Fara Njaay. Es un poeta y escritor senegalés, autor de los poemarios Mélopées divines (L'Harmattan Sénégal, 2020) e Il pleut sur Dakar des têtes révoltées (L'Harmattan Sénégal, 2023). Fundador del Collectif Parlons Poésie y precursor del Concurso Nacional de Poesía Prix Ibrahima Sall (PIS). Su poesía es a la vez filosófica y espiritual. Poeta comprometido, Fara Njaay se interesa por cuestiones existenciales y políticas. Ha ganado varios premios literarios, entre ellos el Prix International de Poésie Léopold Sédar Senghor (Italia) y el Prix International de Poésie - Poéticales (Costa de Marfil).
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La muerte no es el fin
A Ibrahima Sall y Kiné Kirama Fall
No sé adónde ir
camino por la tierra como un extraño
perdido en el brumoso paisaje de la muerte.
Escucho en la tumba de mi alma
las voces lúgubres de mis ancestros
que partieron hace milenios
para nunca volver
la muerte cae sobre mis hombros
y yo, débil humano de ojos apaciguados
de mirada lánguida
sólo tengo el verso para hacer mi duelo
para llorar sin que mis lágrimas inunden mi rostro desnudo.
No amo ni la pena ni las despedidas ni el llanto
y si un día muero no vengas a llorar sobre mi tumba
¿Y quién dice que estaré en ese hoyo
que cavarás para mí?
Por donde voy veo a la muerte seguirme
como mi propia sombra
¿Dónde están los muertos? ¿Qué es la muerte?
¿Por qué morimos?
mil preguntas, mil respuestas
mil especulaciones.
pero la muerte no existe
y «los muertos no están muertos».
He dejado de rezar
Ve y dile a tu Señor
que he dejado de rezar
sabiendo que Él lo sabe todo de mí :
los sufrimientos de mi alma
los dolores de mi cuerpo ;
las turbaciones de mi espíritu
las orillas que me alejan de la Felicidad
y los velos que me separan de su Luz
le ruego que responda a mi oración.
Nutrir la sonrisa
Hay espacio entre nuestros dientes, una pequeña sonrisa
que pasa para vencer el olor de los callejones en el estruendo de las ciudades
como la mirada de un niño perfuma nuestra alma
un instante de sueño en la impudicia de las noches
un corazón libre es un corazón que sonríe
un instante que el alma captura para negarse a sufrir
por el calor de las palabras, sol que inspira
como respira una sonrisa,
¿Debemos dejar que la amargura nos rompa el corazón,
si solo necesitamos una pequeña sonrisa para vencer el miedo?
puesto que la vida no es un sueño, y todo acaba aquí,
¿De qué sirve la ira?
De dónde vienen mis poemas
A Mutabaruka
No sé de dónde vienen mis poemas
este poema no es un poema
este verso no empieza este poema que no es un poema
este poema no te da nada
¡nada en absoluto!
si te tomas el tiempo de leerlo
sabiendo que no te aporta nada
que no cambiará tu vida
que al final te aburrirá
es que estás tan perdido como este poema que no es un poema
y sin embargo, lo sigues leyendo
detén de inmediato la lectura este poema que no es un poema
estás perdiendo el tiempo leyéndolo
este poema es como África, se niega a crecer
porque le han hecho creer que es pobre, fea e inútil
este poema no sabe nada, otros hablan por él
le hacen decir cosas que no le gustan
que ignora con toda su alma
este poema no muere porque nunca ha vivido
pero habla todos las lenguas
este poema es sordo, mudo y ciego...
pero camina, oye, ve
este poema no obedece a nada, incluso se burla de la poesía
este poema no te respeta, rómpelo si no te gusta
este poema no es un poema, pero lleva poesía
este no es el último verso de este poema, que no es un poema
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Affectio (Senegal) / Alvie Mouzita (República del Congo) / Agossou Allangbé (Benín) / Timba Bema (Camerún) / Nanda La Gaboma (Gabón) / Mal Mazou (Camerún) / Nadale Fidine / Kamanda Kama Sywor (República Democrática del Congo) / Ndongo Mbaye (Senegal) / Theombogü (Camerún / Chad) / Albert Aoussine (Camerún) /