Archivo Venezuela: Yhonaís Lemus

Leemos, en el marco del Archivo Venezuela preparado por Giordana García Sojo, algunos poemas de Yhonaís Lemus. Su libro más reciente, Nagapushpa / bestiario marino, publicado por la editorial Vuelo de Quimera, fue merecedor del Primer Premio “Metafórica Revista” (2022).

 

 

 

​​ 

 

 

 

Yhonais Lemus (1988)​​ es una escritora venezolana.​​ Profesora universitaria, magíster en Literatura Latinoamericana. Ha publicado​​ La trascendencia de los insectos​​ (El perro y la rana, 2008);​​ Hilos Celestes​​ (Editorial Torino,​​ 2013);​​ Entre el rostro/rastro de Clarice Lispector​​ (Editorial Académica Española, 2018);​​ Destellos Acuosos​​ (Halley Ediciones, 2019);​​ Memorias de la piel​​ (Halley Ediciones, 2020);​​ Antología en pocas palabras. Microrrelatos de la infancia​​ (Niña Pez Ediciones, 2021). Ha sido merecedora del Primer Premio “Metafórica Revista” (2022) con el libro​​ Nagapushpa / bestiario marino​​ publicado por la editorial Vuelo de Quimera, Argentina. Su poesía ha sido traducida al inglés, francés y alemán. Actualmente es docente de la Universidad Simón Bolívar. Facilita talleres de escritura creativa y colabora en múltiples proyectos editoriales.

 

 

 

 

 

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Selección del libro

Distancia/focal

Ensayo poético de la imagen​​ (inédito)

 

 

La fotografía no se limita a reproducir lo real, lo recicla.​​ 

Susang Sontag​​ 

 

 

 

una imagen puede lo que puede reproducir en el que observa​​ 

un sinfín de conexiones​​ 

subjetividades desplegadas​​ 

se trata acá de lo que puede hacer una imagen en ti en tu carne​​ 

de cómo te perfora los sentidos te contamina te habita te posee​​ 

te enseña te muestra el ojo la forma de detenerte justo en ese instante​​ 

«ver el tiempo» entrar por la apertura de las pupilas​​ 

acercarte/alejarte​​ 

una imagen pervive traza un espacio otro se abre a la posibilidad infinita​​ 

de transfiguraciones​​ 

te toma para sí con el juego hipnótico te conduce​​ 

entra en el movimiento sin forzarlo deja que sea con la libertad que le corresponde deja que vuele con la velocidad y la distancia de su re/creación rasgada​​ 

porque todo lo que vive cambia de forma​​ 

una imagen despliega la memoria el deseo​​ 

persiste dentro de ti​​ 

como luces arrancadas de la oscuridad​​ 

te llena​​ 

y a veces​​ 

a veces​​ 

te salva

 

 

 

 

 

 

 

a Graciela Iturbide

 

ojos para volar quiero dos  ​​ ​​ ​​ ​​​​ dos​​ 

pajaritos muertos  ​​ ​​ ​​​​ ya no te pertenecen «mi vida​​ 

tiene que ver con mi sueño» ​​ oscuro y agrietado sale de mí como una ofrenda​​ 

te digo con tal dramatismo te digo con boca de pez sellada  ​​ ​​ ​​ ​​​​ te muestro​​ 

cómo la piel excede sus bordes​​ 

se esparce del dominio de las líneas al rito​​ 

 

vuelvo al polvo​​ 

 

no hay pasaje sin sombra​​ 

ni cuerpo sin muerte​​ 

toma un misterio  ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ un secreto  ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ una revelación después de escuchar​​ 

de ver el ruido blando que​​ 

cae del cielo​​ 

son todas estas manifestaciones las que nos usas a su antojo​​ 

 

acá parezco un instrumento bien atento​​ 

soy una​​ mujer ángel​​ 

y estas son mis plumas negras saliendo de cada ojo como flechas​​ 

atravesando todo​​ 

dando forma al desierto

 

 

 

 

 

 

 

a Sabine Weiss

 

Las imágenes son un vehículo de la memoria y​​ 

también del deseo.

