Hilsa Rodríguez (Trujillo, 1994). Egresada de la Universidad Nacional de Trujillo. Mención Lengua y Literatura. Docente. Ganadora de la Convocatoria Poesía Hembra II (2016). Ganadora de la convocatoria en las categorías Relato y Fotografía de la revista El Bosque, número 9 (2016). Mención honrosa en el Concurso Nacional de Cuento y Poesía – Huauco de Oro, de Sucre, Cajamarca (2017). Participó en la Feria Internacional del Libro de Trujillo (2017) y en el VIII Festival de Poesía de Lima (2018)
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La infancia es un retrato surrealista
Somos un retrato surrealista
Distópico
desarticulándose
haciéndose polvo
porque la vida ha mendigado amor a su padre asesino
La ausencia la aniquiló
El llanto de millones de reptiles
descendiendo como constelaciones hasta los pies
ahogándose
mientras una niña con rostro de caracol se pregunta:
¿Acaso no me repugnan todos los hipócritas, los padres
ausentes, las madres sumisas, los vidrios, el incendio, la
infidelidad, todo el ruido que se yergue de los humanos?
No importa que estemos solos en esta carretera
y no tengamos a quien abrazar
Solo importa la belleza de los astros perforando tu cuerpo de sangre
como un amuleto
dejándonos retazos apocalípticos en un cajón
Esta prodigiosa forma de existir desde lo pétreo desde el nacimiento
implica pensarte en todos los objetos del mundo
como en el pestillo de la puerta que cerraste
el espejo que rompiste con puño infalible
la correa como una serpiente buscando acariciarme
cuando te confesé que me enamoré por primera vez
un recipiente enclenque lleno de agua turbulenta deseando que mi madre se pudra
una cama donde me escondía de las arañas
porque en mí se funda la ausencia de los parques
una pintura tallada con risas alcohólicas
estruendosas
donde solo estaba mamá
y tu hijo llevándote en brazos
sujetando tu locura
diciéndote: Madre, en tus párpados se escriben mis penas
Una frazada hablándote al oído
augurio inaudito
Por eso ya no pienso en la complejidad de la muerte
cuando veo morir a una mujer en un segundo en el inodoro
remolino de tristezas
agua maldita
¿Acaso no me repugna tu silencio, tu fractura, tu lunar, tu
paro cardíaco, cuando yo era una niña?
Ahora entiendo que las voces emergieron llamándote a su tribu
Te romperás como un hilo que teje el destino de los hombres
Te fuiste, pero aún existen manos gigantescas comiéndome el rostro
millones de hormigas ingresando a mis párpados
devorándome los intestinos
un cosquilleo de caballos frenéticos
y la niebla espesa gritando tu nombre
y a mí
solo me queda la poesía
El último bostezo de amor
La poesía pertenece al reino animalia
La poesía
inexorable bola de fuego
Meteorito / Pánico / Insensatez
Dueña de esta casa
Mujer observando a la vida
con alta musicalidad
con furia
desde este precipicio incierto que es la palabra
desde este sueño partido en dos
Como tantas veces lo ha sido
como tantas veces lo será
Desde el rostro negrísimo de mi padre
diciendo no te quise no te quiero
desde todo hedor repudiable del ser humano
Veneno / sustancia dolorosa
que invade y succiona los huesos hasta convertirlos en polvo
porque el pasado no regresa
Anfetaminas denme anfetaminas
y la tristeza se ha hecho carne
Desde esta posición
el tiempo es un ave
Y la poesía
Costra negra
Lagartija
Inmune a mi lengua
Extremidad / Caverna
Discurso de un rinoceronte que sobrevivió a la estampida
Cómo explicarle a mi hija que lo he perdido todo
Que su padre encontró un abismo y se ha ido para siempre por
aquella rendija del portón
Que las promesas son eufemismos de la mentira
Que la sociedad es un templo de hipócritas
Que el fracaso es digno del amor y ahoga
Que mi madre se suicidó y es cruel la ausencia como un caníbal
Que mi niñez fue una utopía inventada por mi homicida
Que conocí el origen de la violencia en las piernas de mi padre
Que cuando nací de pies, según mi abuela lo más doloroso del mundo,
rompí una taza de café en mil pedazos
y mi madre se convirtió en un cascarón
Que engendrar es genuino y agobiante
Que mi nacimiento fue una repulsión del encanto
Una venganza
Que estuvo en UCI mientras yo deambulaba en las letrinas
con el corazón tejido a medias
Perfi dia del aprendizaje
éxtasis del líquido amniótico
desorden mental
Que se tatuó en mis orejas el abuso de los primeros hombres
y la culpa es interminable en mi cabeza
La aguja en la columna
el silencio perpetuo de escribir
no sirve para borrar estos años
