Dossier Paul Celan: Semillas para Amapola y memoria.

En esta entrega de nuestro Dossier Paul Celan preparado y traducido por Roberto Amézquita, presentamos los primeros poemas que publicó Celan fuera de Rumania. Se trata de la última edición de la revista vienesa PLAN aparecida en esa ciudad en 1948, de la que incluimos la portada original además de la página con los poemas Irrsal y Am Brunnen que por entonces pertenecían a Der Sand aus den Urnen.

 

 

 

 

 

La revista de arte, literatura y crítica PLAN, editada en Viena en los años cuarenta del siglo XX desapareció con la publicación de su número 6. Es en esa última edición —en 1948— cuando Paul Celan publica poemas en alemán por primera vez fuera de su Rumania natal. Tiene 27 años e incluye una serie de diecisiete poemas bajo el título Der Sand aus den Urnen (La arena de las urnas), que algunos años más tarde se convertirá en la sección que abre su primer libro: Amapola y memoria (1952). En 1948 pasa una breve temporada en Viena hasta llegar definitivamente a París a finales de ese mismo año. Desde entonces y hasta 1952 escribe las tres secciones restantes que conformarán el libro. En ese proceso descarta algunos poemas y reescribe una buena parte de aquella versión vienesa de La arena de las urnas. Hay en aquella publicación, dos poemas singulares que ya no van a aparecer en Amapola y memoria, y en los que sin embargo pueden leerse las semillas del Celan hermético, pleno en símbolos del judaísmo y de la cábala; de las tensiones entre silencio y lenguaje, pero sobre todo, del desgarramiento cercano a la disonancia cognitiva que nuestro poeta experimenta constantemente. De ahí por ejemplo, el título que le da a su futuro libro “Amapola y memoria —amapola o adormidera; flor del olvido, (acaso un olvido activo), un olvido que es recuerdo con sus propiedades analgésicas e hipnóticas. Y aun lo que despierta con los sueños la amapola, cristaliza como experiencia continua en la Memoria… en fin, estos dos poemas iniciales son Am Brunnen e Irrsal, que he querido traducir para nuestros lectores en Círculo de Poesía por el aniversario luctuoso de Paul Celan.

Roberto Amézquita

20 de abril de 2019

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DIVAGACIÓN

 

Corazón de luna iluminada: levanta ahora el velo al espejismo

que en la maleza el ángel de lo durmiente cosecha ya la baya amarga

consuela ahora mi sangre de las marcas de la lanza en el escudo

y florece las mareas de aquel verano de océanos estelares…

 

¿Pero estás preparado ahora para que la gracia del árbol se te obsequie?

Se derrumba en tu ojo lleno de renuncia una rosa nublada…

 

(¿De mí aprendiste que los sueños destrozan las sienes?)

 

Tu pestaña no quiere pensar en olas de espuma y anhelo…

el maíz anochece en la luna y yo no lo bendigo.

 

¿Permanecen en sus bisagras, cuando la nube truena, tus articulaciones?

¿Y no alumbra en tus ojos de terciopelo la luz del otoño?

 

Porque entonces yo me quedaré, siervo de tus lágrimas, cautivo.

 

 

 

 

 

EN LA FUENTE

 

¿Cómo levanto, dime, con articulaciones quebradizas

este cántaro lleno de noche y de exceso?

Absorto está tu ojo en el recuerdo;

a mi paso las altas hierbas se quemaban.

 

Como a ti la sangre, cuando la asediaron las estrellas,

se volvió solitario mi hombro, porque te sostenía.

Tú floreces al modo de alternar compañeros de juego

—ella vive del silencio del gran cántaro.

 

Cuando tú y yo entenebrecemos el agua

nos miramos uno al otro —¿pero algo la transforma?

Tu corazón se extraña ante las flores. La cicuta

me toca apenas soñadora las rodillas…

 

 

 

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