Presentamos algunos textos de la poeta peruana Ethel Barja (Huanchar, Junín, 1988). Es autora de los libros Trofeo imaginado entre dientes (Antología del Premio Nacional Juvenil de Poesía –SENAJU, 2011), Gravitaciones (Paracaídas Editores, 2013; edición bilingüe 2017), Insomnio vocal (Alastor, 2016) y Travesía invertebrada (Lumpérica Cartonera, 2019). Su escritura ha sido incluida en Voces al norte de la cordillera: Antología de voces andinas en los Estados Unidos (Sonicer J, 2016) y en las publicaciones periódicas Inti: Revista de Estudios Hispánicos, Hostos Review, Los Bárbaros (EE.UU.), Stadtsprachen Magazin, Madera (Alemania), Revista Lucerna (Perú) entre otras. Recibió el Premio Cartografía Poética 2019 (Perú) organizado por la editorial Lumpérica Cartonera. Ha sido traducida al inglés, francés, alemán y portugués. Es licenciada en Lingüística y Literatura por la Pontificia Universidad Católica del Perú y Maestra en Literatura Hispánica por la Universidad de Illinois en Chicago. Actualmente, vive en Providence (EE.UU.), donde estudia un doctorado en Estudios Hispánicos en la Universidad Brown y desde donde dirige Gociterra, portal de crítica, creación y traducción.
matriz
cayó una gota de agua sobre el suelo
reconocimos el camino
el retorno
frag-men-tos
unotrasotrocon el mismo eco
formamos entonces la fuente fracturada
que avanzaba somnolienta con su vientre a cuestas
y aún allí
antes del gran salto
el rastro ahuecado y negro
entre letreros de salida que se apuntan los unos a los otros, hurgo en tus vestidos como entre las aguas primigenias. extiendo los brazos, ramas invertidas, y abrazo el tiempo que asciende y desciende con solar atención hacia sí mismo. esta es la fértil morada del ángel donde ha cosechado todas sus manchas. esta es la frente fecunda desde donde miraste al valiente retroceder tembloroso y esconder el arma. esta es la arena movediza donde los ídolos encuentran su eternidad húmeda e incandescente, donde llegan voces armadas de cucharas y saliva para acariciar tu cuerpo dormido, y tú respondes desde el umbral de tu estera en llamas, graznido deshabitado
De Gravitaciones (2013,2017)
vigilia
1
las hojas ennegrecidas
señalaron el camino
ir por el fuego negado
en el crepúsculo y el alba
el buey respiraba lento
y su mirada madura
traspasaba nuestros párpados
hacer brotar los surcos
ver el tallo en nuestros pechos
la tierra
es una ubre en vela
ávida mandíbula
orilla en la que jugamos
con el astrolabio de papel
2
parpadea tu retrato sin fondo
en la orilla de mi garganta
bajo el ritmo de este mortero
des-pier-to
el pálpito de la piedra
entramado de voces que nombran
SE BUSCA
nuevamente el alimento
que ya sin motivo
la madre prepara
nutrirá la memoria
y este grito
ají recién triturado
sonará más allá de sí mismo
rostro en TV
SE BUSCA
a esta hora que un niño
se lleva la cuchara a la boca
enumeras tus posesiones
cicatriz en el costado
este no es Disney channel
el suelo libera un silbido
el espejo puesto para atrás
el reloj enterrado
ningún servicio a la comunidad
vengan con su llanto
es la hora del rito
talk show a las 21 horas
En Gravitaciones (2013)
sombra
temperatura ideal dicen
y yo espanto las moscas con el periódico amarillo
si sus ojos no se levantan
se ahogará la palabra orgánica
el cristal se hará hierro firme
prefiguración del barrote
hablaremos bajo
en letanía inerte que ya no significará nada
un insecto en la oreja
un ruido cualquiera
si sus ojos no se levantan
es que aún acumulamos escombros uno tras otro
firmes columnas que nos cercan
y que besamos guiados por su falso brillo
estructura en que nos recostamos
y que acariciamos como la única madriguera
si sus ojos no se levantan
nos condenarán a la duplicación
de lo que no se acaba y asfixia
De Gravitaciones (2013, 2017)
Había una vez venía suave en tu voz aquellas madrugadas; y había era una estrella de mar aturdida en medio de la calle que buscaba un rojo precipicio o hacía espacio para sí. La veíamos apenas y pensábamos en su vientre enorme. Cuando el frío afilado despertaba nuestros dientes, remontabas HABÍA, con más ánimo y más saliva. Debíamos concentrarnos en algo detrás de nuestras espaldas. Tal vez cuando abrimos los viejos baúles y metimos las cuatro prendas; sí, ese momento antes de cerrar la puerta, pero había seguía cavando en nuestras frentes con sus brazos chispeantes. Había tan solitaria solo deseaba hacerse espacio para enterrarse y dejarnos libres al presente. Debe tener frío, pensábamos. Había,no temas es solouna vez. Una vez que trajera ese antes de guardar las sábanas en los baúles y se hacía tarde. Sacudías tu voz como para agitarnos la nuca, HABÍA UNA VEZ, y no podíamos concentrarnos; una vez, repetíamos para coserla al había; pero había escarbaba también en esta vereda. Cerramos las puertas detrás más de una vez y no había.
De Insomnio vocal (2016)
con la piel alerta
intento abrazar el tiempo
como a un oscuro fantasma
despojado de sus prendas
desorientado y tembloroso
imagino velar sus noches
con sus restos de escombros en la frente
mapas de destrucción que crecen
como las huellas que limpiamos día y noche
como arcabuces cuya pólvora no alcanzamos
así contigo como intentando acribillar los pasajes
por donde se echaron a andar
y se hagan cada vez más profundos
para que partan infinitamente
hasta que el permanecer sea una palabra desgastada
vaciada por dentro y por fuera
y yo no pueda más volver en reloj alguno
a reclamar un extremo de tierra
un tramo de piel cercado
un ruido inútil
un nombre
De Insomnio vocal (2016)
oxidente
mi tacto geográfico es inexacto
incertidumbre en las piezas
welcome to JFK
international airport
la reina verdosa y agitada
en el tablero carcomido
alfiles desorientados
un viaje coloca gasas
sobre otro viaje
(ein Sprung ins Leere)
como cuando huyo
como cuando canto
los deleites chispeantes
de un animal en la avenida
que aúlla con las vísceras al viento
el fétido bostezo de los camiones
una cajetilla solitaria que sueña
el humo de mis pulmones
sobre mi cost(r)a
un viaje coloca gasas
se equivoca de membrana
y da lo mismo es solo una cacería
de sabores
donde mi lengua
ensaya la temperatura
para la piel sonora
y el olor a pescado crece
sí, claro, en español,
(un salto al vacío)
en la tarde limeña
un viaje coloca gasas aquí
en la colisión
atravieso la calle
a velocidad constante
velocidad aerosol
que supura en los muros
mientras él espera
su iluminación profana
y divide como un Moisés express
la salsa roja con la que ungimos
los huesitos
manjar broaster del jirón Lampa
y se desprenden todas las gasas
entreabiertas las sombras púrpuras
en platos de cartón
y no se puede, ¡no!
entrar dos veces en la misma salsa
se atropellan las mandíbulas
los tejidos en despunte
y el zumbido no cesa
en la cuerda sincopada
el paso en la bruma
voces y sus velos picantes
un viaje no sabe de gasas
ni de amantes en salsa roja
ni de las propiedades nutritivas
de los huesitos al paso
solo del cambio de moneda
solo del contrabando creciente
de las horas…
En: Revista Los Bárbaros N° 6