Didi-Huberman

 

yo también

«prefiero aquello que parece efímero

pero mi intuición me indica»

me guía a donde debo llevar la mirada​​ 

«hasta pulverizarse los ojos»

 

entonces mi corazón

-imagen cliché​​ 

de poemas amorosos-

es un músculo

apretado a

la sonrisa de una niña ​​ 

 

un músculo que​​ 

cuando observa

se desprende de mi pecho​​ 

y gira​​ 

sobre su propio eje

​​ 

siente, respira:

todo es agradecimiento

la felicidad es un segundo

de agitación pura

un salto contenido

por la luz

una sonrisa

abierta de

asombro

un gato escurridizo o

un perro congelando el tiempo

un baile  ​​​​ un baile

 

baila

antes de irte

baila y juega​​ 

como si tuvieras​​ 

ocho

 

 

 

 

 

 

 

 

a Ellen Auerbach

 

una mirada aguda e intuitiva se desplaza​​ 

buscando algo

nada en concreto

la​​ 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ esencia detrás de las cosas

 

dos árboles bailan​​ 

el olivo parece usar un vestido de cola larga

hay un hombre entre las nieblas caminado​​ 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ con su perro

una mujer lirio

un salto de altura​​ 

un muelle y un bote​​ 

 

miro​​ 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ me siento feliz

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ pienso

esto es la vida​​ 

simples imágenes desnudas

 

acá no hace falta metáforas

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ alegorías

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ símbolos

el elemento poético​​ 

se entrega

crudo

 

 

a Florence Henri 

 

 

¿cuándo un cuerpo entra en escena?

cuando se desprende del recuerdo quizás cuando olvida y deja atrás lo que fue

se define en la mera composición maquinista de líneas geometrías​​ 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ concéntricas de repeticiones

se define después de olvidar y entrar de pleno en el instante

se abre ante otra posibilidad de parecer ​​ 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ de escogerse

se rige por órdenes y fundamentos tan precisos ​​ 

hasta casi alcanzar la perfección de

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ la imagen atrapada en otra imagen

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ siendo

los objetos rebotan

la naturaleza muerta rebota

los rostros rebotan

no habrá muerte en la multiplicación de las imágenes

 

en la trampa duplicada de los espejos​​ 

en la trampa duplicada de los espejos​​ 

 

 

 

 

 

 

 

 

a Miyako Ishiuchi

 

En 1999 Ishiuchi comenzó a fotografiar a su madre​​ 

concentrándose en sus cicatrices y en otros detalles de su cuerpo envejecido​​ 

la fotógrafa comentó:​​ 

«el tiempo mismo es acumulación»​​ 

pienso en su serie​​ Scars​​ ​​ en las heridas en las marcas que dejan en la piel​​ 

o en otros lugares no visibles​​ 

ellas nos recuerdan que hemos sobrevivido al trauma​​ 

a la dura experiencia​​ 

que no pasará al olvido​​ 

 

tengo una cicatriz en mi rodilla derecha marca del recuerdo de una caída​​ 

en una vacación de verano​​ 

el cuerpo pagó lo que el mar había purificado en mí​​ 

«todos debemos sostener y vivir con nuestras cicatrices​​ 

son huellas​​ del pasado soldadas al cuerpo»​​ 

que hablan por lo que apenas podemos verbalizar​​ 

 

una madre​​ está hecha de cicatrices y por ello su silencio es más fuerte

lo que el organismo repara queda en el “entre”​​ como rendija​​ 

de lo que fue y de lo que será​​ 

grieta por donde entra la luz​​ 

 

el modo de ver queda entre abierto​​ 

se desplaza más lento sobre cada superficie​​ 

absorbe la fragilidad del vuelo del diente de león​​ 

conoce de esa verdad blanda que guardan las roturas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Producir un choque sobre el pensamiento, comunicar vibraciones al córtex,​​ 

tocar directamente el sistema nervioso y cerebral​​ 

Gilles Deleuze​​ 

 

está llena de potencia​​ 

la mirada ovárica se hace sensible se abre con forma y​​ 

esencia de mujer subversiva trastornada volcánica insurrecta variable​​ 

emerge de la oscuridad y del silencio​​ 

de sus confines​​ 

para manifestarse con la misma intensidad del puño filoso de las amazonas​​ 

deviene lo que no puede hacer la mirada del padre​​ 

ella se erige con forma arbórea auto-reconociéndose como lenguaje de superficies blandas​​ 

ojo/línea de fuga que sedimenta el terreno​​ 

ojo provocador de movimientos telúricos​​ 

surge de uniones aberrantes​​ 

la mirada ovárica agrieta el discurso de los dominios​​ 

se suelta te lleva consigo​​ 

para fragmentar los estratos​​ 

rompe las raíces​​ 

traza nuevas conexiones​​ 

mirada/sismo que sacude la historia​​ 

devela la esencia plena​​ 

de todas​​ 

las fulguraciones

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una mirada a la poesía venezolana: La tradición que nos une

Isaura Duarte

Giordana García Sojo

Mariajosé Escobar

Oswaldo Flores

Yuri Patiño

Esmeralda Torres

Cristina Gutiérrez Leal

Antonio Robles

Daniel Arella

Benito Mieses

María Alejandra Rendón

Indira Carpio Olivo

Pedro Varguillas

Leonardo Gustavo Ruiz

Cristina Gálvez Martos

César Seco

Yhonaís Lemus

Alejandro Silva

 

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