No sirve para escribir sobre el delirio y la verdadera felicidad
si solo esta se endurece en un montón de arena
No sirve tampoco si al mirarte
yo solo sea un dragón embistiendo a un gran espejismo
que carcome mi tristeza
Que la vida es un león hambriento
de hocico rabioso
de amargura incesante
que devora a nuestros padres que nos criaron erróneamente
nos hirieron y no se hicieron responsables
Que frecuento el centro de Trujillo porque no le temo a los fantasmas
Que mi náusea se estremece cuando oigo hablar de la inocencia perdida
Que nos masacran y seguimos amando la intuición de los sabuesos
Que todo lo que comprendo es trágico
como las alas de las mariposas deshaciéndose en nuestros dedos
Que nuestra historia de amor es una metáfora perdida en
un papel que nadie recogió
Oh, perpetuo silencio
Son las dos de la madrugada
y los gatos lloran como bebés neuróticos
Danza macabra
El cuerpo es una manta transparente
muy dócilmente enlazada a una hebra y la otra
como un puente
Se conecta haciendo todo perfecto
y otras veces se parte
se oxida
se agota
Es él quien busca comodidad
cobijándose con otro cuerpo que goza de ausencia
de furia
Como un relámpago desea unas manos
unos pies y un cerebro
que no es mío
Aunque no basta para determinar su capacidad porque
siente el roce de las agujas
la navaja hiriendo la piel subrepticiamente
la electricidad como un eslabón perdido
Por si no fuera suficiente
tiene que albergar sensatez
para no herir a ningún pájaro
pero tampoco puede
¿Por qué he de sentir este nudo en la garganta?
¿Por qué me cuestiono y me siento como una bestia?
Para desterrar tu cuerpo que es una casa siniestra
cada extremidad actúa por sí sola
Son parecidas a un rompecabezas
La vida debe terminarse en tan solo un instante
El suicidio es inevitable bajo este sol abrumador
Desde una torre alta
la aciaga cornisa de esta ceguera
atando una bolsa de plástico al cuello
o un disparo en la sien
Por fi n la cabeza apoyada encima de un lago rojo con una
carta diciendo: No me dejes. No me dejes.
Clavándose una daga debajo del ombligo y los intestinos
brotando incontrolables
danzando
ahogándose con monóxido de carbono
mientras bebes tu whisky favorito
El cuerpo es un parásito debajo de cartones y migajas de pan
pidiendo limosna
desamparado
en un tobogán
que se bifurca a kilómetros de distancia
sin mandíbulas
galopando como luces de neón en llamas
los mutilados / quemados / amputados / locos / traidores
infieles / ególatras
se transformarán
en polvo efímero
y serán felices
Adiós a estos cuerpos benditos
Adiós a la cárcel
El silencio es una estrella polar
El silencio proviene del dolor de las cosas
la única forma de existir es castigándote por más de dos años
cuando ves una banca vieja
una coca cola vuelta un iceberg
y un hotel prehistórico desangrándose de amor
Caminas interminables cuadras y el piso no genera estabilidad
Cuánto delirio y vanidad en los pies de los hombres
Creen que le perteneces aun sabiendo que no son nada
Por fi n tu espectro habla
El viejo librero intenta comunicarse
Los animales invertebrados cuestionan tu rostro frunciendo
el ceño
¿Qué deben hacer?
Miles de gestos, pero el silencio cortado en pedazos
enroscándose como una serpiente a su presa
Tus manos como dos perros apareándose en una callejuela
del centro de Trujillo
no hablan más
La sudoración las acompaña y un movimiento inconsciente
permanece
Tus dedos como telarañas ensortijadas se amarran al pasado
pero es evidente
hay que caminar
Grafi tis embrutecidos
plazuelas derrotadas y la combustión que persiste
El cansancio de los transeúntes en sus caras sudorosas
hastiadas de hambre
sin un sol en el pantalón
desgarrándolo y desnudándolo
Irrisorias historias hechas de barro
Continúa la violencia en sus vientres cancerígenos
Brutal es caminar y no juzgarse la existencia
Una pesadilla aumentando los desaparecidos y las masacres
los discursos políticos tirados a las alcantarillas
¿Cuántos siglos seguirás caminando, noctámbula, buscando
comida?
Las pirámides tensan sus dedos para poseerte
No dejamos de sentirnos edifi cios cansinos
ilógicos / desproporcionados / anticuados
en esta ciudad obscena y macabra
Observo
crónicas domésticas
irreparables
escondites prediciendo la locura
El silencio es una estrella polar
Oscurísima
Un lenguaje espectral
que brota como la lluvia los viernes en la madrugada
Inamovible
Lumbrera como la soledad
Averno fértil para conversar contigo
desde antes del Big Bang