga anualmente como un reconocimiento a un poeta de una tradición lírica diversa al español para resaltar y celebrar su obra poética y establecer un diálogo con otras literaturas. Los poetas que han recibido este galardón son Sujata Bhatt de India (2014), Paul Muldoon de Irlanda (2015), Duo Duo de China (2016), Abdellatif Laâbi de Marruecos (2017), Ko Un​​ de Corea​​ (2018) y Eduardo Lizalde​​ de México​​ (2019)​​ y Dinu Flamand​​ de Rumania​​ (2020).​​ 

 

Mario Bojórquez

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Círculo de Poesía ha publicado su libro​​ Poesía dejada atrás​​ que puedes encontrar en librerías, en Círculo de Poesía Libros, Xicoténcatl 270, del Carmen, Coyoacán y también en nuestra tienda en línea

 

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Memoria de las tumbas

 

¡Cómo me gustaban las tumbas en mi juventud!

680 tumbas en el cementerio público Hwangdeung de Chollabokdo

y también las tumbas del Cementerio Sarabong en la Isla Jeju.

En el camino a casa de noche

me recostaba y me dormía junto a ellas.

Se propagaba el dicho en la Isla Jeju,

que mis amigos me llamaban el Fantasma de Sarabong.

 

El día en que alguien moría y una nueva tumba se edificaba,

¡ah, qué gran día era para mí!

“¡Tú, también, has venido hasta acá finalmente!

¡Bienvenido!

¡No hay mejor lugar que éste!” Le decía.

Qué día tan magnífico era para mí.

 

Un día después de eso

estaba totalmente borracho,

pasé por esa tumba,

me desmayé y me quedé dormido,

fui mordido por un ciempiés en el amanecer.

Por una semana completa uno de mis cachetes

se me hinchó del tamaño de una calabaza

aquello fue un gran escozor.

 

Una vez antes de que me volviera un monje novicio

en mi camino al Templo de Miraesa en Tongyeong

me pasé un mediodía en un cementerio

olvidándome completamente del encargo que me habían hecho.

Más tarde el monje principal me reprendió rigurosamente.

 

Hace décadas que pienso en esto

y ahora finalmente lo he entendido:

los animales no hacen tumbas.

Los animales son mejores que los humanos.

Ellos son mejores que Dios.

Siempre y cuando no dejen tumbas

son varias veces mejores que yo.

 

¿Entonces fue esto todo lo que al final aprendí

de amar demasiado a las tumbas,

hacer un gran alboroto,

llorando y sonándome la nariz?

 

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Traducción de Mario Bojórquez

 

 

 

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