Si el río abriese los ojos: Antología de la continuidad. Winifer Isolina Ravelo Vergara (Venezuela)

Juan Lebrun, Bolívar Pérez y Zorian Ramírez construyen un dossier de nueva poesía venezolana, Si el río abriese los ojos: Antología de la continuidad, título en homenaje a César Panza y Caneo Arguinzones. Leemos aquí a Winifer Isolina Ravelo Vergara (1994). Su primer libro es El insomnio de las plantas (LP5, 20221).

 

 

 

Si el río abriese los ojos: Antología de la continuidad.​​ Es una selección que reúne voces de poetas venezolanos nacidos a partir de 1990. La muestra nos invita a reflexionar acerca de​​ las diversas identidades que se presentan en la poesía​​ actual venezolana. La escogencia del título rinde homenaje a dos voces que dejaron una huella fundamental en el panorama más reciente de la vida literaria del país: César Panza, con su verso​​ Si el río abriese los ojos qué viera, y Caneo Arguinzones cuando dice que​​ Haber retrocedido al abismo ha convertido la continuidad / en una festiva alabanza. César nos devuelve la pregunta de la identidad sin pretender abrirnos los ojos, sino buscando que habitemos con él la pregunta; defiende lo auténtico mientras nos habla de la impermanencia.​​ Caneo plantea una​​ vivencia corporal que enfrenta a la muerte, pero que, en un detenerse, busca la continuidad de la vida como una “festiva alabanza”. Estos autores y referentes, por siempre jóvenes, son voces desenfadadas, discontinuas, navegantes de lo incierto en el río identitario, vitales, como las que presentamos a continuación.

 

 

 

***

 

 

 

Winifer Isolina Ravelo Vergara​​ (Petare, 1994).​​ Crece en La Victoria, Estado Aragua.​​ Estudió​​ Química en la Universidad de Carabobo. Allí establece vínculos con el Departamento de Literatura de dicha Universidad y colabora en actividades del Departamento. A los 23 años, emigra a España, estudia Vinos y Aceites de Oliva y​​ Control de Calidad en la Industria Alimentaria. Su interés es enlazar siempre el mundo de las ciencias con las artes.​​ En el año 2020, obtiene el 3er premio en el 5° Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas con su poema​​ Sobre una piedra.​​ En el año 2021, publica su primer libro,​​ El insomnio de las plantas, en la Editorial LP5. Actualmente, es integrante del Círculo de Lectura sobre el poeta sufí Ibn Arabi ​​ “El Azufre rojo” y el Club Ocioso de Lectura Feminista “Bravas Bravísimas” en Murcia (España).

 

 

 

 

 

 

 

Falcón

 

memoria​​ 

esta inmensa balza cuyo centro​​ 

-magma incandescente- oscila​​ 

determinando una gran soledad​​ 

me ha permitido mirar atentamente ​​ 

las medusas que la marea con lluvia ​​ 

desparramó en la playa esta mañana​​ 

yacían alienadas bordeando las huellas del agua​​ 

masas gelatinosas y negruzcas​​ 

contráctiles ​​ 

antes de podrirse bajo el sol​​ 

¿qué representa el milagro de la biología?​​ 

 

Emira Rodríguez,​​ Como sueños ajenos​​ 

 

 

Todo el camino era concéntrico y mineral, ​​ 

el movimiento estaba guardando mi infancia junto a la de mi abuelo, ​​ 

una montaña enmudece con un secreto de piedra, ​​ 

jardines petrificados en el fondo de las aguas, ​​ 

algas estallando, follajes, ramificaciones, líquenes como portales al sol, ​​ 

la semilla es la pineal del fuego, ​​ 

la playa como memoria ​​ 

y el maíz inundándose de tanto cielo y tanto espejo​​ 

el río se ha incrustado en mis ojos ​​ 

malaquitas se incendian en las manos del tiempo​​ 

Falcón es un pináculo de música y halimeda​​ 

que abraza el desierto con partículas de codiáceas.

 

Orquídeas de cobre se derriten​​ 

todos sus átomos son esporas de ebriedad ​​ 

tiempo fósil en el cuerpo de los Médanos

la flor metálica que soldó Virgilio ​​ 

es una navaja entre la arena​​ 

la navaja que corta al sol y baña de oro estos fragmentos de piedra.​​ 

 

Orquídeas de cobre,​​ 

orquídeas de dolomita, ​​ 

orquídeas de cobalto, ​​ 

lúcidas impregnan el Aroa ​​ 

una retama erige sus flores en el incendio​​ 

el incendio es la tierra dorada portal del segundo sol​​ 

y la penúltima luna que con sus manos moldea

cuerpos cuerpos cuerpos ​​ 

el cuerpo de la planta es líquido ​​ 

desde su raíz hasta la Sierra​​ 

una tambora serrana late sobre nosotros​​ 

celebra que la montaña es un mausoleo ​​ 

de animales coloniales sobre la acacia glomerosa.

​​ 

Arecáceas son las mensajeras del tiempo, ​​ 

velan el sueño de la montaña​​ 

vigilan el vientre de las piedras dormidas​​ 

Anthozoas entre montaña Anthozoa leyendo el mensaje de las aguas

Anthozoa escuchando al sol desde sus estómagos​​ 

Corales conquistan el movimiento de la tierra​​ 

Montaña madre en ti descansa la mar antigua.​​ 

 

El sueño de las plantas es el licor de la tierra hace millones de años

El sueño de las plantas es un mineral incrustado en la noche

el sueño de las plantas es el latido del mar​​ 

la planta duerme hundida en el agua​​ 

Luciferasa en el espíritu de la montaña​​ 

el cuerpo sólido de la marFalcón,​​ 

cayo Sombrero​​ 

cayo Pescadores​​ 

cayo Sal ​​ 

cayo Muerto,​​ 

un manglar habitado por corocoras​​ 

cementerio indígena donde los ancestros

coronan la eternidad entre flores de piedras y Prosopis juliflora,

sus muertes son el sueño oculto de las palmeras.​​ 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

...Viejo mundo​​ 

El caballo blanco y negro​​ 

Del día y de la noche.​​ 

Camarón de la Isla interpretando el poema de Omar Khayyam

​​ 

I​​ 

 

La perra del olivar

busca su postura adecuada​​ 

según su realidad le permite.

