Andrea Rivas (Puebla, 1991) publica su primer libro de poemas, Pertenecerme entera (Círculo de Poesía Ediciones, 2020). Antes tradujo El país entre nosotros (Círculo de Poesía Ediciones / Valparaíso México, Valparaíso Ediciones) de Carolyn Forché. Es Maestra en Literatura Hispanoamericana por la BUAP. Ganadora del Premio Herminia Franco Espinosa a la mejor tesis de licenciatura con perspectiva de género otorgado por el Comité de Igualdad Sustantiva de la BUAP (2017). Primer lugar en el Premio Punto de Partida (2017) de la UNAM en la categoría de poesía. Fue nombrada Silver Poet por la Asociación de Escritores de Beijing, China, en el primer Premio Internacional de micropoesía (2018). Becaria del Festival Cultural Interfaz ISSSTE (2018) y becaria del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (2019). Ganadora del Boao International Poetry Award como poeta nueva del año. También tradujo El otro Einstein (Planeta, 2017).
Glafira Rocha escribió sobre el libro lo siguiente: “Se quería un cuarto propio, ahora es necesario un mundo, un planeta que se integre a la mujer que se habita. En Pertenecerme entera, Andrea Rivas penetra en sus demonios, en la mujer piedra, en la niña disfrazada de sirena, en las diosas transgredidas, en sus ancestras, y es a través de ellas, de sus palabras –versos legados que se atrapan– donde encuentra sitio para poseerse. Este poemario nos abre las puertas para adentrarnos en lo íntimo-universal, en cantos que indagan en la pregunta primigenia que no busca respuesta: ¿quién soy?”.
El libro se presentará en la Feria del Libro de Minería el próximo sábado 22 de febrero a las 15:00 horas en el Pabellón Colima.
Medusa
I
tu planta toca el templo de atenea
ondeando tus cabellos bandera de lujuria
pies perdidos sobre recinto sagrado, gorgona,
el escándalo de tu belleza ahoga tu epidermis.
sediento, enloquecido el dios de todos los mares, medusa,
codicia tus inminentes piernas,
la inútil gloria de tu seno anochecido.
de rodillas y no en oración recibes al dios,
eres, gorgona, violada en tu primer nombre,
monstruo, infame, penetrada en todos tus nombres.
sucios líquidos se derraman en el mármol del templo,
tus gritos colman el deseo de poseidón,
alimentan el poder de las blancas olas que rompen
contra tus nalgas bestiales, tus muslos aberrantes,
manos que aúllan auxilio perdón pides, medusa,
el cabello nunca más negro te encuentra vertida
convulsa admitiendo el horror de tu belleza.
aparece la sabia, magnífica palas atenea que mira tu pecado
medusa, profanaste el templo de la diosa pero bendita seas
una cabeza te protegerá de los hombres,
no te tocarán los hombres, medusa, no podrán verte
serás carne del monstruo que llevas dentro,
maldita seas gorgona:
por tu cuerpo el templo, el sagrado recinto, ha sido mancillado;
serpientes brotarán de tu cabeza y serán tu escudo, bestia,
atrás.
II
atrás, al fondo de tu existencia te haces un sitio para amaestrar a tus demonios
aprehendes la ira y guardas en tu vientre el fruto, el germen condenado
medusa, ruin será el castigo, penetra las tierras de tu exilio y huye,
guárdate en un jardín, y ahora duerme, gorgona,
y que tus sueños sean visiones de salvación
nadie se acerca, sueña, alejandra, déjate ir
deja que te cobijen las cabezas que brotan de tu cabeza
victoria, los rumores entre la hierba son solo los primeros pasos del perdón
nadie viene, mira, no hay sombras, el vuelo que escuchas es el viento nuevo
mejor no mires, virginia, no abras los ojos
así estaba destinado a ser, agnes, no estamos listos para tu cuerpo
la diosa le ha dado alas a un hombre y un espejo para que mires
el demonio en que te has convertido:
colosal, perseo levanta tu cabeza en lo alto,
muerta ya, fernanda, tus ojos inmensos, tus labios no son peligro
tu sangre veneno y antídoto, tu cuello pegaso, tu cabeza escudo
sirven ahora a la ley divina, inmensa medusa, infame bestia
sirves maría, a las artes, tu cuerpo desnudo
tu mirada petrificada, elsa, tu vientre mutilado, fabiola
te convirtieron en otra, medusa, en caravaggio
bernini, versace y piedra, medusa
el mundo está amueblado por tus ojos
y de cada falta, eres, siempre, culpable.