En esta nueva entrega de nuestro Dossier Paul Celan, preparado y traducido por Roberto Amézquita, presentamos Tübingen, Jänner poema escrito durante la visita de Celan a Tubinga en enero de 1961 y publicado dos años más tarde en su Die Niemandsrose.
Paul Celan escribió este poema durante su visita a la ciudad en que Hölderlin pasó sus años finales en una transfiguración de la conciencia. En el poema, la sincronía de la lucidez de Hölderlin y la de Celan se funden en un balbuceo presente, única posibilidad para decir el sí y el no sin separarlos −como sabemos por Hesíodo que hablan las Musas, por ejemplo− o, para que lo digamos como lo escuchó Hölderlin: Pallaksch.
Roberto Amézquita
TUBINGA, ENERO
Sobre la ceguera, de-
partieron los ojos.
Su −”la fuente pura
es el enigma”−, su
recuerdo de las
torres flotantes de Hölderlin, aturd-
idos por el revoloteo de las gaviotas.
Carpinteros ahogados frecuentan
estas
palabras sumergiéndose:
Si viniera
Si viniera un hombre
Si viniera un hombre al mundo, hoy, con
la barba de luz de los
patriarcas: si debiera hablar
sobre este tiempo, de-
bería, sola-
mente
balbucir y balbucir siem-
pre siem-
pre por
(“Pallaksch. Pallaksch.”)
TÜBINGEN, JÄNNER
Zur Blindheit über-
redete Augen.
Ihre –”ein
Rätsel ist Rein-
entsprungenes”–, ihre
Erinnerung an
schwimmende Hölderlintürme, möwen-
umschwirrt.
Besuche ertrunkener Schreiner bei
diesen
tauchenden Worten:
Käme,
käme ein Mensch,
käme ein Mensch zur Welt, heute, mit
dem Lichtbart der
Patriarchen: er dürfte,
spräch er von dieser
Zeit, er
dürfte
nur lallen und lallen,
immer-, immer-
zuzu.
(“Pallaksch. Pallaksch.”)