Se lame su pelaje con una ternura,

casi reflejando lo maternal en sí misma.

¿Qué reflejo despertará en ella

reconocer​​ su cuerpo​​ una​​ y otra vez?

Recién naciéndose ella misma,​​ 

como dándose​​ su​​ bienvenida al mundo​​ 

al aquí, ahora.

 

 

 

II​​ 

 

Camino junto al río,​​ 

mi cuerpo se mueve y a veces me pregunto el porqué​​ 

está el viento que me refuerza la pregunta.​​ 

¿Acaso el viento me trajo aquí?​​ 

Pero huelo la hojas sueltas del suelo,

no encuentro en mí ningún olor que venga del viento,

ninguno que se parezca a una rama agitada​​ 

por esa mano temblorosa y transparente​​ 

que viene desde las mareas

a darnos información del agua.

Solo veo en mí que el viento​​ 

me hace dudar quién soy,​​ 

de dónde vengo,

y mis labios son una grieta​​ 

donde el viento encuentra mi voz.​​ 

La pregunta:​​ ¿qué pasa con la mujer?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Preludio del Poemaría (sí, femenino) en construcción; “Inírida” (Reunión en el lago).​​ 

 

 

Reina de las dos tierras: de la vida​​ 

y la muerte, tus coronas​​ 

destruyeron mi frente, la destruyen​​ 

cuando te pienso entera en tu espantosa​​ 

belleza​​ 

Juan Eduardo Cirlot

​​ 

 

Your boundaries are your quest​​ 

Yalal ad-Din Muhammad Rumi

 

(H)Inírida,​​ 

 

este libro no lo terminaré nunca,​​ 

porque es el quiebre.​​ 

 

 

 

 

 

 

 

Inírida,​​ 

tú, diosa andrógina de mis delirios.

El sueño de una tambora.

Pulso:

a-gua,​​ 

piedras.​​ 

 

 

 

 

 

 

 

Reunión en un templo de agua

 

La corona de helechos de la enmudecida,​​ 

el primer sueño de​​ esta agua que nos reúne

es la cicatriz.

Labrar en la roca todas sus grietas,​​ 

escuchar cómo la piedra transforma​​ el agua​​ 

-es siempre la misma agua

pero, al penetrar la piedra, adquiere memoria.​​ 

¿Cuántas heridas nos lava el río hoy?

 

 

 

 

 

 

 

 

Campanas de helio explotan la noche​​ 

colonias levantan ciudades mansas coronadas por las algas​​ 

la columna vertebral del cielo destila su savia y las mariposas nacen​​ 

derramadas por gravedad sobre las aguas maduras​​ 

bautizadas por círculos originarios​​ 

Larva plánula fundadora​​ 

sumerge formas al vientre de lluvia​​ 

ciclo de luna que orienta los cauces​​ 

16 millones de grados soporta el emperador silente​​ 

flores de helio en su entraña condensada​​ 

Átomos coronan los reflejos​​ 

hidrosfera bautizada por un río eterno​​ 

danza del licor incrustado en los árboles​​ 

en los labios de la corriente​​ 

minerales transitorios cortados por la luz​​ 

Mar dormida en capas profundas​​ 

la luz estremece tus misterios​​ 

grieta erguida, cuna fósil agita​​ 

la unidad tiembla aflorando superficies​​ 

ave de gas turbio, especie inmaterial​​ 

4.600 millones de años, una diosa sin nombre endurece su útero y amansa​​ el tiempo​​ 

roca antigua, nido de los elementos​​ 

espejo cóncavo del círculo ardoroso​​ 

Plumaje de fuego ahogado, la ciudad secreta de los Naborao1

profunda y fértil en los cristales dormidos​​ 

raíz liviana en enhebrada semilla​​ 

relámpago inaugural de la tempestad​​ 

mujer, sangra en el río, eres la dimensión del sol en las aguas​​ 

Celebro que la montaña es el pecho de la tierra​​ 

mineral derretido en la mar cayéndose sobre el vientre del reptil​​ 

cálido latido sobre líquido inmenso​​ 

fuente terráquea derramada sobre matriz fértil​​ 

corto la tierra para ver hijos nuevos​​ 

en páramo abierto la fundación de los cristales.

 

 

 

1

​​ En la mitología Warao los Naborao son criaturas similares a los humanos, viven bajo las aguas, persiguen a las indias en sus días de menstruación, suelen tomar forma humana para poseer a las mujeres a hacerlas concebir un hijo.

 

 

 

 

 

***

 

 

Pamela Rahn / Luis José Glod / Milagro Meleán / Carlos Katán / Jesús García / Érika Manoche Barreto / Yéiber Román / Ana Mirabal Mujica / José Mestre Michela Lagalla / Kaira Vanessa Gámez /  Ricardo Sarco Lira /  Sofía Crespo Madrid / G. Galo / Alejandro Indriago / AnCe Jesús Zamora Maneiro Hamid El Sayegh / Jesús Montoya / Ariana Mathison / Soriana Durán / Carlos Iván Padilla / Paola Alzuru / Stephani Rodríguez / Rogelio Aguirre /  Valentina Diaslara /  Alborada Garrido /  Paola Assad Barbarino / Clara de Lima

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